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» Diario Cordoba
Fecha: 22/10/2024 13:30
"El sol siempre sale para todo el mundo” y “no estaría de Dios”, eran dos de las frases que salían con frecuencia de la boca de Jerónimo Jiménez, principios que lo definían a la perfección como un hombre emprendedor en la más completa acepción del término. Dos ideas que reflejaban su personalidad, siempre decidida, “echada para adelante”, y profundamente consciente de que en los negocios había sitio para todos y que, si algo no salía, no importaba, no había que desfallecer. A por el siguiente encargo, trabajo o proyecto. El fundador de Jicar SA -acrónimo de Jiménez y Carmona-, una de las empresas de infraestructuras andaluzas más reconocidas, ha fallecido con 96 años dejando un legado que va mucho más allá de la propia empresa. Deja una impronta aún más reconocida de persona buena, que es lo que lo distinguió en vida. Persona buena con todos los que le rodeaban, que ayudó siempre todo lo que pudo y más a quién se lo pedía o simplemente a quién veía que tenía que ayudar, ya fuere en el plano empresarial como en el humano, y hombre bueno como esposo, padre, cabeza de familia, amigo, socio y compañero. Un hombre hecho a sí mismo Nacido en 1928 en Fuengirola, Jerónimo Jiménez fue un hombre hecho a sí mismo antes de ser siquiera un adolescente por las necesidades de aquellos tiempos duros, tan lejanos y cercanos a la vez. Los avatares de la vida lo llevaron a Montemayor, al ser llamado al servicio militar y allí conoció a Antonia Aguilar, flechazo mutuo un 24 de octubre, día de San Rafael, la fecha que siempre celebraron como auténtico aniversario de boda, como muestra de los amores incandescentes y auténticos de otra época. Casados en 1956, tuvieron seis hijos que conforman hoy con los suyos, nietos y bisnietos una extensa familia. Poco después del matrimonio, y dedicado al transporte de mercancías, entró en el sector de la obra civil y las infraestructuras, y fundó Jicar junto a su socio Pedro Carmona en 1963, empresa pionera en muchos sentidos, como en materia de clasificaciones de actividades de la Construcción, que logró después de mucho batallar con obras y proyectos de ejecución impecable. Miembro fundador de Construcor Ese carácter colaborador y optimista llevaba a Jerónimo Jiménez a estar a diario, sin importarle hora o lugar, al pie del cañón en las mismas obras. Las visitaba, revisaba, ordenaba y coordinaba, en una tarea incansable que prácticamente llevó hasta sus últimos días, a pesar de tener ya muy mermadas sus capacidades físicas, dando siempre ejemplo de esa personalidad decidida. En el plano organizativo, fue miembro fundador de Construcor. Personalidad que le granjeó el respeto y el reconocimiento de todos quienes le conocieron y tuvieron trato con él, como le demostraron en vida, lo que era prueba de que sus valores humanos eran los de esa persona buena que le definía. Futbolero, era madridista -y Toñi su mujer, del Atlético de Madrid- y magnífico jugador de dominó, tampoco perdonaba ya “medio jubilado” su partida de tarde teniendo como compañero a su socio Pedro Carmona y sacaba a relucir el genio de su carácter competitivo, pero siempre finalmente conciliador, porque, “el sol salía para todo el mundo” y si algo no se conseguía, “no estaba de Dios”. Un hombre que se ganó de sobra el amor de una inmensa familia. Descanse en paz.
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