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» Diario Cordoba
Fecha: 22/10/2024 09:46
Humanizar la migración no es que nos cuenten la entrada y salida de los extranjeros desterrados a esa seudo cárcel de Albania como un reality más de la televisión. En una mezcla de Supervivientes, sus biografías no merecen otro nombre, y Gran Hermano, pero quien decide no es el televoto sino la pelea entre el poder ejecutivo y judicial italiano. Esto último también es una moda que se extiende, como todas, más allá de nuestro país. La confrontación entre los dos poderes, la judicialización de uno y la politización del otro no es exclusiva de España, por mucho que algunos se empeñen en que la crisis institucional de aquí no tiene precedentes. También recorre Europa y también es una de las grandes fuentes de las que se alimenta el populismo ultraconservador. El sistema no funciona, abajo el sistema. Derribemos el sistema pero solo con nosotros dentro, y mientras pensamos qué hacer con las personas pobres que llegan a Europa, montamos un espectáculo. Del barco prisión de Rishi Sunak en el Reino Unido que se cerró con la llegada del laborismo al poder, a los enjambres carcelarios ideados por Meloni pero con titularidad albanesa. La creatividad en la tortura y el escarnio no tiene fin, para por suerte, terminar en un fracaso. Estas pruebas piloto, que no son nada baratas para el erario público, son una decisión más del populismo que pretende llenar titulares de éxito con nombre y apellidos. Ni vienen a resolver la gestión de las migraciones, ni siquiera para resolver los momentos pico de llegadas de migrantes en situación irregular. De las dieciséis personas deportadas a Albania, se han ido descontando en un goteo, dos por ser menores, dos por haber sufrido torturas y violencia en Albania, y el resto por proceder de países que según sentencia europea no pueden considerarse seguros. Y nos lo han ido contando al segundo, en alertas de noticias de última hora, entran 16, quedan 12, salen todos rumbo a Bari, en un plazo de tres días. Cuando el terrible drama es para ellos, personas sin destino utilizadas por unos y por otros, el bombardeo continuo sobre su última actuación como conejillos de indias traslada una sensación de emergencia internacional a los ciudadanos que luego colocan la inmigración como su principal problema aunque en su pueblo o en su barrio no encuentren ninguna dificultad. 5.000 menores en Canarias, 120 en Mora de Rubielos, 16 en Albania, podemos ir detallando cada movimiento de cada persona migrante, no atendiendo a su futuro sino al marco de esa preocupación difusa por la inmigración, para alimentar el relato en lugar de deliberar sobre políticas públicas ante la imparable movilidad internacional. *Politóloga Suscríbete para seguir leyendo
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