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» Diario Cordoba
Fecha: 17/10/2024 09:57
El grupo industrial vasco Sidenor maniobra para tomar el control de Talgo a través de una operación de compra “parcial a total” del grupo ferroviario, y en la que se involucrarán directamente tomando participaciones accionariales el Gobierno central -a través del holding estatal SEPI- y el Ejecutivo vasco -mediante el fondo público Finkatuz-, y la que puede acabar sumándose también Criteria, el brazo inversor de la Fundación LaCaixa. El objetivo es dar estabilidad y blindar una compañía que se considera estratégica, y pretende hacerse sumando socios sólo nacionales. Moncloa y Gobierno vasco habían sondeado a varios grupos industriales para entrar como grandes accionistas de Talgo, después de que el Consejo de Ministros vetara la opa del grupo húngaro Magyar Vagon por razones de seguridad nacional dadas sus vinculaciones con Rusia y una vez que ha quedado aparcada la propuesta de fusión de la compañía checa Skoda. Ahora Gobierno central y vasco bendicen abiertamente la opción de que el grupo siderúrgico Sidenor, comandado por José Antonio Jainaga, tome el control de Talgo y lo ven como una garantía clara para dar estabilidad a la compañía y para afrontar el principal problema que arrastra, el de aumentar su capacidad producción para atender los pedidos récord de nuevos trenes que acumula. Que lidere la propia Talgo "Es importante que estén saliendo ofertas por parte del sector privado, con empresas efectivamente solventes, de marcado carácter industrial y nacionales, ya que es uno de los grandes objetivos que tenemos siempre para nuestras empresas estratégicas, como es el caso de Talgo”, ha subrayado el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que ve crucial el interés de Sidenor para “conseguir asegurar esa viabilidad a largo plazo, estabilidad en el accionariado, y que garanticen que se den las inversiones necesarias a futuro". Cuerpo ha confirmado la disposición del Gobierno de “acompañar y ayudar” para alcanzar una “solución viable a largo plazo y de estabilidad en el accionariado” del fabricante ferroviario. El ministro, no obstante, ha avisado que todo el proceso para reordenar y estabilizar su capital lo “debe liderar la propia empresa con sus accionistas”. El Gobierno vasco también confirma su intención de participar en una operación conjunta y entrar en el accionariado de Talgo, pero reclama que haya garantías de empleo y de arraigo industrial en Euskadi. El consejero vasco de Industria, Mikel Jauregi, aplaude el interés de Sidenor para blindar Talgo, y ha confirmado que el Ejecutivo autonómico está "dispuesto a ayudar" en la operación si se cumplen una serie de condiciones “imprescindibles”: un proyecto “sólido y de futuro industrial para Talgo", que se "posibilite el arraigo de Talgo en Euskadi" y que se asegure "una mejora del empleo industrial". "Si estas condiciones se dan, desde el Gobierno vasco apoyaremos esta operación y esta opción", ha sentenciado el consejero. Compra “total o parcial” Los Gobiernos central y vasco impulsan abiertamente el plan alternativo para dar estabilidad accionarial a Talgo sólo con socios nacionales y facilitar la salida como accionista del fondo estadounidense Trilantic (que controla directamente menos de un 30% del capital del fabricante de convoyes de tren, pero que es socio mayoritario del consorcio Pegasus que tiene un 40,03% del grupo). Talgo confirmó este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) haber recibido del grupo vasco Sidenor una "carta de manifestación de interés" confirmando que está considerando lanzar una oferta pública de adquisición (opa) total o parcial por el fabricante de trenes. La legislación obliga a presentar una opa por el 100%, con una oferta a todos los accionistas, si se supera la cota del 30% de una compañía cotizada en bolsa. La operación en ciernes pasa por articular una compra de Talgo a varias bandas, en la que el grupo siderúrgico Sidenor llevaría la voz cantante y tomaría la mayor participación, pero en la que también participaría directamente el Gobierno a través del holding público SEPI y también el Gobierno vasco. La pretensión de Moncloa es dar entrada también al gigante financiero Criteria, brazo inversor de la Fundación LaCaixa, que se ha mostrado dispuesto a ayudar en dar una salida a Talgo siempre que hubiera un socio industrial liderado la operación. La operación avalada por Moncloa y Gobierno vasco busca reordenar el accionariado de Talgo e impulsar la compañía de la mano de un nuevo socio industrial que ayude a resolver uno de los grandes problemas que arrastra la compañía: el de no tener capacidad suficiente en sus factorías para atender el récord de pedidos de trenes que acumula. Por eso resulta imprescindible que la operación esté comandada por un grupo industrial que aporte esas capacidades.
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