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  • Joan Manuel Serrat: "Dejar los escenarios no es dejar de ser artista, lo hice para encontrarme más a mí en todos los aspectos"

    » Diario Cordoba

    Fecha: 22/10/2024 09:37

    El premio "Príncipe de Asturias" de las Artes vive su retiro de los escenarios en paz consigo mismo, alejando cualquier tentación de volver, dedicando el tiempo a encontrarse y consciente de que la industria discográfica que conoció durante sesenta años (su primera grabación se editó en 1965) ha cambiado tanto que "el hecho de grabar un disco" no le hace hoy "demasiada ilusión". Su llegada este martes por la mañana a Oviedo estuvo rodeada de gaitas y esos sonidos evocaron en el cantautor catalán cierta sensación de confort, de alegría. Lo dijo al inicio de su rueda de prensa -"estoy especialmente emocionado, esto de que te despierten con gaitas es maravilloso"- y al final, cuando volvió a insistir en que, por muy mediterráneo que sea a él le gusta el folclore atlántico: "Me gustaría que en lugar del hijo del jardinero que me despierta todos los días con su máquina apareciera esta banda de gaiteros para darme los buenos días", dijo a modo de despedida mientras pedía a los periodistas que transmitieran su agradecimiento a la banda de gaitas allerana "El Gumial", que habían interpretado un saltón a su llegada al hotel de La Reconquista. Así fue la llegada de Joan Manuel Serrat a Oviedo para recibir el premio "Princesa de Asturias" de la Artes / Serrat reflexionó brevemente sobre el folclore de aquí y explicó que el sonido de las gaitas le envuelve en una sensación "de alegría, de campo abierto, de pueblo arraigado". Al contrario de otros, explicó, a él le gusta la gaita y le produce "bienestar". "Hasta el punto de que yo me doy mis conciertos gaiteros de vez en cuando gracias a ese monstruo que es internet, que de vez en cuando facilita estas cosas. Y me deja bien el cuerpo". No avanzó Serrat los detalles del discurso que pronunciará el viernes -"lo he hecho con mucho cariño y tratando de transmitir lo mejor posible mis sentimientos acerca del oficio y del tiempo que nos toca vivir"-, pero celebró desde el primer momento la dimensión popular del galardón. Le gusta especialmente, contó, "ver cómo Oviedo, Asturias, se vuelca y lo toma como un baluarte propio, ver cómo la ciudad se engalana; todo ello le confiere una dimensión que va mucho más allá de lo que es un reconocimiento por un jurado, y pasa a ser un premio compartido por un territorio, un país". Serrat, durante la rueda de prensa. / IRMA COLLÍN Hubo en la conferencia de prensa ocasión de reflexionar sobre el momento de su carrera desde la provecta edad (81 años en diciembre) a la que ha llegado. "La posteridad no me preocupa, yo no me voy a enterar de nada, siento una gran liberación en este sentido", contó jovial y tranquilo. Su retirada de los escenarios, explicó, no significa ninguna renuncia artística, pero sí otra forma de aprovechar el tiempo: "Sigo escribiendo y componiendo, no con la intensidad que lo hacía cuando tenía una relación directa con el escenario. Estoy en una etapa mucho más calma, pero no He dejado los escenarios para componer ni escribir más, lo he dejado para encontrarme a mí más en todos los aspectos, y para aprovechar el tiempo que pueda quedarme para hacer algunas de las cosas que no solamente me dan vueltas en la cabeza, sino las que la vida constantemente me va descubriendo". Este Serrat, muy zen y muy simpático, concluyó que su retirada de las giras "no representa dejar de ser artista ni dejar de escribir ni dejar de componer ni dejar de cantar". Ahora, concluyó, lo hace "sin tratar de exprimir el tiempo a base de más tiempo", "le hago más caso al cuerpo, que es muy listo". El camino que tiene por delante ahora no tendrá que acaba, sin embargo, necesariamente en un nuevo disco. El "noi" del Poble Sec analizó, con mucho más realismo que nostalgia, los cambios de una industria discográfica que vio elvolucionar durante más de sesenta años. "Los discos ya no existen. La industria discográfica como la conocí a lo largo de mi vida ha ido desapareciendo y siendo sustituida por otras historias, plataformas, sobre todo". Consciente de que el tipo de música que él hace ya no está tan presente en los medios, que priman otras, apoyadas por una juventud y una adolescencia que generará "otras historias"; confesó que ahora mismo no piensa en editar. "El hecho de grabar un disco no me hace demasiada ilusión". Si lo hace, no obstante, será no por "una pirueta histórica" sino por dar a conocer nuevo material. "¿Con qué mecanismo?", bromeó, "pues como dicen los contratos con cualquier mecanismo concoido o por conocer". No elevó el tono Serrat más que para matizar, si acaso, su oposición a los peligros de la revolución digital -"si el futuro son las redes sociales y los algoritmos, ahí estamos bien dados, porque el individuo desaparece", aclaró-, pero se mostró integrador ante los cambios en los gustos musicales. "En lo que es la música popular", explicó, "la que tiene mayor difusión es aquella en la que el ritmo le ha ganado la batalla a la melodía; a partir de ahí yo no soy enemigo ni del hiphop ni del reggaetón". En ese mundo, añadió, como en otros, hay "cosas interesantes y cosas absolutamente banales". ¿El futuro? Tiró de Antonio Molina y bromeó con los versos de "Cocinero, cocinero": "El futuro es muy oscuro trabajando en el carbón". Serrat, durante la rueda de prensa. / IRMA COLLÍN Hubo tiempo todavía, antes de desplazarse a Pola de Siero a tener un encuentro con estudiantes de secundaria, a reflexionar sobre el mar al que dedicó su gran himno, la canción que la crítica ha llegado a considerar la mejor de la historia de la música popular en castellano. Su "Mediterráneo", dijo, "no es un retrato sino un ensoñación". Hoy en día, lamentó, "es un mar especialmente contaminado, por tratarse de un mar cerrado y turístico, un paraíso de los plásticos". También, lamentó, es el mar que ha pasado de ser el "cruce de culturas" a un "sarcófago inmenso" por la "tragedia" de la migración. "Yo no voy a dejar de amarlo como el lugar donde mi niñez se hizo, donde crecieron mis sueños mis amores y con el que sigo teniendo una relación franca, aunque dolorosa, un territorio con el que me siento absolutamente identificado". El Joan Manuel poeta no pudo evitar contestar con expresión poética sobre la nostalgia del tiempo que quedó atrás. Primero bromeó citando a Nieves Concostrina -"cualquiera tiempo pasado fue anterior"- y luego dejó en la sala de prensa: "Los tiempos pasados son seguramente para muchos, como para mí, el tiempo que en el que uno cargaba con unos sueños que hoy en día vemos varados a la otra orilla, nada más".

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