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  • "De lo que se me acusa es todo mentira, no maté a mi papá"

    » Elterritorio

    Fecha: 18/10/2024 04:32

    Julio Alberto De Jesús Chemes (34) se declaró inocente ante los jueces del Tribunal Penal Uno de Oberá, donde está siendo juzgado por el homicidio de Juan Ángel Chemes. Parte de su familia mantuvo la acusación hacia su ex pareja. jueves 17 de octubre de 2024 | 15:48hs. Julio Alberto De Jesús Chemes, único acusado por el homicidio de su papá. //Fotos: Cristian Valdez. La primera jornada de debate oral por el homicidio de Juan Ángel Chemes (73), que tiene a su hijo, Julio Alberto De Jesús Chemes (34), como único acusado, dejó al desnudo conflictivas relaciones familiares, resquebrajadas en muchos aspectos, con irreconciliables diferencias entre algunos de los 15 hermanos y a su vez, de varios de estos con sus padres. En ese contexto fue perpetrado el crimen, en la madrugada del 18 de marzo de 22 en el barrio Londín de Oberá, y entre los testimonios escuchados sobresalió el protagonismo del acusado y de quien en aquel momento era su pareja, Carolina Storch, conocida como la Porteña. Varios hermanos de Julio Alberto, que se presentaron como testigos, al igual que su propia madre, Gloria Sanabria, corrió del centro de la escena a su hijo y apuntó hacia esa mujer, conectando también al hermano de ésta, Alejandro Storch, menor de edad en aquel momento, pero quien pocas semanas antes del crimen había llegado desde Buenos Aires para instalarse en la casa de su hermana, a pocos metros de la casa de la víctima. El joven estuvo demorado en el inicio de la investigación, llegando a declarar en calidad de sospechoso, pero al recuperar la libertad se fue de Oberá, y si bien fue requerido para declarar las autoridades no lograron ubicarlo. En esos detalles se circunscriben varias de las declaraciones del día, la mayoría vertidas por parientes directos de la víctima y del acusado, que se escucharon en paralelo a las que colocan a Julio Alberto como posible autor. El común denominador es que en casi todas aparece mencionada la Porteña, que tuvo la oportunidad de defenderse y dar su versión ante los jueces, y lo hizo, exponiendo que vivió un infierno durante los años en que estuvo en pareja con Chemes, pero no por el hombre, sino por sus cuñadas que, según dijo, le hacían la vida imposible. Negó la evidencia El primero en declarar y despegarse de todas las acusaciones fue el propio imputado, que está en el banquillo para responder por homicidio agravado. "De lo que se me acusa es todo mentira, yo no maté a mi papá", se apuró en manifestar ni bien el juez Francisco Aguirre le cedió la palabra. En esa línea negó que con su pareja (Porteña) maltrataban a los hijos, negó que andaba armado, negó haber amenazado de muerte a su padre y también negó haber sido protagonista de una relación familiar conflictiva. "No nos llevábamos mal con papá, todo lo que se dijo es mentira", añadió y sobre eso amplió: "Le decía las cosas porque él laburaba en la chacra, criaba a los animales y venían los hermanos y llevaban todo como si fuera de ellos, y nunca le dejaban nada. Por eso digo, no eran discusiones ni reclamos porque yo siempre laburé". Sostuvo que por esa situación "al final me aparté de todos porque los hermanos le sacaban lo poco que tenía", aunque al momento de explicar el motivo por el cual varios de sus familiares lo acusan, expuso: "Si les digo, les miento". Sobre el final Julio Alberto insistió que "no maté a mi padre", y admitió que desde que se acompañó con la Porteña la relación con su familia cambió: "No le agradaron desde que me acompañé con ella, le tenían envidia, celos, no sé por qué", dijo, negando además que su padre haya intervenido por supuestas agresiones intrafamiliares o situaciones de abandono. De todas maneras, su relato de los hechos y lo que hizo antes y después del horario en que fue cometido el homicidio, estuvo marcado por varias contradicciones en relación a lo que mencionaron otros declarantes. Sumó sospechosos Su hermana, Ángela Chemes, ratificó lo que viene sosteniendo gran parte de la familia: que el problema de fondo tuvo que ver con el maltrato que el acusado y su entonces concubina imponían a sus hijos. Frente a los jueces dijo que "no es solo mi hermano el culpable. Él se hace cargo de todo para salvar a su ex mujer, al cuñado y a mi hermana Milagros, todos ellos tenían que estar acá y ser condenados por el crimen". Precisamente, desde un primer momento los Chemes apuntaron las sospechas hacia esas cuatro personas, aunque la justicia de Instrucción sólo halló elementos contra el imputado que está siendo juzgado. "Mi ex cuñada fue la cabeza de todo. El hermano de ella tenía que estar acá como acusado, y mi hermana Milagros también es responsable", insistió Ángela, alertando que "desde hace un año no sabemos nada de ella y también era amenazada por la Porteña, queremos saber si está viva y dónde". La viuda apuntó a su ex nuera Gloria Sanabria, mamá del acusado, hizo un pormenorizado relato de la vida de Juan Ángel, a quien calificó con "buena persona, trabajador, siempre alegre" y admitió que en los últimos meses previo al crimen vivieron varias "situaciones incómodas", tal como calificó a las "discusiones con la señora de él (por su hijo), porque ella quería que se peleen entre los hermanos y le mandaba a él a enfrentarme a mí, pero nunca lo hizo poque decía que no le importaba el chismerío ajeno". La mujer relató que hacía seis meses que el acusado no hablaba con su padre, luego de una situación de violencia en la que el primero intentó agredirlo y ella debió intervenir. Contó que la madrugada previa al crimen Julio Alberto y la Porteña discutieron fuerte y que ella oró "pidiendo a Dios que calme la cabeza y corazón de mi ex nuera, de mi hijo, para que no peleen tanto", luego -dijo- se durmió y cuando despertó su esposo ya no estaba en la casa, porque salía de madrugada rumbo al trabajo en el Jardín de los Pájaros, al que jamás llegó porque fue asesinado en el camino, y su cuerpo descartado en un monte cerca de su casa. Sanabria recordó que su ex nuera, la Porteña, semanas antes del crimen, amenazó de muerte a su esposo: "Yo a vos te voy a matar, le dijo, apuntándole con el dedo como si estuviera sosteniendo un arma de fuego. Fue la última amenaza que recibió", aseguró, y negó que el acusado haya amenazado al padre en algún momento, más allá de admitir un par de fuertes discusiones. "La que amenazaba era ella, de mi hijo nunca escuché, más allá de las dos veces que fue a enfrentar al papá por una serie de malentendidos en los que intervine y terminó ahí", manifestó la mujer, y en ese punto trajo a escena al hermano de la Porteña, que "vino de Buenos Aires poco antes del hecho y como era menor no lo detuvieron", asegurando que la ropa hallada por los investigadores en un balde con lavandina "era del menor, no era de mi hijo", explicando que llegó a esa conclusión porque "había una alpargata de talle 37 o 38 y mi hijo calza 42". "No sé qué quieren de mi" Carolina Storch, ex pareja del acusado, recordó que la madrugada del crimen el hombre "salió entre 6:25 y 6:30 de la mañana, me dijo que se iba a cobrar, y que no iba a trabajar", negando haber estado discutiendo cómo refirió su ex suegra. "Como pareja nos llevábamos bien, salíamos los fines de semana, con los chicos era todo alegría en la casa", dijo la Porteña, y aclaró que "con la familia de él no nos llevábamos porque querían que siga el rumbo de ellos y yo tengo otra forma de crianza, aprendí que hay que estudiar y trabajar, no esperar todo de mis padres; y ellos querían eso, por eso eran los conflictos". "Nunca se llevaron bien conmigo, no me querían, yo tampoco quería problemas con ellos por eso no me metía, aunque ante cada problema que tenían me involucraban", apuntó. "No sé qué quieren de mí, es absolutamente injusto porque además nunca le importó la vida ni la salud de sus nietos. Los problemas eran con Milagros Chemes, pero se agarraban siempre conmigo". Mañana, alegatos y sentencia El Tribunal Penal Uno de Oberá está integrado por los magistrados Francisco Aguirre, Horacio Paniagua y Jorge Villalba (subrogante). El fiscal Elías Bys está a cargo de la acusación, y los defensores particulares Axel Demonari y Alexander Pona defienden los intereses de Chemes. Para mañana se prevé en primera instancia la declaración de un testigo, ex patrón de Chemes, que pese a haber sido citado no compareció esta mañana, motivo por el cual será llevado por la fuerza pública, y finalmente los alegatos de las partes y sentencia.

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