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  • Despejando dudas sobre mitos y realidades de la infidelidad con la Lic. en Psicología Viviana Melina Godoy

    Concordia » Despertar Entrerriano

    Fecha: 26/10/2024 14:32

    La infidelidad es un fenómeno que, lejos de quedar anclado en el pasado, sigue siendo motivo de consulta y preocupación en el ámbito de las relaciones de pareja. Para comprender más al respecto desde Despertar Entrerriano nos comunicamos con la Lic. en Psicología Viviana Melina Godoy. Según nos pudo explicar la psicóloga, la infidelidad no solo se limita al ámbito sexual, «La palabra infidelidad implica cualquier tipo de intimidad tanto sexual, emocional, virtual u otra, que viole la confianza en la pareja», indicó. Este concepto se ha ampliado con el tiempo, abarcando las “ciber-infidelidades”; en este sentido la profesional advierte que, en un mundo cada vez más digital, es fundamental no subestimar estas formas de engaño. “La infidelidad es comprendida en un sentido amplio que trasciende lo específicamente genital, modo en el cual se la concebía varias décadas atrás. Resulta de suma importancia que no minimicemos aquello a lo que podríamos llamar “ciber-infidelidades” en las cuales existen “mundos paralelos” que conviven muy silenciosamente entre las parejas y que a la larga se descubren y tienden a ocasionar tanto o más dolor que un engaño presencial”. Mitos que persisten: ¿Cuáles son los más comunes? A lo largo de los años, varios mitos sobre la infidelidad han perdurado, en mayor o menor medida, en el imaginario social. “Los cuales en mi opinión” aclaró Godoy, “atentan contra la fidelidad, la continuidad y el bienestar en las relaciones de pareja. Tales como: 1. que los hombres no están biológicamente constituidos para la monogamia, 2. que la infidelidad es la causal principal de los divorcios”. En relación al primer mito, Godoy explicó que «Las investigaciones actuales reflejan que uno de los factores más influyentes es el hecho de estar expuestos a mayor cantidad de oportunidades y no el género; por ejemplo, a raíz del aumento de la inserción femenina en el campo laboral, del incremento del tiempo libre cuando los hijos alcanzan edades de mayor autonomía, etc”. “En el ámbito de mi práctica clínica -que no está sometido a cuantificación estadística, vale recordarlo- también percibo alguna influencia de: – los empleos basados en el cumplimiento de un horario fijo ya sea que haya pocas, muchas o nulas tareas por realizar en cada jornada, – el aburrimiento cotidiano y rutinario, que en ocasiones podría despertar interés por situaciones vertiginosas y generadoras de una adrenalina momentánea, – actividades laborales que facilitan o promueven el acceso a internet y la presencia en las redes sociales”. “Frente a todo lo anterior, lo cierto es que durante los últimos tiempos se evidencia un achicamiento en la brecha de porcentajes entre infidelidad masculina y femenina” resaltó la profesional. “La gran desventaja del mencionado prejuicio reside en que algunos hombres podrían creer que la propia infidelidad sería algo natural, biológico y constitucional del ser varón y así minimizaría el daño que ésta (la infidelidad) ocasiona a la pareja y los hijos. Tendiendo por esto a realizar escasos o nulos esfuerzos de autodominio para evitarla o revertirla”. Con respecto al segundo mito, de que la infidelidad es la principal causa de divorcio, la psicóloga, señaló que “uno de sus principales inconvenientes es que el desconocimiento de las verdaderas causas en las rupturas conyugales, con gran frecuencia dificulta o impide que se trabaje en ellas a fin de prevenir y restaurar”. En este sentido, Godoy resaltó que “Ante todo las investigaciones revelan que la presencia de un vínculo auténtico de amistad en la pareja, es lo que actúa como garante y predictor de lo que ocurrirá en los próximos 5 a 10 años de relación”. “En lo personal se me ocurre pensar o imaginar que esta premisa falsa de la infidelidad como “cuasi” determinante del divorcio, quizás estaría incidiendo en que algunas parejas se muestren abiertas al “poliamor” o a incluir y aceptar experiencias sexuales novedosas y generadoras de adrenalina con terceras personas, a modo de intentos desesperados por conservar una relación sea cual fuere el precio. De hecho hoy día existen muchas ofertas en el mercado de servicios, imágenes y objetos sexuales, cuyas propagandas en ocasiones tenderían a fomentar una falsa ilusión de que el sexo en sí mismo, se convertiría en garantía absoluta de felicidad”. – ¿Cómo puede afectar la infidelidad a la salud mental y emocional de las personas involucradas? “Una de las expertas más reconocidas mundialmente en esta temática es la Psicóloga norteamericana Shirley Glass, quien describe en su libro “Not Just Friends» (2003) la reacción más inmediata en la persona engañada: el deseo inminente de separarse. La compara con un mal negocio al “comprar caro y vender barato” dado que la construcción de un vínculo de pareja implica que se invierta mucho tiempo, esfuerzo, dedicación y exclusividad a lo largo del tiempo. Máxime si consideramos que estas rupturas desencadenan una reacción de duelo traumático con intenso dolor emocional. Ya que la relación de apego a la pareja en la adultez, se aproxima significativamente al apego infantil descrito por John Bowlby (1.958) con la mamá y el papá durante las primeras etapas del desarrollo humano. Lamentablemente lo referido en este párrafo se expresa, difunde y publica con menor frecuencia de la que sería conveniente”. “La persona que engañó es alguien que ha cometido un gravísimo error y esto no implica que deje de ser una buena persona por ello. Ambos experimentan síntomas de estrés post traumático cuando se descubre una infidelidad y en este primer caso ocurre por la toma de conciencia de la realidad, al integrar vivencias que por cierto tiempo permanecieron disociadas y bloqueadas a causa del auto-engaño y de la angustia que despierta el reconocimiento de la verdad. En el caso de la persona engañada, por otro lado, lo traumático se vincula claramente con el dolor de la traición”. – ¿Qué consejos puede ofrecer a las parejas que están enfrentando una crisis debido a la infidelidad? Para quienes enfrentan una infidelidad, Godoy comparte algunas recomendaciones basadas en las investigaciones de la experta en el tema, Shirley Glass, y también en su propia trayectoria al acompañar en tales circunstancias. “Algunas de las sugerencias de Shirley Glass son: a- que la pareja se tome como mínimo unos 3 meses para dedicarse a restaurar su relación, antes de tomar cualquier decisión drástica; b- también es necesario que se abandone todo tipo de relación o acciones que vulneren la confianza de la pareja pues lo contrario resultaría incompatible con todo intento de restauración”. “Por último, estimo fundamental que se recurra a la ayuda específica de profesionales que posean amplia experiencia y conocimientos en problemáticas como el estrés post-traumático y el tratamiento específico de la infidelidad, ya que no da lo mismo cualquier tipo de abordaje terapéutico. Asimismo, tampoco da igual la persona de quien acompañe en este proceso, sus valores, creencias, etc; lo cual ha sido puesto de manifiesto ya en los años ´40 por Carl Rogers quien incluye la congruencia o coherencia entre las actitudes básicas que debe reunir un terapeuta”. Viviana Melina Godoy Licenciada en Psicología por la Universidad Adventista del Plata Formación en Terapia de Parejas, Orientación y Salud Familiar. Turnos al Tel.: 4217909 (Cemyn) / WhatsApp: 3454959884 (Instituto Médico San Lucas) / Cel.: 3454110777 Perfil Profesional: https://www.linkedin.com/in/viviana-godoy-33b52576?originalSubdomain=ar IG: https://www.instagram.com/vivianagodoypsicologa/

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