21/10/2024 21:31
21/10/2024 21:30
21/10/2024 21:30
21/10/2024 21:30
21/10/2024 21:30
21/10/2024 21:30
21/10/2024 21:30
21/10/2024 21:30
21/10/2024 21:30
21/10/2024 21:30
» Diario Cordoba
Fecha: 21/10/2024 18:10
Desde Mesopotamia hasta el siglo XIX existió una profesión de la que hoy solo queda el nombre. En Córdoba forma parte del callejero de la ciudad porque en una calle del Casco Histórico vivían trabajadores que se dedicaban a tal oficio. Un trabajo que dejó de ser necesario debido al desarrollo de la tecnología. La supervivencia de este oficio a lo largo del tiempo demuestra la importancia que mantuvo durante siglos. En el Imperio Romano eran cruciales y hasta finales del siglo XIX no les faltó el trabajo a quienes aprendían a desempeñarse en esas funciones. Aparece incluso en la Biblia y, en un capítulo de El Quijote, el ingenioso hidalgo y Sancho se asustan al oír el estruendo que generaban las antiguas máquinas empleadas. Un trabajo muy antiguo ¿De qué calle se trata? ¿Quiénes eran estos trabajadores? Sus tareas fueron evolucionando pero, en un principio, eran lo que hoy podríamos conocer como lavanderos. Aunque en el Imperio Romano, aparte de lavar la ropa de toda la ciudad, estos trabajadores tenían entre sus cometidos terminar de procesar las telas que se usaban para hacer las prendas. Antes de que existiera el jabón o el detergente, para estas prácticas se utilizaba orina animal y humana. Por lo visto era un buen blanqueador. En la Edad Moderna, el jabón llegó para dotar de higiene a los lavados. También surgió la maquinaria, haciendo que ya no fuera necesario pisar las telas como solía ser habitual. Junto a Rey Heredia Las primeras referencias a las máquinas en España se remontan al siglo XII. Eran generalmente hidráulicas y estaban compuestas de mazos de madera, que se movían para golpear, desengrasar y enfurtir los paños. Este artilugio se denominaba batán. Y a quienes los usaban, bataneros. Por tanto, la calle Bataneros, una L entre Rey Heredia y Horno del Cristo, mantiene en la memoria a aquellos profesionales afincados en este rincón del Casco Histórico que se dedicaban al uso de los batanes. Antiguos batanes. / Wikipedia Como era habitual, muchas calles fueron bautizadas con los oficios que se practicaban en ellas. De ahí que una plaza del centro de Córdoba se denomine Aladreros (por los artesanos que reparaban aperos de labranza) o que otra calle reciba el nombre de aquellos extranjeros portugueses que se dedicaban al cobre. En este caso, Caldereros.
Ver noticia original
 (1).png)
 (1).jpg)
Examedia © 2024
Desarrollado por