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  • “En La Casona, el cliente entra como comensal y sale como amigo” – Francisco “Pancho” Mazza

    Concordia » Despertar Entrerriano

    Fecha: 17/10/2024 11:20

    En esta edición N° 41 de “Conociendo a distintas empresas de Concordia”, exploramos la historia de La Casona, un restaurante con más de 40 años de trayectoria que ha sabido adaptarse y mantenerse como un ícono en la ciudad. Conversamos con Francisco “Pancho” Mazza, quien lidera este querido negocio familiar, sobre los inicios, los desafíos y la esencia que ha hecho de La Casona un lugar tan especial. Entrevista: ¿Cómo y cuándo comenzó la historia de La Casona? “La Casona abrió sus puertas en mayo de 1981, pero la historia comienza un poco antes. Vivíamos en Mar del Plata y, por esas circunstancias de la vida, decidimos volver a nuestra ciudad natal, Concordia. Nos encontramos con una casa vieja en la calle Bernardo de Irigoyen, una construcción antigua, con rejas y pisos de madera. La casa tenía un aire muy particular y la gente del barrio empezó a llamarla ‘La Casona’. Así, sin pensarlo mucho, quedó ese nombre para el restaurante. Desde el inicio, nos enfocamos en ofrecer comida casera a un público muy específico: viajantes, visitadores médicos, gente que venía por trabajo y necesitaba un buen almuerzo.” ¿Cómo surgió un restaurante gastronómico? “La gastronomía viene de mi abuela, quien tenía un restaurante en la calle Hipólito Yrigoyen. Ella me enseñó a cocinar, me transmitió su sabiduría para hacer las salsas, las pastas, las milanesas. De chico, siempre estuve metido en la cocina y aprendí a valorar el esfuerzo y la dedicación que requiere este oficio. Cuando mi abuela se enfermó y dejó de trabajar, me quedé con sus recetas y consejos. De ahí nació mi pasión por la gastronomía, y con esa misma energía abrí La Casona, buscando siempre mantener viva esa tradición familiar.” ¿Cómo es el trabajo en La Casona hoy en día? “Actualmente, el negocio sigue siendo 100% familiar. Trabajo con mi esposa y mis tres hijas. Mi señora está encargada de la caja y las facturaciones, mientras que mi hija mayor se ocupa de la cocina, ayudándome a preparar los platos. Por temas de salud tuve que delegar parte del trabajo, pero sigo en la cocina todas las mañanas, preparando todo. Mis otras dos hijas, Manuela y Valentina, son las encargadas de atender el salón. A lo largo de los años, el equipo ha cambiado, pero siempre ha sido una empresa familiar, y eso es algo que valoramos mucho.” ¿Cómo ha cambiado el hábito de consumo en tu restaurante a lo largo de los años? “El consumo ha cambiado muchísimo desde que abrimos en los años 80. Al principio, hacíamos platos más tradicionales, como sopas, guisos y albóndigas. Recuerdo que en aquellos años, todo el mundo tomaba sopa, incluso en verano. Pero hoy en día, los gustos han cambiado y la gente busca platos más ligeros. La milanesa se ha convertido en nuestro plato estrella, tenemos 13 variedades diferentes y siempre intentamos hacerlas lo mejor posible para que los clientes vuelvan. Nos adaptamos a los tiempos, escuchamos a nuestros clientes y evolucionamos con ellos.” ¿Cuál ha sido el mayor desafío que enfrentaron como negocio? “La economía siempre ha sido nuestro mayor desafío. Cada crisis económica en el país nos ha obligado a reinventarnos y adaptarnos, ya que la gastronomía es un sector muy sensible a estos cambios. La pandemia fue, sin duda, el golpe más duro que sufrimos. Tuvimos que cerrar las puertas durante meses, y como la mayoría de nuestros clientes son viajeros y visitadores médicos, nos afectó muchísimo que no pudieran entrar a la ciudad. Sin embargo, logramos mantenernos de pie, adaptándonos al delivery y reestructurando la forma en que trabajamos.” ¿Cómo describirías la esencia de La Casona? “La Casona es un lugar donde el cliente siempre será bien recibido, como si fuera parte de la familia. Nos gusta decir que los clientes entran como comensales y salen como amigos. Eso no es solo un dicho, es una realidad. Muchas veces, los clientes entran a la cocina a saludarme, algo que no ves en todos lados. Esa cercanía y calidez es lo que define a La Casona. Nuestra prioridad siempre ha sido ofrecer una buena comida, pero también una atención cercana y personalizada.” ¿Qué te ha dejado de gratificante trabajar en La Casona durante tantos años? “Lo más gratificante de trabajar en La Casona es ver a nuestros clientes satisfechos, y sobre todo, ver cómo muchos se han convertido en amigos. Tenemos clientes que vienen a comer aquí desde hace 40 años, y eso es algo que no tiene precio. Es una satisfacción enorme saber que hemos creado un lugar que es parte de la vida de tantas personas. Además, me llena de orgullo ver cómo mis hijas se han involucrado en el negocio, asegurando que La Casona siga adelante por generaciones.” ¿Qué consejo le darías a alguien que quiera dedicarse a la gastronomía? “Mi consejo es simple: si no amas la gastronomía, no te metas en este rubro. Este trabajo es para gente que tiene pasión, que no le importa levantarse temprano y estar todo el día en la cocina. Yo llevo más de 40 años en esto y todavía me levanto con ganas de cocinar, de atender a mis clientes y de mejorar cada día. La gastronomía es un oficio que demanda mucho, pero si lo amas, no se siente como un trabajo.” Te invitamos a ver la entrevista completa en “Conociendo a…” disponible en nuestro canal de YouTube: Despertar Entrerriano.

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