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» Diario Cordoba
Fecha: 22/10/2024 09:37
Cuando vamos a limpiar las sartenes y las ollas es importante utilizar un método eficaz que las deje impolutas pero sin estropearlas. Una de las mayores dificultades a las que nos enfrentamos después de cocinar es precisamente este: cómo cuidamos los utensilios de cocina para que queden relucientes como el primer día. Después de preparar una comida (especialmente cuando implica ingredientes que se adhieren con facilidad o que implican frituras se suele generar una capa de suciedad que a veces parece imposible de eliminar). Con el transcurso del tiempo, las marcas se acumulan en el fondo de la sartén afectando al aspecto y al rendimiento de los utensilios: e incluso pueden llegar a dañar la capa antiadherente si no se tratan de forma correcta. Aquí el desafío principal está en quitar los restos de comida que, cuando se cocinan a altas temperaturas se quedan carbonizados y adheridos a las superficies de las sartenes: algo que ocurre tanto en los materiales supuestamente antiadherentes como en las de acero inoxidable y aceite fundido por culpa delos aceites que se utilizan durante la cocción y que juegan un papel importante debido a la descomposición a muchos grados y la formación de una capa pegajosa y oscura derivada de esta. Si utilizamos sartenes antiadherentes, la precaución debe ser mayor todavía, ya que los estropajos abrasivos dañan la superficie deteriorando su rendimiento. El método para limpiar ollas y sartenes Teniendo todos estos factores en cuenta, es importante señalar que hay que utilizar métodos que eliminen la suciedad sin comprometer la superficie de sartenes y ollas a la hora de limpiarlas y que no comprometan su durabilidad. La técnica más efectiva y accesible (que, además, solo requiere materiales simples como el bicarbonato de sodio, esponjas suaves y bayetas de microfibra) consiste en colocar la olla o la sartén a limpiar en una superficie estable para después cubrirla con bicarbonato de sodio.Posteriormente,te se rocía con vinagre blanco sobre el bicarbonato hasta que se genere una reacción efervescente que ablande los restos de comida y grasa adheridas. Para multiplicar el efecto se puede cubrir la superficie con papel de cocina empapado en vinagre y dejar actuar durante horas (especialmente válido si la suciedad está muy incrustada). Después, transcurrido un tiempo, se quita el papel y con una esponja suave y jabón líquido se limpia y se repite el proceso hasta que quede completamente desengrasada.
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