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Parana » Paginajudicial
Fecha: 23/10/2024 20:23
Lo ocurrido esta semana certifica el funcionamiento de un sistema. El fallo de la vocal aporta a una narrativa que sonaba confusa. El caso Goyeneche y la política. Federico Malvasio De la Redacción de Página Judicial Imposible. Esa es la primera impresión y, seguramente, la que prosperará cuando el tema de conversación sea el caso Sergio Urribarri y se pretenda explicar jurídicamente los últimos acontecimientos. El caso, a partir de ahora, se llamará Gisela Schumacher. Se trata de la vocal del Superior Tribunal de Justicia (STJ) que se dio vuelta y permitió que el ex gobernador y colaboradores de su gestión ingresen en otro túnel del tiempo. La doctora no abrió la impugnación extraordinaria provincial por entender que no se daban los requisitos previstos para otorgar el recurso. Sin embargo, le concedió el recurso extraordinario federal ante la Corte Suprema de Justicia sin que varíen las circunstancias. El vocal Germán Carlomagno, en cambio, concedió en las dos oportunidades y su par Miguel Giorgio lo rechazó. Entre un recurso y otro se especulaba con el cumplimiento efectivo de la pena fijada en 8 años. El criterio jurisprudencial del STJ es que las sentencias son ejecutables (en este caso en la unidad penal), cuando es denegado el recurso extraordinario federal. En la comunidad judicial, incluyendo abogados defensores, se daba por hecho que el ex mandatario; su cuñado Juan Pablo Aguilera; y el ex ministro de Cultura y Comunicación Pedro Báez, cumplirían la condena antes de fin de año. De hecho se pudieron apreciar algunos comportamientos propios de la desesperación. La llegada, por ejemplo, de Fernando Burlando. Este caso tiene un antecedente reciente en la causa de Puerto Yeruá. La Sala Penal integrada por Daniel Carubia, Claudia Mizawak y Giorgio, no lo hizo lugar a la impugnación extraordinaria y, luego con los votos de los dos primeros, l concedió el recurso extraordinario federal que benefició al ex asesor legal del municipio Julio Larroca, sobre quien pesa una condena de cinco años de prisión efectiva en el marco de un caso de corrupción por la venta de terrenos. Giorgio se mantuvo. Antes que se llegue a las instancias mencionadas, había voces jurídicas que entendían que el rechazo del recurso extraordinario provincial era mucho. Un recurso no se le niega a nadie, ¿se lo vas a negar a un ex gobernador? Las especulaciones también corrían en los mismos ámbitos. Gisela debe haber rechazado para no quedar pegada con el peronismo. Todo eso se derrumbó. La ex procuradora adjunta, además de explicar lo inexplicable de su verduga en el jury, acaba de ganar una batalla en la narrativa contra sus rivales que están en el STJ. La ex fiscal es inteligente, formada y cuenta con más herramientas (periodística , políticas y de relaciones) que los vocales. Además es jóven y con ganas, actitudes que se contraponen con el no me importa nada, propio de una edad y un tiempo en un lugar. La política siempre fue parte de la administración de justicia cuando un integrante de algunas de las cúpulas que monitorean el sistema está en problemas. Schumacher, podríamos especular ahora, no le dio para jugar la utopía. El sistema todo lo prevé. También prevé a Giorgio. Contratos en la Legislatura siguen siendo la vía para pagar servicios de la política, pero nada será como hasta el 2018, cuando Página Judicial reveló esa estructura piramidal, para ponerlo en términos de moda. Por eso la causa “contratos truchos II” es una fantasía. El sistema, cuando se siente ahogado, tiene sus propias herramientas para oxigenarse. Para corregirse. Volvamos a Schumacher. El cumplimiento en prisión era el tema en cuestión. Cuando los imputados fueron condenados, los fiscales no pidieron la prisión preventiva al dictado de la sentencia, ni siquiera medidas cautelares como la entrega de pasaporte, prohibición de salir del país o la obligación de presentarse una vez a la semana en sede judicial. Eso llegó después, cuando se rechazó la impugnación provincial. ¿Mala praxis o una manito? Con las anteojeras de la sospecha permanente pudo haber estado en la cabeza del procurador general, Jorge García, esa ayudita final luego de haber sido el promotor de un acuerdo beneficioso para todo el clan en aquel turbulento 2016, como contó este medio: El acuerdo de García que Urribarri no aceptó García cuenta con una notable cobertura mediática, adquirida seguramente por el poder de tener el monopolio de la acción penal en la provincia. El ejercicio del periodismo vuelve a estar bajo una lupa que no aclara, sino que empaña, más aún cuando la crítica apunta a los tribunales. Es allí, en última instancia, donde se resuelven las cosas. Hacéte amigo del Juez; /No le des de qué quejarse…/ Pues siempre es bueno tener/ Palenque ande ir a rascarse, son los consejos del Martín Fierro y el viejo Vizcacha de José Hernández. La franqueza de la literatura. Goyeneche se hizo de un hecho que vendría a certificar su idea de perseguida política, en rigor de Urribarri, más allá de la cantidad de magistrados que no le dieron la razón en diferentes resoluciones. La doctora tuvo la posibilidad de acceder a información privilegiada para dar con los receptores de aquel desfalco voluminoso en la Legislatura, pero no lo hizo. No fue sometida al proceso de destitución por eso, sino por proteger a un amigo imputado, con el que tenía propiedades en común. Pero no importa. No se trata de razonar, sino de tragar publicaciones. Lo ocurrido esta semana, no obstante, le da la razón. Puede llegar a salir airosa si la Corte le da la razón. Por distintos casos, por distintos motivos, el sistema saldrá ileso.
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