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  • Taurovenator, el dinosaurio carnívoro de 11 metros y 5 toneladas que vivió hace 90 millones de años

    » El Ciudadano

    Fecha: 26/10/2024 18:22

    En 2005 se había encontrado un hueso del cráneo. Los restos descubiertos entre 2018 y 2023, informados hace días tras una rigurosa investigación, incluyen varias vértebras del portentoso y extraño cuello y del lomo, los brazos casi completos, huesos de las patas traseras y de la caja torácica Taurovenator violantei es la única especie conocida del género extinto Taurovenator, un dinosaurio carnívoro terópodo que vivió a mediados del período Cretácico, hace entre 96 y 91 millones de años. Científicos argentinos anunciaron el hallazgo de los restos de un ejemplar de ese portentoso animal, que medía 11 metros de largo y pesaba unas cinco toneladas, en la Reserva Natural Pueblo Blanco de la provincia de Río Negro, ubicada 25 kilómetros al sur de El Chocón. Los restos del ejemplar del grupo de los carcarodontosaurios ofrecen información novedosa sobre la anatomía y los hábitos de vida de esta especie. Y el hallazgo permite reconstruir el aspecto del cuello de esos dinosaurios, de gran fortaleza para sostener una cabeza que medía 1,3 metro, a la vez que analizar en detalle por primera vez los rasgos únicos de sus vértebras. “Las vértebras del cuello de los dinosaurios se articulan entre sí mediante zonas de unión llamadas zigapófisis. Taurovenator, en cambio, presenta zonas de conexión extras entre vértebras haciendo que el cuello presente una rigidez mucho mayor. Estos rasgos los hemos observado en otros carcarodontosáuridos y postulamos que sería una característica distintiva de estos dinosaurios carnívoros”, explicó Rolando Aranciaga, becario doctoral del Conicet y líder del equipo de paleontólogos que hizo la investigación. Los carcarodontosaurios fueron dinosaurios terrestres gigantescos y depredadores superiores de las faunas de dinosaurios en las masas continentales de Gondwana durante el período Cretácico medio. A pesar de su amplia distribución geográfica y estratigráfica, partes esenciales de su anatomía aún son poco conocidas, por lo que el nuevo descubrimiento en la Patagonia es relevante. Los primeros fósiles de la especie fueron hallados en 2005 por el investigador Matías Motta en tierras pertenecientes a una familia. Sólo un hueso del cráneo. El nombre de su género taxonómico es una combinación de la palabra griega taurus (toro) y la palabra latina venator (cazador). Toro alude a que poseía un par de cuernos detrás de los ojos, y el término violantei que designa a la especie es por Enzo Violante, dueño de la propiedad donde se hizo el descubrimiento inicial. La especie tipo fue nombrada y descrita en 2016 por Aranciaga, Matías Motta, Sebastián Rozadilla, Federico Agnolin, Nicolás Chimento, Federico Brisson Egli y Emilio Fernando Novas. Los nuevos hallazgos en la Reserva Natural Pueblo Blanco, en realidad, fueron durante los años 2018, 2019 y 2023. El anuncio tardó porque mediaron los estudios para dar certeza sobre la especie de que se trata. Los restos son mucho más completos que los primeros, y permiten ampliar y enriquecer los conocimientos de la especie: parte del cráneo, varias vértebras del cuello y del lomo, los brazos casi completos, huesos de las patas traseras y elementos de la caja torácica. En los trabajos realizados participaron integrantes del equipo de paleontólogos del Laboratorio de Anatomía Comparada y Evolución de Vertebrados (Lacev), de la Fundación de Historia Natural Félix de Azara y del Conicet, en conjunto con pares del National Museum of Nature & Science de Japón. El apoyo financiero provino de la National Geographic Society, y hubo un soporte de la Secretaría de Cultura de Río Negro. Agnolín, integrante del Lacev y de la Fundación Azara, explicó que “como otros carcarodontosaurios, Taurovenator poseía un cráneo enorme y robusto de 1,3 metros de largo, por lo que este refuerzo en las articulaciones podría estar relacionado a soportar el peso durante el andar o la caza”. La hipótesis es que esos cambios del cuello se relacionan “con posibles cambios en la distribución y forma de los músculos propios de la capacidad de soportar un cráneo de semejante tamaño”. Poco antes del anuncio formal, los estudios del material fueron publicados en la revista alemana The Science of Nature bajo el título “A new carcharodontosaurid specimen sheds light on the anatomy of South American giant predatory dinosaurs” (Un nuevo espécimen de carcarodontosáurido echa luz sobre la anatomía de los dinosaurios predadores gigantes de América del Sur).

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