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  • Caso Fabricio Bermani: el crimen del soldado que sigue conmoviendo

    Chajari » Elespejorevista

    Fecha: 17/10/2024 14:50

    17 octubre, 2024 Estela Rolando y Omar Bermani son los padres de Fabricio. En esta nota de EL ESPEJO recuerdan lo sucedido con su hijo y cuentan cómo han vivido estos ocho años y de qué manera intentan recomponer su vida. ESTELA ROLANDO Y OMAR BERMANI – PADRES DE FABRICIO BERMANI. Por Claudia Cagigas Si enfrentar la muerte de un hijo es el hecho más terrible que pueda enfrentar un ser humano, hay una circunstancia aún más tremenda: que ese hijo haya sido asesinado. Nadie está preparado y nadie sabe cómo reaccionará o que sucederá con su vida a partir de esa instancia. Omar Bermani y Estela Rolando son los padres de Fabricio Bermani, el soldado asesinado en el puesto 4 del Regimiento de Caballería de Tanques 7 de Chajarí (RCTan 7), en la madrugada del domingo 19 de junio de 2016, mientras cumplía con su guardia. Lo asesinaron a sangre fría: un tiro certero en la nuca, luego de hacerlo caminar unos 400 metros hacia la ruta… Tras pasar el alambrado que divide el predio del Regimiento con la Ruta Provincial N°2, Fabricio fue obligado a acostarse boca abajo,con las manos extendidas hacia adelante y lo ejecutaron a sangre fría de un tiro en la nuca desde una distancia aproximada de entre uno y dos metros. Hablar con sus padres es sencillo, pero no tanto. Es gente que en estos ocho años se ha curtido y pueden contar lo sucedido, pero el dolor está presente y probablemente estará de por vida. Sin embargo, Estela y Omar tienen algunos pilares en los que apoyarse: la Justicia que obró y condenó a los responsables del crimen; el eterno cariño y reconocimiento que Fabricio sigue cosechando entre sus compañeros del Regimiento y del fútbol (era arquero del Club La Florida), de la familia y la comunidad en general. Por el crimen de Fabricio el Tribunal Oral Federal de Concepción del Uruguay condenó a Brian Escobar a 15 años de prisión, a Antonio Escobar a 12 años de prisión (padre de Brian) y a Nélida Leiva (madre de Brian) a cuatro años y seis meses de prisión por encubrimiento. Sin embargo, la semana pasada la Justicia atendió el reclamo de la familia de Fabricio y amplió la pena de los Escobar a 20 años de prisión cada uno. Veinte años de prisión no era exactamente lo que los papás de Fabricio querían. Ellos, a través de sus abogados, pedían cadena perpetua. Sin embargo, no están del todo disconforme con la ampliación de la pena. FABRICIO BERMANI – SOLDADO ASESINADO EN 2016 EN EL REGIMIENTO DE CHAJARI. Lo que se sabe A través de una exhaustiva investigación policial y judicial, se pudo determinar quiénes fueron los asesinos, pero no así el móvil del crimen. Aunque el fal de Fabricio nunca apareció ni tampoco el arma 380 conque lo mataron, hay muchas pruebas que sirvieron para condenar a los Escobar. El chaleco reglamentario que Fabricio llevaba apareció quemado en la casa de los Escobar. El automóvil Chevrolet Corsa con el calco de San La Muerte, propiedad de Nélida Leiva, fue visto esa noche en la escena del crimen. Y, por si fuera poco, hubo soldados que declararon que unos pocos días antes del asesinato, Brian Escobar les había ofrecido un arma 380 que tenía la numeración limada. ANTONIO Y BRIAN ESCOBAR. LOS ASESINADOS DE FABRICIO, CONDENADOS A 20 AÑOS DE PRISIÓN. Lo que no se sabe Por qué mataron a Fabricio es un misterio, aunque hipótesis hay varias: que entraron a buscar droga, que entraron a buscar municiones, que entraron a robar su fal… Los padres descreen de esta última hipótesis; para ellos hay algo mucho más pesado detrás, lo cual nunca pudo ser develado… Hay un dato llamativo: tiempo antes Fabricio había manifestado sus intenciones de dejar el Ejército, pero como era muy reservado, nunca había contado los motivos. La familia supone que probablemente estaba en conocimiento de cuestiones que no le gustaban. Incluso, diez días antes de ser asesinado, le había pedido a su hermana Cristal que le confeccione un curriculum para presentar y buscar trabajo en otro lado. Pero Fabricio iba a ser papá. Camila, su pareja, estaba embarazada y necesitaban contar con una obra social… Arrecostarse al destino Omar cuenta que a veces siente algo de culpa porque aconsejó a Fabricio demorar el retiro, al menos hasta que su hijo nazca. Sin embargo, sabe que no tiene culpa alguna y que probablemente las cartas estaban echadas… “No puedo entender lo que pasó. Él fue buen compañero, buen soldado, buen hijo, buen hermano, no alcanzó a ser padre pero seguro que iba a ser un buen padre. Pienso que no podemos fallarle con odios y rencores. Prefiero busca la explicación por el lado del destino, arrecostarme al destino y pensar que el de Fabricio, lamentablemente era ese. No queremos ese destino, pero así fue. Cuando pasó lo que pasó sus compañeros, no menos de 15, se tatuaron un guante o su nombre o hicieron estampitas, camisetas. Hubo torneos de fútbol en nombre de Fabricio y un montón de cosas… Entonces nosotros no podemos seguir con odio. No estamos bien, pero esas demostraciones de afecto son caricias al alma. Me queda el orgullo de lo que él fue, de cómo uno lo crio y cómo fue conduciendo su vida”, dijo Omar Bermani en el programa EL ESPEJO (Canal 2 de ItelTv y Radio 91.9). Estela Rolando, la mamá de Fabricio, tiene una personalidad diferente. Más estancada en el dolor y la rabia, como ella misma reconoce, no puede encontrar la paz. “Ellos me sacaron una parte importante de mi vida y no se los voy a perdonar nunca, más allá de que Nélida Leiva pidió perdón en una audiencia, no le creo nada”, dijo en EL ESPEJO. Estela se aferra mucho a su marido, quien la “baja a tierra” y la ayuda “a recapacitar un poco”. Está un poco enojada con Dios. Obtiene cobijo en su familia, en Alexander (su hijo mayor), en Cristal (su hija menor), en su nieto Fabricio (hijo de Fabricio), en Omar, en el resto de la familia y en un montón de amigos. AQUÍ PODÉS VER LA NOTA COMPLETA CON ESTELA ROLANDO Y OMAR BERMANI Fabricio Bermani, una huella profunda Fabricio estuvo dos años en el Regimiento de Chajarí y dejó una huella profunda, no sólo por su muerte trágica sino por lo que él fue en vida. Unos meses antes lo habían elegido mejor compañero. Luego del asesinato pusieron su nombre a una calle interna del Regimiento y este año, en el Día del Soldado Voluntario, se dio su nombre al Rancho de Tropas. ¿Sirven esos gestos para suavizar el dolor de la familia? “Sirven”, dijo su papá. “Recordarlo es remover las heridas, pero sirve. Nosotros pasamos todos los días por el Regimiento y vemos al fondo el salón que lleva su nombre. Incluso, cuando pasamos de noche, vemos la lucecita prendida debajo de la placa y nos pone bien. Son gestos que ayudan”. Omar y Estela son padres que, como tantos otros, han enfrentado la pérdida de un hijo de una manera terrible. Se mantienen unidos, se mantienen de pie y tuvieron la entereza de presenciar todas las audiencias escuchando cosas que nunca hubieran querido escuchar. Los asesinos jamás declararon, se negaron; nunca explicaron lo que hicieron ni por qué lo hicieron. Omar optó por no mirarlos a la cara, por temor a salirse de sus controles, reaccionar mal y que lo saquen de la sala. En cambio, Estela los miraba desafiante, sufriendo en el alma los “gestos burlones” que advertía. Su marido le había prohíbo llorar “para no darles el gusto”. Pero el día que escuchó la primera sentencia, se quebró, no pudo más, lloró por considerarla insuficiente y por sentir que la vida de su hijo “valía demasiado poco para los jueces”. Hoy, que esa condena se amplió a 20 años, está un poco más conforme, aunque esperaba perpetua… La Justicia no devuelve la vida. Pero sin lugar a dudas, ayuda a calmar un poco las heridas. Y si a esto sumamos el inmenso cariño que la región demostró y demuestra al recuerdo de Fabricio y a su familia, sin lugar a dudas que actúa como un bálsamo a tantas almas rotas…

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