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» Elterritorio
Fecha: 20/10/2024 14:43
Tras la pérdida de un hijo, y gracias al apoyo de su madre, retomó las clases de folklore, se recibió y hace 8 años forma nuevos profesores en toda la provincia domingo 20 de octubre de 2024 | 6:05hs. Disitintos grupos se forman de la mano de Frediga en Iguazú. Existen pasiones que se llevan en la sangre, aunque muchas veces los caminos de la vida y los quehaceres diarios los dejen de lado. No obstante son esas pasiones las que muchas veces abren puertas e impulsan a seguir adelante ante adversidades y perdidas. Ariyubi Fedriga, oriunda de Puerto Iguazú, aprendió folklore durante su infancia y adolescencia y lo convirtió en su gran pasión. Si bien ella había cursado la carrera de danza folklórica, no se había recibido por su temprana edad, pero actualmente para resurgir recurrió a ese primer amor. Después de terminar los estudios secundarios, su vida siguió su curso: formó pareja, tuvo hijos, pero la vida la golpeó fuerte con el fallecimiento de uno de sus hijos. Esta situación la hizo perder el hilo y fue ahí cuando su madre la incentivó a retomar las clases y a bailar. Esa pasión fue la que la impulsa hasta hoy para formar a otros profesores e inculcar a los niños y adolescentes las raíces argentinas. En Iguazú hay varios profesores de folklore y la mayoría se recibió después que Ariyubi, incluso fue ella quien los terminó de formar para que pudieran alcanzar el título avalado por el Ministerio de Educación. Actualmente la mujer está al frente de la Academia Alaya, que no solamente enseña los ritmos de la cultura argentina, sino que expandió sus horizontes de manera tal que el año que viene implementarán una escuela de circo. Volver al primer amor “Yo de chica me formé en la Escuela Superior de Danzas Ermelinda de Oddonetto, pero no me recibí en ese momento porque era muy chica, seguí bailando pero con el tiempo formé mi familia, tuve hijos y dejé la danza. Con la perdida de un hijo, mi mamá me incentivó a retomar las clases y recibirme”, comenzó contando la profesora. “Entonces, averigüé y comencé a cursar en Eldorado, primero busqué acreditar mi formación anterior, pero mi madre no encontraba los certificados, así que cursé dos años y me comuniqué con la Escuela Superior, donde me ofrecieron rendir un acelerado. Así, me preparé tres meses para rendir cuatro años y me recibí. Mi mamá encontró los certificados una vez que ya había logrado el título”, contó Ariyubi Fedriga. Después de recibirse propuso a los nietos de Ermelinda de Oddonetto abrir una sucursal de la Escuela Superior de Danzas en Iguazú y ellos aceptaron. “Abrí mi academia y comenzamos a trabajar. Mi primera promoción fue de 40 profes, todos dictaban clases o estaban estudiando conmigo en Eldorado. Con el tiempo, a medida que se recibían, buscábamos la forma de abrir sede de Alaya en otras localidades, la primera fue en Andresito, hoy después de ocho años estamos en casi toda la provincia”, remarcó. Impulsar desde la frontera Fedriga notó un crecimiento en el interés de aprender folklore en los últimos tiempos por parte de los niños y adolescentes. El dato no es casual, ya que en Iguazú, zona de triple frontera, las influencias extranjeras son siempre fuertes y las márgenes se diluyen entre los países. En lo que va de su carrera Frediga formó a varios alumnos destacados, que han competido a nivel provincial y nacional como Abril Frías que compitió en el Campeonato Nacional de Malambo y también acompaño a su alumna Sofia Abregu, quien representó a Misiones el año pasado como Paisana Argentina, entre otros tantos alumnos que han participado en festivales nacionales e internacionales. “Yo no lucro con esto, yo formo, pertenezco y perduro. Alaya significa alegría de vivir en quechua”, exclamó la profe demostrando su pasión por el folklore. Fedriga lamenta que la ley de folklore no se aplique en todas las escuelas de Iguazú y de Misiones, teniendo en cuenta que hace parte del sentido de pertenencia de cada argentino. En Iguazú, funciona la Escuela Municipal de Folklore, donde el profesor Rosalino Jara enseña a niños, adolescentes y adultos. Cuenta con varios ballets, incluso uno compuesto por ‘mamis’. Tanto Ariyubi Fedriga como Rosalino Jara, ambos con sus equipos de profesores, son parte de la resistencia de las danzas folklóricas del país, día a día forman a niños y adolescentes, llevan como estandarte la cultura nacional en el Norte de la provincia de Misiones. Compartí esta nota:
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