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  • La ruta más recomendada para conocer la 'Andalucía profunda': estos son los cuatro pueblos imprescindibles de Córdoba

    » Diario Cordoba

    Fecha: 24/10/2024 14:57

    La Andalucía más desconocida abre las puertas de rincones encantadores para aquellos que se atrevan a salirse de la corriente que nos lleva a las saturadas costas y a las bulliciosas capitales. La naturaleza es fiel acompañante en este recorrido, propuesto por Turismo de Andalucía con el título de Andalucía profunda: Córdoba y Jaén, para adentrarse en las hondas raíces de una parte de la región que puede pasar más desaparecida. Y en Córdoba, dentro de esta ruta, hay cuatro pueblos que son paradas obligatorias. El camino comienza en la cordobesa Aguilar de la Frontera y acaba en una localidad de Jaén. Pero, a lo largo del trayecto, hay marcadas otras seis visitas, que componen un mapa esencial para profundizar en la historia, respirar aire puro, deleitarse con la mejor gastronomía y entregarse al folclore más auténtico. Te invitamos a recorrer, con nosotros, cada una de esas paradas. Aguilar de la Frontera El primer pueblo de esta ruta es Aguilar. Y la cantidad de lugares que ver o planes que disfrutar hace difícil decidir qué destacar de esta localidad cordobesa. Empecemos por su entorno. Aguilar de la Frontera se encuentra en un enclave único de la campiña cordobesa, porque en su término municipal cuenta con el único lago natural de toda Andalucía. La laguna de Zóñar, junto a la del Rincón, es un oasis para las aves, especialmente para patos que anidan allí y rapaces que sobrevuelan sus aguas. A estas lagunas hay que sumar los entornos naturales de los embalses de Cordobilla y Malpasillo. En el núcleo urbano, la parte más alta se conoce como La Villa. Es, además, la zona más antigua del municipio. De las murallas que rodeaban a esta parte de la localidad, quedan escasos restos. El castillo de Poley corona el cerro y nos habla de la historia de este pueblo. Allí nos toparemos con un mirador único que nos permite divisar Sierra Morena y las Sierras Subbéticas, tras la extensión de la campiña. Pero no hay que apartar la vista del municipio para dejarnos dominar por la curiosidad: en el centro se abre una de las plazas más extrañas de España, la plaza de San José. En Aguilar es posible disfrutar de innumerables fiestas, desde la Feria Real o la Feria de San Miguel, que se celebran en agosto y septiembre, respectivamente, hasta la romería de la Virgen de los Remedios, en junio. Destacan, además, las fiestas de San Blas. Y una de las celebraciones más especiales, que supone un necesario acercamiento a la historia, es la Noche la Media Luna, cuando se recrea el pasado medieval del pueblo. Fernán Núñez A 22 kilómetros de Aguilar encontramos la siguiente parada del recorrido por la Andalucía profunda. Se trata de Fernán Nuñez. Paseando por sus calles, descubriremos lugares muy pintorescos y un patrimonio considerable. Entre todos, destaca el Palacio Ducal y sus jardines, un conjunto histórico-artístico que bebe del Neoclásico andaluz. Imagen del Palacio Ducal de Fernán Núñez. / CÓRDOBA Si nos perdemos por el pueblo, probablemente lleguemos hasta la calleja de los Arcos, uno de los rincones con más encanto del municipio. Allí, los vecinos de la localiad veneran al Señor de los Arcos (como también se conoce al Nazareno). De casualidad, quizás nos crucemos con una estatua de un perro. Se le conoce como el perro de los entierros. De nombre Moro, el can era capaz de oler y predecir la muerte, según cuenta la leyenda. Las fiestas de Fernán Núñez resultan muy singulares. En este rincón de la campiña cordobesa, la patrona, Santa Marina de Aguas Santas, tiene sus fechas reservadas para celebrar fiestas en torno a su figura en julio. No son menos importantes la Feria Real y la festividad de Nuestra Señora del Tránsito, que tienen lugar en agosto. Pero, sin duda, una de las más particulares es el Jueves Lardero. El último jueves antes de Cuaresma se celebra esta tradición cristiana. Cada año, se reparten miles de porciones de un hornazo gigante (una de las recetas tradicionales) en la plaza del pueblo. El hornazo gigante de Fernán Núñez, antes de ser consumido. / CÓRDOBA Zuheros Después de más de 50 kilómetros por carretera, llegamos a una localidad que, desde la distancia, promete no defraudar. Nos adentramos en la Subbética cordobesa. Cuando la cal se funde con el verde de la sierra, podemos decir que estamos en Zuheros. El pueblo es un mirador en sí mismo. Un entorno natural inigualable rodea sus casas. Probablemente nos ofrezca uno de los barrios más bonitos de toda la provincia. Su casco histórico merece una visita calmada. En lo más alto, el castillo-palacio, de origen musulmán y conquistado por los cristianos más tarde, termina de componer una panorámica de gran belleza, aunque buena parte esté en ruinas y no se conserve la mayoría de su estructura. En Zuheros no es posible eludir la naturaleza. La sierra te impregna y, desde la localidad, podemos asistir a la espectacular estampa del río Bailón formando un cañón único. Y, por supuesto, no se puede pasar por alto uno de sus principales atractivos: la Cueva de los Murciélagos (la más grande de la provincia). Zuheros rezuma belleza, pero no le faltan otros atractivos. En lo gastronómico, el mojete de papas o las cachorreñas son algunos de los imprescindibles. Pero la verdadera cita ineludible es con el queso. En la plaza, a los pies del castillo, cada año a finales de septiembre tiene lugar la Feria del Queso, que permite degustar más de 50 variedades artesanales. Panorámica del municipio de Zuheros. / Córdoba Priego de Córdoba Hasta la inteligencia artificial dice que se trata del pueblo más bonito de Córdoba. Juzguen ustedes, pero de lo que no cabe duda es de que esta localidad cordobesa ostenta este título para muchos. Priego de Córdoba, joya del barroco, es el pueblo más monumental de la provincia: iglesias, sagrarios, fuentes, jardines, un castillo... A 33 kilómetros de Zuheros, también en las Sierras Subbéticas, nos encontramos con Priego de Córdoba. En su entorno, La Tiñosa impone sus más de 1.500 metros de altura, convirtiéndose en el punto más alto de toda la provincia. En invierno, es posible ver esta montaña nevada. Pero, volviendo al núcleo urbano, cabe decir que, de la gran oferta cultural y patrimonial con la que cuenta este municipio, el barrio de la Villa de Priego (llega a compararse con la Judería o el Albaicín) concentra buena parte de ese atractivo. Sus calles laberínticas nos invitan a un armonioso paseo, entre flores, para descubrir todo su patrimonio. Historia y leyenda rodean a su castillo, de origen árabe. Los jardines del Recreo de Castilla suponen un paraíso natural para el descanso. Si llegamos al balcón del Adarve, no podremos frenar el asombro que genera la vista desde aquel mirador: un imponente tajo, con la sierra de fondo, y el río Salado cruzando entre las huertas. Vista aérea del casco histórico de Priego de Córdoba. / R.C.C. El resto de la ruta Vistos estos cuatro pueblos de Córdoba, la ruta para conocer la Andalucía profunda continúa en Jaén. Turismo de Andalucía propone otras cuatro paradas: Alcalá la Real, Torredonjimeno, Martos y Huelma. Entre Aguilar de la Frontera y Huelma hay 152 kilómetros de distancia. Entre medias, claro, hay que contar con los otros seis destinos que profundizan en la cultura y la tradición de ambas provincias. El camino finaliza con la visita a ocho localidades andaluzas. Cada una con su propia identidad. Todas ellas, con mucho encanto.

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