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» Elterritorio
Fecha: 20/10/2024 14:44
Padres de Exequiel Barboza (23), Natalia Almada (17) y Facundo Sequeira (18), jóvenes fallecidos en comisarías de la provincia, denunciaron que no hay avances domingo 20 de octubre de 2024 | 8:15hs. Familiares acusaron complicidad policial y negligencia de las autoridades. *Por Mariangeles Robles. El último viernes, las familias de Natalia Almada (17), Facundo Sequeira (18) y Exequiel Barboza (23) se reunieron con la abogada que los representa, Mónica Sosa, para discutir cuáles serán las próximas medidas en las causas que investigan estas muertes en comisarías. En el caso de la familia querellante de Barboza -joven que falleció por un paro cardíaco en una delegación de San José el año pasado-, se solicitó la recusación del juez Miguel Angel Faría por "falta de objetividad" para llevar adelante la investigación. Mientras que los casos de Sequeira -quien perdió la vida en 2017 por supuesto ahorcamiento mientras estaba detenido en la dependencia policial de Azara- y de Almada - que también fue hallada ahorcada en una celda en Apóstoles en 2012-, fueron trasladados al Juzgado de Instrucción 5 de Leandro N. Alem. El cambio de jurisdicción ocurrió luego de que el juez Faría se inhibiera en ambas causas. Es decir, por considerarse a sí mismo incompetente para resolver las investigaciones. Los padres de las víctimas de tortura denunciaron lentitud en el proceso judicial y criticaron la continuidad en funciones de los efectivos policiales que estarían involucrados en los hechos. "La Justicia debe hacer algo después de tanto. Los policías deben estar para cuidarnos, no para maltratar", acusó Sara Escobar, mamá de Exequiel. 12 años sin Natalia Graciela Acosta, madre de Natalia (17), joven que fue hallada sin vida en la comisaría de Apóstoles el 1 de octubre de 2012 por supuesto ahorcamiento, expresó a El Territorio la conmoción y el cansancio que padece la familia tras años de acompañar la causa sin información nueva. "Hace tiempo que estamos luchando, pero no hubo respuestas ni solución. Desde 2012 la causa se movió poco y nada", reconoció. Y si bien "siguen investigando la muerte de mi hija, la policía sigue diciendo que ella se suicidó", dijo en discordancia con la versión oficial que sostiene que la muchacha se habría ahorcado en la celda donde permanecía ilegalmente, ya que era menor de edad. Sobre el procedimiento de detención de aquel octubre de 2012, y de acuerdo a lo que pudo reconstruir este medio, la joven fue demorada por cuatro policías varones y dos mujeres por encontrarse en estado de ebriedad en la vía pública. Fue trasladada hasta la comisaría en un auto particular que sería de una policía: a esta mujer, apuntó Graciela, "no la dejaron testificar por el cargo que tenía". Tiempo después del acontecimiento, los padres de Natalia supieron mediante una conversación con el comisario de la sede apostoleña que "los policías tenían la orden de llevar a mi hija a casa. El comisario reconoció que ella estaba bien, que no estaba alcoholizada como dijeron en un principio, y que no sabe por qué hicieron eso", denunció con indignación la madre. Según pudo saber la familia, en el proceso de instrucción - que ahora pasó al Juzgado 5 de Alem- declararon un policía y una joven de 14 años que estuvo detenida el mismo día que la víctima. "La chica testificó que a Natalia la mataron, fueron testigos cuando ella se ahorcó", indicó Graciela, haciendo referencia a que quienes estaban de guardia no impidieron el trágico suceso. Relató que la familia recibió amenazas por parte de efectivos policiales y criticó que "siguen trabajando en la comisaría de Apóstoles. Me reconocen y se burlan. Es un abuso de autoridad lo que hacen", agregó con molestia. "Hace 12 años que mi hija no está más conmigo, ojalá que tengamos respuesta en la causa y que esto avance", manifestó Graciela. Persecución en Azara José Sequeira, padre de Facundo (18), joven que falleció en el 2017 mientras estuvo detenido en la comisaría de la citada localidad, cuestionó la poca celeridad en la causa y denunció en diálogo con este medio que los mismos efectivos que arrestaron y debieron vigilar a su hijo la noche de lo ocurrido "siguen trabajando y persiguiendo a los chicos del pueblo". El muchacho era un deportista reconocido de Azara que fue detenido el 9 de noviembre de 2017 y hallado sin vida en una celda, una hora después. Según consta en el informe policial de esa fecha, la causa de muerte fue ahorcamiento. No obstante, desde ese entonces la familia cuestionó y reclamó que se esclarezcan los hechos, debido a las irregularidades que, denuncian, ocurrieron el día de la detención. El motivo del arresto, de acuerdo a fuentes oficiales, fue una causa por violencia de género que radicó quien era la novia de la víctima en ese entonces. Lo trasladaron a la comisaría y, pasadas las 21, notificaron a la familia del fallecimiento de Facundo. Lo que pudo observar José luego de la autopsia al cuerpo fueron golpes y escoriaciones, por lo que denunció que su hijo fue maltratado el lapso que permaneció tras las rejas. Respecto de los avances en la causa que investiga las circunstancias del fallecimiento, el padre pudo saber que "lo archivaron", por lo que "tenemos intenciones de reunirnos dentro de poco con el juez, y si tenemos que viajar a Posadas para charlar con alguien, lo haremos", relató. Tras años sin novedades en el expediente, "seguimos peleando por lo que pasamos, porque nadie quiere vivir esto, y confiamos en la Justicia pero no hacen lo que tienen que hacer", denunció Sequeira. Por otro lado, acusó que los efectivos que trabajaron en la guardia del 9 de noviembre de ese año no fueron indagados y siguen ejerciendo en otras dependencias de Azara. También apuntó contra la fuerza provincial por persecución y amenaza a los adolescentes del lugar, especialmente a los de bajos recursos. "Persiguen a la gurisada del pueblo, los chicos nos cuentan cómo los maltratan. Se creen que por tener armas son mejores personas", apuntó el padre. Entre conmoción y búsqueda de respuestas, José expresó: "Quisimos bajar los brazos, pero por suerte mis demás hijos buscan animarnos y darnos fuerzas". Negligencia Exequiel Barboza (23) sufrió un paro cardíaco el 17 de octubre del año pasado mientras estaba detenido en la comisaría de San José. Sus familiares reclaman justicia y que se esclarezcan los hechos en torno a su detención y su muerte que, denuncian, fue consecuencia de prácticas negligentes y de tortura. Sara Escobar, su madre, detalló a El Territorio que aún no hubo avances en el trámite de recusación al juez Miguel Angel Faría de Apóstoles, al que reclamó: "Le negó la excarcelación a mi hijo, pero él no tenía antecedentes". La mujer cuestionó: "Todavía no entiendo por qué lo detuvieron ese día. Recuerdo que mi marido iba a llevarle comida y nos la devolvían, no se lo daban a Exequiel, también me dijo que lo encontró con el ojo negro, que lo habían golpeado", relató. Exequiel fue detenido por supuesto robo y confrontación con las autoridades. A los pocos días de estar en el calabozo, presentó episodios psicológicos críticos, por lo que lo atendieron en el hospital local y posteriormente en el Ramón Carrillo de Posadas. Cuando fue dado de alta el 15 de octubre, lo trasladaron nuevamente a la comisaría donde permaneció hasta el 17, cuando sufrió un paro cardíaco. Sobre los escasos movimientos en el proceso de investigación, Sara contó que "todo quedó parado porque lo derivaron al Juzgado de Instrucción 7 de Posadas. Pero la devolvieron de nuevo a Apóstoles y la recibieron hace pocos días". Desde el 3 de agosto de este año que no se actualiza el trámite de recusación, un recurso que pidió la familia para que Faría ya no sea el magistrado a cargo de la investigación. Por su parte. Miguel Ángel Barboza, padre de la víctima, reprochó en charla con este diario que "los policías que lo detuvieron siguen en funciones en el mismo pueblo. A mi hijo lo torturaron", sentenció. Falta de atención psicológica Los padres de Exequiel Barboza denunciaron el destrato que el joven recibió mientras padeció de crisis psicóticas durante su permanencia por 12 días en la comisaría de San José. La madre acusó: "Si sabían que mi hijo no estaba bien, ¿por qué no nos dejaron llevarlo a casa? Estaba en estado catatónico, rígido, no se movía". El chico recibió inyecciones en el hospital local y en Posadas. Sin embargo, las medicaciones en lugar de calmarlo agudizaron su estado de salud detalló la mujer. Incluso fue trasladado a la comisaría tras recibir el alta médica del Carrillo. En ese sentido, la abogada Mónica Sosa consideró que rechazar la excarcelación cuando la víctima estaba en estado psicológico crítico "fue negligente, se trató de un argumento insostenible". Explicó la letrada que "él no podía seguir estando en un calabozo, con policías actuando de enfermeros y estando cerca otros detenidos".
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