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  • Escuchar música después de una cirugía aceleraría la recuperación del paciente

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 18/10/2024 14:58

    Estudios recientes revelaron que escuchar música luego de una operación ayuda en la recuperación de nuestra salud El dolor postoperatorio es una de las preocupaciones recurrentes al despertar de una cirugía. Escuchar música, ya sea a través de auriculares o en una sala de hospital, ha demostrado tener un impacto significativo en la reducción del dolor que perciben los pacientes después de una intervención quirúrgica, lo que plantea nuevas posibilidades para el manejo del dolor postoperatorio. Reducción del dolor mediante la música Un reciente estudio presentado en el Congreso anual del Colegio de Cirujanos de Estados Unidos ha concluido que escuchar música puede disminuir la sensación de dolor que experimentan los pacientes después de una cirugía. Un grupo de investigadores, provenientes de la Facultad de Medicina de la Universidad de California Northstate, revisaron más de 3.700 estudios para analizar el impacto de la música en la recuperación quirúrgica, centrándose especialmente en aquellos que mostraban datos sobre la percepción del dolor. Los resultados son claros: los pacientes que escuchan música luego de una intervención presentan una reducción significativa en sus niveles de dolor, medidos mediante dos escalas científicas. En la Escala de Calificación Numérica, los pacientes reportaron una reducción del 19% en el dolor, mientras que en la Escala Visual Analógica, esta disminución fue del 7%. Esto demuestra que la música no solo tiene un efecto relajante, sino que podría ofrecer una forma adicional de controlar el dolor sin la necesidad de aumentar la dosis de analgésicos. Disminución de la ansiedad Los pacientes que escucharon música reportaron una disminución en los niveles de ansiedad (Imagen Ilustrativa Infobae) Después de una cirugía, no solo el dolor físico afecta al paciente, sino también la ansiedad que suele acompañar al proceso de recuperación. Para muchos, el despertar de la anestesia es un momento confuso y angustiante, y es en este punto donde la música puede aportar un papel clave. Según el estudio, escuchar música después de una intervención quirúrgica contribuye de manera significativa a la reducción de la ansiedad, ayudando a los pacientes a afrontar mejor los primeros momentos tras la operación. En los estudios revisados, los pacientes que escucharon música reportaron una disminución promedio del 3% en los niveles de ansiedad, una reducción pequeña pero importante según los estándares médicos. Los autores del estudio explican que este efecto tranquilizador de la música está relacionado con su capacidad para facilitar la transición entre el estado de anestesia y la vuelta a la conciencia plena. Durante este proceso, la música no solo actúa como una distracción, sino que también ayuda a los pacientes a sentirse en un entorno más familiar y seguro, lo que es crucial para reducir el estrés en una situación tan delicada. El impacto de la música en la ansiedad postoperatoria refuerza la idea de que el bienestar psicológico es tan importante como la recuperación física. Esto convierte a la música en una herramienta no invasiva y de fácil acceso que puede complementar otros tratamientos para el manejo del estrés y la ansiedad en entornos quirúrgicos. Uso menor de analgésicos Uno de los hallazgos más sorprendentes del estudio es que los pacientes que escucharon música después de una cirugía necesitaron significativamente menos analgésicos (Imagen Ilustrativa Infobae) Uno de los hallazgos más sorprendentes del estudio es que los pacientes que escucharon música después de una cirugía necesitaron significativamente menos analgésicos que aquellos que no lo hicieron. En concreto, el consumo de morfina, uno de los opiáceos más utilizados para aliviar el dolor postoperatorio, se reduce a menos de la mitad en aquellos que fueron expuestos a la música. Mientras que los pacientes que no escucharon música consumieron una media de 1.654 miligramos de morfina al día siguiente de la operación, los que sí lo hicieron necesitaron tan solo 0,758 miligramos. Este resultado es especialmente relevante en un contexto donde se busca reducir el uso de opiáceos debido a sus efectos secundarios y el riesgo de adicción. Los autores del estudio destacan que la música puede actuar como un analgésico complementario, ayudando a reducir la necesidad de medicamentos potentes. Esta disminución no solo mejora la calidad de vida de los pacientes al minimizar los efectos adversos asociados al uso prolongado de opiáceos, sino que también podría tener implicaciones importantes para el control de la crisis de los opioides que afecta a diversos países. El investigador principal, Shehzaib Raees, subrayó que, aunque no se puede afirmar que los pacientes se sienten menos dolor de manera objetiva, lo importante es que perciben que su dolor disminuye. Esta percepción es crucial, ya que el manejo del dolor postoperatorio no se basa solo en mediciones físicas, sino también en cómo los pacientes interpretan y viven su experiencia de recuperación. La música, al reducir el estrés y ofrecer una sensación de familiaridad, podría ser una herramienta poderosa para mejorar esta percepción y, por fin, disminuir el uso de analgésicos fuertes. Mejora de la frecuencia cardiaca El efecto de la música sobre la frecuencia cardíaca de los pacientes postoperatorios también ha sido uno de los aspectos claves (Imagen Ilustrativa Infobae) El efecto de la música sobre la frecuencia cardíaca de los pacientes postoperatorios también ha sido uno de los aspectos claves identificados en la investigación. Los pacientes que escucharon música después de la cirugía mostraron una reducción promedio de 4,5 latidos por minuto en comparación con aquellos que no lo hicieron. Esta disminución puede parecer mínima, pero según los investigadores es un dato crucial para la recuperación. Mantener la frecuencia cardíaca dentro de un rango saludable después de una cirugía es vital para que el cuerpo reciba la cantidad adecuada de oxígeno y nutrientes, lo cual es especialmente importante en las áreas del cuerpo que han sido operadas. Un ritmo cardíaco más estable y relajado permite que el sistema circulatorio funcione de manera más eficiente, promoviendo una recuperación más rápida y reduciendo la posibilidad de complicaciones. El profesor de cirugía Eldo Frezza, uno de los autores del estudio, señala que la música puede jugar un papel importante en este proceso, ya que ayuda a calmar el cuerpo y la mente sin requerir un esfuerzo físico o mental significativo. A diferencia de otras terapias que también buscan reducir el estrés, como la meditación o el yoga, la música es una herramienta pasiva que los pacientes pueden incorporar fácilmente en el entorno hospitalario, incluso en situaciones delicadas como la recuperación inmediata tras una operación. Evidencia científica revisada Para llegar a estas conclusiones, los investigadores llevaron a cabo una revisión exhaustiva de la literatura científica disponible sobre los efectos de la música en pacientes postoperatorios. En total, analizaron 3.736 estudios, pero centraron su análisis en los 35 que proporcionaron los datos más detallados y precisos sobre cómo la música influye en cuatro áreas claves de la recuperación: la reducción del dolor, la disminución de la ansiedad, el uso de analgésicos. y la frecuencia cardiaca. Este enfoque meticuloso permitió a los investigadores identificar patrones consistentes en los estudios revisados, mostrando que la música, independientemente del género o del tiempo de exposición, tiene efectos positivos medibles en la recuperación de los pacientes tras una cirugía. Aunque aún quedan interrogantes por resolver, como la duración óptima de la exposición a la música o los tipos de música más efectivos, la evidencia recopilada refuerza la idea de que la música puede ser una herramienta eficaz, no invasiva y económica para mejorar el proceso de recuperación quirúrgica. Raees, destacó que, aunque no todos los estudios controlan de manera precisa el tipo o la cantidad de música que los pacientes escuchaban, los resultados fueron consistentes en cuanto a los beneficios generales. Este punto sugiere que la música, como un estímulo auditivo que activa diversas áreas del cerebro, puede tener un impacto generalizado en el bienestar del paciente, ayudando a mejorar tanto su estado físico como emocional. Impacto psicológico La música tiene un fuerte impacto en el bienestar psicológico de los pacientes tras una cirugía (Imagen Ilustrativa Infobae) Además de los beneficios físicos, la música tiene un fuerte impacto en el bienestar psicológico de los pacientes tras una cirugía. El estudio reveló que los pacientes que escuchaban música se sintieron más calmados y experimentaron una transición más suave al despertar de la anestesia. Frezza explicó que muchos pacientes se sienten desorientados y asustados al salir de una operación, y la música puede ser clave para facilitar este proceso de “volver a la realidad”. Según Frezza, la música puede actuar como un ancla emocional que devuelve al paciente a un estado mental más familiar y reconfortante. Este efecto es particularmente importante en un entorno postoperatorio, donde la ansiedad y el miedo suelen ser elevados. La música no solo distrae al paciente de las sensaciones incómodas o dolorosas, sino que también induce una respuesta emocional positiva, lo que facilita la adaptación al nuevo entorno y las circunstancias posteriores a la cirugía. Para Raees, “la música reconforma y hace sentir al paciente como si estuviera en un lugar familiar”, lo cual es fundamental para la recuperación emocional. Aunque no todos los estudios han controlado el tipo de música escuchada, la evidencia sugiere que este impacto positivo se observa con distintos géneros musicales, lo que abre la posibilidad de personalizar la experiencia según los gustos individuales de los pacientes, maximizando así los efectos beneficiosos. Mecanismo biológico: la reducción del cortisol Uno de los mecanismos biológicos que explica cómo la música ayuda en la recuperación postoperatoria es la reducción de los niveles de cortisol, una hormona directamente relacionada con el estrés. El estudio destacó que escuchar música, tanto a través de auriculares como de altavoces, disminuye significativamente esta hormona en el cuerpo, facilitando la recuperación. El cortisol, conocido como la “hormona del estrés”, se libera en momentos de tensión física o emocional, como sucede tras una cirugía. Niveles elevados de cortisol pueden retardar el proceso de curación, ya que este afecta negativamente al sistema inmunológico, la presión arterial y la capacidad del cuerpo para sanar. Sin embargo, los investigadores han descubierto que la música actúa como un agente relajante, reduciendo el cortisol y, por lo tanto, favoreciendo el proceso de recuperación. Proyectos futuros: la música en entornos clínicos A pesar de los prometedores resultados obtenidos en los estudios revisados, aún queda mucho por explorar sobre el potencial de la música en el entorno quirúrgico. Por ello, el equipo de investigadores ya está planificando un programa piloto para evaluar de manera más precisa el uso de la música en la unidad de cuidados intensivos y en entornos quirúrgicos.

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