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Gualeguaychu » El Argentino
Fecha: 22/10/2024 02:34
Por Luciano Peralta Desde el día uno, la provincialización de los recursos marcó el perfil de la gestión encabezada por el presidente Javier Milei. Pasó con la paralización de toda la obra pública nacional, con el Fondo de Incentivo Docente (Fonid) y con la salud pública. Trabajo, educación y salud: tres de los principales ejes ordenadores de la vida de las personas (seguridad sería el cuarto) en sociedad. Desde las páginas de EL ARGENTINO venimos poniendo el foco en el desfinanciamiento sufrido por el Programa de Salud Sexual y Reproductiva desde la asunción del gobierno libertario. Lo que, al menos en Gualeguaychú, obliga al Municipio, sobre todo, y en menor medida al gobierno provincial, a hacerse cargo del financiamiento de dicho programa. Hace tres meses la situación era de regular a mala: Nación enviaba “parcialmente” los insumos -básicamente, métodos anticonceptivos-; hoy la situación es peor: Desde el Ministerio de Salud del gobierno central “no envían un solo preservativo”, según confiaron para esta nota dos fuentes altamente calificadas, del Municipio y de la Provincia. Esta realidad obliga tanto al gobierno de Davico como al de Frigerio a hacerse cargo del asunto. Es que, además de ser la solución a múltiples problemas sociales (desde embarazos no deseados al contagio de enfermedades de trasmisión sexual), es un derecho, materializado en la Ley 25.673, conocida como Ley de Salud Sexual y Reproductiva. Cuando fue votada, en el 2002, se creó también el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable. En líneas generales, los objetivos fueron: elevar los niveles de salud sexual y procreación responsable, disminuir la mortalidad materno infantil, prevenir embarazos no intencionales y enfermedades de transmisión sexual y potenciar la participación de las mujeres en la toma de decisiones en torno a su salud sexual y reproductiva. Pero, como sucede en Educación y Trabajo, la Nación entiende que son las provincias y los municipios quienes deben asumir los costos. Entonces, lejos de garantizar el cumplimiento de la ley, traslada esa responsabilidad. En Gualeguaychú, en la esfera municipal, el Ejecutivo decidió hacerse cargo de que el programa de Salud Sexual y Reproductiva funcione. Quizá no óptimamente, pero los centros de salud dan respuestas ante la demanda. “En cualquiera de los centros de salud hay preservativos y, dependiendo de lo que mande Provincia, otros métodos anticonceptivos”, aseguraron desde Irigoyen 75. “Resulta caro para los fondos con los que contamos”, remarcaron. Desde la cartera de Jorge Grieve, en tanto, llegan periódicamente algunos insumos. Por ejemplo, en una partida de hace 20 días atrás, en Salud municipal se recibieron 432 preservativos; 140 unidades de Levonorgestrel (anticonceptivo de emergencia); 50 implantes subdérmicos y 120 blisters (x 4 unidades de 200 mg.) de Misoprostol, utilizado para garantizar la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), entre otros insumos. Pero lejos está de cubrirse la enorme demanda existente, sobre todo en los sectores más empobrecidos de la ciudad, para los que ir a comprar preservativos a un kiosco o a una farmacia no está dentro de sus posibilidades. Ahí es donde debería estar el Estado (al menos para los y las legisladoras que aprobaron la ley, a principios de siglo). En ese marco, funcionarios del gobierno de Mauricio Davico empezaron a viajar más seguido a Buenos Aires, para gestionar los fondos del programa. Será tiempo de esperar los resultados de esas gestiones. La calidad de vida de miles de personas depende de eso.
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