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» Data Chaco
Fecha: 19/10/2024 21:11
El Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama que se conmemora este 19 de octubre es una oportunidad para tomar conciencia sobre la importancia de la prevención y la detección temprana. Realizarse exámenes periódicos, llevar un estilo de vida saludable y conocer los antecedentes familiares son pasos fundamentales para cuidar la salud. En esta nota, te ofrecemos información clave y consejos prácticos que pueden marcar la diferencia para tu bienestar y el de quienes te rodean. La importancia de la detección temprana La detección precoz del cáncer de mama es una de las formas más efectivas de salvar vidas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuando se detecta a tiempo, las posibilidades de un tratamiento exitoso son mucho mayores. Los métodos más comunes para detectar el cáncer de mama incluyen: Autoexamen de mamas: Se recomienda que las mujeres, a partir de los 20 años, realicen un autoexamen mensual para familiarizarse con la forma y textura de sus senos. De esta forma, es más fácil identificar cualquier cambio inusual. Se recomienda que las mujeres, a partir de los 20 años, realicen un autoexamen mensual para familiarizarse con la forma y textura de sus senos. De esta forma, es más fácil identificar cualquier cambio inusual. Mamografía: A partir de los 40 años, o antes si existen antecedentes familiares, las mujeres deben realizarse mamografías anuales, ya que esta prueba es clave para detectar tumores en sus primeras etapas, incluso antes de que sean palpables. A partir de los 40 años, o antes si existen antecedentes familiares, las mujeres deben realizarse mamografías anuales, ya que esta prueba es clave para detectar tumores en sus primeras etapas, incluso antes de que sean palpables. Ecografías y Resonancias Magnéticas: En algunos casos, los médicos pueden recomendar pruebas adicionales, como ecografías o resonancias magnéticas, para un diagnóstico más detallado. ¿Cómo hacer un autoexamen de mamas? Realizar un autoexamen mensual es muy fácil y puede marcar la diferencia. Te dejamos una guía paso a paso para hacerlo correctamente: Frente al espejo: Con los brazos a los lados, observá tus senos para detectar cualquier cambio en su tamaño, forma o color. Luego, levantá los brazos y volvé a revisar si notas algo inusual. Con los brazos a los lados, observá tus senos para detectar cualquier cambio en su tamaño, forma o color. Luego, levantá los brazos y volvé a revisar si notas algo inusual. En la ducha: Levantá un brazo y con la mano opuesta, utilizá las yemas de los dedos para hacer movimientos circulares pequeños, comenzando desde la parte exterior del seno hacia el centro. Repetí este proceso en ambos senos y en las axilas. Levantá un brazo y con la mano opuesta, utilizá las yemas de los dedos para hacer movimientos circulares pequeños, comenzando desde la parte exterior del seno hacia el centro. Repetí este proceso en ambos senos y en las axilas. Acostada: Colocá una almohada bajo tu espalda y palpá tus senos con movimientos suaves, pero firmes. No olvides revisar la zona de las axilas. Prestá atención a señales como bultos, hundimientos, secreciones o cualquier cambio en la piel (piel de naranja). Si notás algo raro, consultá a un médico de inmediato. Estilo de vida saludable para reducir riesgos Si bien no existe una fórmula mágica para prevenir el cáncer de mama, ciertos hábitos pueden ayudarte a reducir el riesgo: Mantener un peso saludable: La obesidad está asociada con un mayor riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer, incluido el de mama. La obesidad está asociada con un mayor riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer, incluido el de mama. Realizar actividad física: Se recomienda al menos 30 minutos de ejercicio moderado al día. Mantenerse activa ayuda a controlar el peso y reduce el riesgo de cáncer. Se recomienda al menos 30 minutos de ejercicio moderado al día. Mantenerse activa ayuda a controlar el peso y reduce el riesgo de cáncer. Seguir una dieta equilibrada: Una alimentación rica en frutas, verduras, granos integrales y baja en grasas saturadas es fundamental para cuidar la salud. Una alimentación rica en frutas, verduras, granos integrales y baja en grasas saturadas es fundamental para cuidar la salud. Evitar el alcohol y el tabaco: Beber alcohol en exceso y fumar son factores que aumentan el riesgo de cáncer de mama. Limitá su consumo o, si es posible, evítalos por completo. Beber alcohol en exceso y fumar son factores que aumentan el riesgo de cáncer de mama. Limitá su consumo o, si es posible, evítalos por completo. Controlar el estrés: Practicar técnicas de relajación como el yoga, la meditación o la respiración profunda puede contribuir a mejorar tu bienestar general. Conocer los antecedentes familiares Si existen antecedentes de cáncer de mama en tu familia, es fundamental que lo comentes con tu médico. Las mujeres con antecedentes familiares cercanos tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. Dependiendo de la situación, el médico puede recomendarte pruebas genéticas o comenzar a realizar mamografías a una edad más temprana. Apoyo emocional y recursos disponibles El cáncer de mama no solo afecta el cuerpo, sino también el bienestar emocional. Para quienes han sido diagnosticadas o están preocupadas por su salud, contar con una red de apoyo es clave. Existen grupos de apoyo y fundaciones que brindan acompañamiento tanto psicológico como práctico a quienes atraviesan esta situación. En Argentina, la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (LALCEC) ofrece orientación, charlas y servicios gratuitos o a bajo costo. Notas Relacionadas
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