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Parana » Plazaweb
Fecha: 23/10/2024 13:33
El ex camarista y ex juez de Instrucción, Felipe Celli, criticó fuertemente la decisión de la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia (STJ), que, en mayoría, decidió hacer lugar al recurso de Sergio Urribarri, Juan Pablo Aguilera, Pedro Báez y otros condenados en el megajuicio por corrupción, para ir hasta la Corte Suprema, en abierta contradicción a una resolución anterior que disponía lo contrario. En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio Plaza), Celli afirmó que la determinación: “No me sorprende porque el Superior Tribunal, y fundamentalmente la Sala Penal, viene en caída en picada con este abroquelamiento para defender lo indefendible que es esta banda comandada por (Sergio) Urribarri que sigue riéndose de todo el pueblo entrerriano después de haberlo saqueado impunemente”. “Es una verdadera vergüenza jurídica y tenemos que tomar conciencia los entrerrianos para empezar a movilizarnos y a exigir verdaderos funcionarios comprometidos con la justicia y no comprometidos con toda esta canallada que no admiten la menor causa de deterioro, de vergüenza e incredulidad del hombre de a pie en la justicia”, amplió. “Es terrible y mientras tanto Urribarri se ríe de todos. Han sido los lineamientos del malhadado populismo nacional y no es casual que haya sido uno de los hijos predilectos de la señora Cristina (Kirchner) que se está revolcando en el barro que ha dejado en el país, tratando de no perder la poca fuerza que le va quedando”, cuestionó. TAMBIÉN PODÉS LEER: Megajuicio: el STJ le habilitó a Urribarri llegar a la Corte Suprema Consultado por el cambio en el voto de la vocal Gisela Schumacher, Celli opinó que “ningún problema se va a hacer esa señora, que ya ha dado en el foco de para qué ha llegado al Superior Tribunal; no precisamente por su capacidad ni por su formación jurídica y otra serie de valores que debe tener quien ejerce el máximo cargo de poder del Poder Judicial en cualquier lado. Esta señora viene mandada a cumplir una función y la está cumpliendo al pie de la letra. No tienen ningún prurito, no tienen vergüenza porque no les importa nada de nada. Los valores morales, los valores éticos, los valores de un buen ciudadano, no saben de qué se trata, así que esta señora no va a tener ningún problema de conciencia”. En este marco, planteó que “el intento de mejorar las designaciones en la Justicia, de mejorar la gente que llega a desempeñarse en tales funciones, fue con la creación del Consejo de la Magistratura, pero no es casual que este organismo también esté siendo vapuleado en busca del mismo objetivo que hoy estamos criticando. El deterioro no es casual ni accidental, y la forma de mejorar esto demanda una serie de cambios fundamentales y trascendentales para que esto se reencauce”. No obstante, reconoció que “va a ser muy difícil hasta tanto no haya una nueva conciencia jurídica, una nueva estructura institucional en la provincia, en la Nación. Lamentablemente soy muy pesimista de creer que esto va a mejorar de la noche a la mañana, y mi pesimismo radica en que voy a cerrar los ojos y voy a seguir viendo este ir barranca debajo de todos los estratos de la sociedad y, fundamentalmente, del desempeño de la justicia”. Afirmó además que este tipo de decisiones “cae mal” en la estructura judicial, pero lamentó que “la gente que ha estado involucrada en la justicia mira y no se pronuncia, no es crítica. Acá hay un problema de fondo que el ciudadano, el magistrado, no enfrenta al poder, y ahí estamos en un serio problema. Esto demanda una lucha de todas las instituciones que conciernen al Poder Judicial en repudiar esto, en ponerlo en el tapete de la opinión de la gente, en organizar debates, pero soy pesimista de que esto vaya a ocurrir”. Consideró que el mensaje hacia la estructura de más abajo del Poder Judicial “es lamentable. El caso (Cecilia) Goyeneche es un emblema de lo que estamos diciendo, y pareciera que el cometido de esta gente que tiene las riendas de este Poder, tan degradado, es el disciplinamiento de la tropa que osa investigar al poder, y ahí es donde peor estamos”. Ante ello, refirió: “Tengo todavía la esperanza de que la Corte va a anular el disparate que significó el despido de Goyeneche por investigar a este señor, al jefe de la banda (Urribarri) y a toda la banda. Pero el problema central acá son los tiempos que corren. Y este señor juega, con toda la plata que le ha robado al ciudadano entrerriano, que es mucha, y la utiliza en contratar esta manga de salteadores jurídicos, encabezados por (Fernando) Burlando y todos sus súbditos, para chicanear y evitar el encarcelamiento de este señor, que cuando esté en condiciones (de ir preso) van a invocar la edad. A eso están jugando”. Por último, en relación con las figuras de la Corte Suprema y las demoras en resolver ciertos temas, Celli opinó que “esto nos pone frente a otro escándalo que se viene, está negociando el titular del Ejecutivo con la señora Kirchner la designación de un impresentable como Lijo para que llegue a la Corte, y es más de lo mismo. Están negociando aumentar el número de miembros de la Corte para que, al repartirse ese poder en más cabezas, en más influencia, se vaya diluyendo totalmente y vaya perdiendo en forma absoluta la mínima credibilidad que hoy tenemos los argentinos en esto. La cosa no da más que para malos ratos”.
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