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» Diario Cordoba
Fecha: 20/10/2024 13:25
Flora ha fusionado este domingo la cultura de Córdoba y la de la localidad gallega de Ponteareas, dos municipios que durante unas horas han estado hermanados por la realización y contemplación del proceso creativo de una alfombra floral. 24 personas de la Asociación de Alfombristas del Corpus Christe de Ponteareas se han trasladado a la ciudad califal para mostrar en directo la esencia de una tradición en un entorno patrimonial, la plaza del Potro, frente a dos museos y el Centro Flamenco Fosforito, donde han realizado su particular homenaje al pintor Julio Romero de Torres, en el 150 aniversario de su nacimiento. La alfombra, que inicialmente se iba a retirar hoy mismo, permanecerá por deseo del Ayuntamiento de Córdoba, más tiempo. En principio, si el material aguanta y no hay problemas, se dejará en la plaza unas 48 horas. La alfombra floral en homenaje a Julio Romero de Torres , en imágenes / Víctor Castro Bajo un sol radiante, las de Galicia (la mayoría eran mujeres) han realizado el minucioso trabajo que requiere una alfombra floral, compuesta por diferentes materiales, todos ellos naturales y extraídos de los montes gallegos para recopilar los colores que exigía el diseño realizado por la artista Carlota Pereira. Durante las más de cinco horas que ha durado la elaboración de la alfombra, gallegos y cordobeses han compartido charlas y risas, además de admiración por el patrimonio de unos y de otros. "Es impresionante cómo trabaja esta gente, con tanto mimo y la variedad de tonos que utilizan", comentaba una señora de Córdoba impresionada por la tarea, "además, no sé cómo aguantan esa postura tanto rato y con el calor que hace". Ese es el comentario general, el dolor que debe provocar la postura que exige la confección de la alfombra floral, sobre todo, teniendo en cuenta que la mayoría de las artistas tenían cierta edad. Elvira, de 88 años, trabajando en la alfombra de Julio Romero de Torres. / Víctor Castro Elvira Muñoz, la más veterana La más veterana es Elvira Muñoz, de 88 años, que luce como una flor después de horas doblada para colocar las semillas y pétalos por la alfombra. "Yo estoy estupendamente, nunca he tenido enfermedades graves, gracias a Dios, y no me duele nada, mi deporte ha sido siempre trabajar en el campo, desde niña, así que estoy acostumbrada". La tradición de Ponteareas tiene más de 200 años y se extiende por el pueblo y sus 24 aldeas. "En el Corpus, trabajamos por la noche y hay veces que acabamos a las diez de la mañana", comenta otra paisana. A Elvira, como al resto, la edad no les impide ir donde sea para mostrar la tradición que ha dado nombre a su tierra. "Hace poco, estuvimos en Lituania", explica salerosa, "me dijeron que era un viaje complicado porque está lejos y tal... pero yo dije que mientras mi cuerpo aguante, iré a todo". Proceso de elaboración de la alfombra floral en la plaza del Potro. / Víctor Castro Así es la gente de Ponteareas, dura y dulce a la vez. De eso da fe Luis, el marido de Charo, madrileño de nacimiento que no pudo dejar el pueblo de su mujer desde que la conoció. "Me lo advirtió un amigo, que no fuera a Galicia porque las gallegas son muy melosas y tenía razón", bromea mientras Charo lo mira entre risas. "Vino para trabajar en los accesos a Galicia hace cincuenta años, nos conocimos y hasta ahora". Viéndolo tan perfectamente encajado en la labor, nadie diría que no es del pueblo. Mientras ellos charlan con la gente de Córdoba, Miguel García, presidente de la asociación, va dando instrucciones y resolviendo dudas de los artesanos de la alfombra. "Estamos encantados de estar en Córdoba", admiten, "llegamos el viernes y hemos podido ver un poco Flora y la ciudad, es preciosa, lo bonita que es y lo bien que se come aquí, los más jóvenes se irán para trabajar el lunes, pero los mayores nos quedamos hasta el martes". Detalle de la alfombra, en la que hay semillas, maíz cortado, tuta, pétalos de buganvilla y otros materiales. / Víctor Castro Desde el público, un matrimonio que escucha la conversación, comenta, "estas son las cosas bonitas de Córdoba". Naturales de Zaragoza, jubilados, se compraron un apartamento en Córdoba para no perderse la agenda cultural de la ciudad y vienen cada dos por tres. "Es impresionante, hay de todo, a veces hay tanto que no sabes dónde acudir, nos encanta". Pues qué bien.
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