Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • El falso pino: la casuarina

    » Diario Cordoba

    Fecha: 20/10/2024 14:39

    La casuarina es un árbol que suele presentarse como «pino austral» debido a su gran parecido con los pinos, especialmente por su porte piramidal y sus largos tallos colgantes en forma de aguja de color verde, que recuerdan a las hojas de los pinos. Sin embargo, esta similitud es engañosa. En el caso de la casuarina, esos «hilos verdes» no son hojas, sino tallos modificados. Si observamos con atención, notaremos que estos tallos están divididos en pequeños segmentos de donde brotan diminutas escamas blanquecinas, que son, en realidad, sus hojas reducidas. Lo más curioso es que en este árbol son los tallos, no las hojas, los responsables de realizar la fotosíntesis, lo cual es una solución evolutiva adaptada a las duras condiciones de su entorno natural. Este ingenioso mecanismo de supervivencia tiene que ver con la capacidad de la casuarina para adaptarse a su distribución geográfica. Originaria de Australia, el sudeste asiático, algunas islas del Pacífico occidental y el este de África, esta familia botánica, las Casuarináceas, ha logrado resistir suelos pobres en nutrientes y condiciones costeras adversas. Gracias a estas adaptaciones, la casuarina se ha convertido en un árbol de rápido crecimiento, resistente y capaz de adaptarse a nuevos hábitats y paisajes. A pesar de su parecido físico, la casuarina y el pino no están emparentados de manera cercana. El pino pertenece al grupo de las gimnospermas, árboles que no desarrollaron flores ni frutos durante su evolución. Sus órganos reproductores se encuentran en conos o piñas. En cambio, la casuarina es una angiosperma, un grupo de plantas que sí desarrollan flores y frutos, aunque en este caso, sus flores son pequeñas y poco llamativas. Las flores de la casuarina son unisexuales, es decir, existen flores masculinas y femeninas que crecen en espigas separadas en las ramas adaptadas para ello. Además, sus frutos se agrupan en pequeñas estructuras que se asemejan a piñas, lo que refuerza aún más su parecido superficial con los pinos. La casuarina se poliniza mediante el viento, lo que implica que sus flores masculinas deben liberar grandes cantidades de polen para asegurar que, al menos, una parte de ellos llegue a las flores femeninas de otros árboles, favoreciendo así la fecundación cruzada y la diversidad genética. Sin embargo, este polen es también responsable de ciertas preocupaciones de salud. Desde mediados del siglo pasado, se ha sospechado que el polen de la casuarina podría ser alergénico. Esta sospecha se confirmó primero en Australia y, posteriormente, en otros lugares donde el árbol ha sido introducido. Recientes estudios han registrado casos de personas alérgicas al polen de casuarina, aunque estas reacciones no suelen ser exclusivas a este tipo de polen, sino a una combinación de varios. En Europa, el árbol ha sido naturalizado en diversas áreas de la cuenca mediterránea, donde se adapta bien a los climas secos. En Andalucía, la especie más común es Casuarina cunninghamiana, originaria de Australia, que florece en otoño, precisamente por su origen austral, mientras que otras especies lo hacen en primavera. Su presencia es particularmente notable en la Costa del Sol, donde las condiciones climáticas son favorables para su desarrollo. En Málaga, por ejemplo, se estima que un 3% de la población presenta sensibilidad al polen de casuarina. A pesar de que sus concentraciones en el aire suelen ser bajas, en zonas donde este árbol está presente, como parques urbanos, puede provocar problemas en personas sensibles al polen de esta planta. En Córdoba, la casuarina también ha sido plantada como árbol ornamental en diversos espacios verdes. Los estudios sobre el polen en el aire revelan su presencia, sobre todo en otoño, cuando la floración se activa tras las primeras lluvias. Es en estos días soleados de otoño cuando los alérgicos pueden verse más afectados por su polen. Así que, durante nuestros paseos por la ciudad, podremos identificar estos «falsos pinos» que, además de despertar curiosidad por su peculiar aspecto, generan inquietud entre quienes sufren de alergias tras estas lluvias otoñales tan esperadas. Suscríbete para seguir leyendo

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por