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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 17/10/2024 09:14
Comprar un auto usado puede ser una opción atractiva para muchos, ya sea por el ahorro que representa o por la posibilidad de acceder a un vehículo de gama superior a un precio más asequible. Sin embargo, esta decisión no está exenta de riesgos, y son varios los aspectos que deben evaluarse para evitar futuros problemas mecánicos o financieros. Desde Despertar Entrerriano, consultamos a los especialistas de la agencia de autos «Autostand», y al equipo de la mecánica «San Antonio», dos lugares de nuestra ciudad, quienes compartieron su experiencia sobre los puntos clave a tener en cuenta al comprar un vehículo de segunda mano. Uno de los primeros factores que suelen revisar los compradores es el precio del vehículo. Sin embargo, este debe ser evaluado en relación con otros aspectos importantes, como el kilometraje, el estado general y las condiciones de uso del auto. Desde la mecánica, destacaron que “el precio es el punto de partida, pero no puede ser el único criterio. El kilometraje y el estado de conservación juegan un rol fundamental, sobre todo si el comprador está pensando en una futura reventa”. Los autos con un kilometraje elevado suelen implicar mayores costos de mantenimiento, algo que podría erosionar las ganancias si el vehículo se revende. La antigüedad también es un aspecto relevante. “Siempre recomendamos que el auto no supere los cinco años de uso, ya que a partir de ahí, los costos de mantenimiento comienzan a aumentar significativamente. Un modelo reciente no solo es más eficiente, sino que también es más fácil de revender sin perder mucho valor”, señalaron desde «Autostand». Esto es especialmente importante si se busca conservar un buen valor de reventa, lo que dependerá no solo del estado del auto al momento de la compra, sino también de la marca y el modelo. “Algunas marcas tienen mejor valor de reventa que otras, por lo que al venderlo más adelante, podés incluso recuperar una buena parte de tu inversión”, explicaron. Desde la mecánica, por su parte, se destacó la importancia de hacer un chequeo general antes de concretar la compra. “Nosotros ofrecemos un servicio completo que incluye un diagnóstico por imagen, el cual revisa todos los módulos del auto para detectar posibles problemas electrónicos o fallos que uno no ve tan fácil. Este tipo de control es esencial para asegurarse de que no haya desperfectos que el comprador no pueda ver a simple vista”, comentaron. Además, recalcaron que es común encontrar autos cuyos kilómetros han sido adulterados, algo que no es fácil de detectar sin un examen técnico. “Reducir el kilometraje de un auto es una práctica bastante extendida, y muchos compradores no se dan cuenta hasta que empiezan a tener problemas mecánicos. Por eso, es fundamental que un profesional realice una inspección a fondo”, agregaron. Otro aspecto crucial que señalaron desde «San Antonio» es el estado del motor y la carrocería. “El desgaste del motor puede no ser visible para un ojo inexperto, pero un mecánico especializado puede detectar señales de problemas más profundos. Lo mismo ocurre con la carrocería: una reparación mal hecha puede ocultar daños estructurales que afecten la seguridad del auto”, advirtieron. En este sentido, recomendaron realizar una prueba de manejo para evaluar el comportamiento del vehículo y verificar que no haya ruidos extraños, vibraciones inusuales o falta de respuesta en el motor. Además del estado mecánico, el uso previo del auto es un factor determinante. Desde «Autostand» explicaron que “no es lo mismo un auto que ha sido utilizado para trayectos cortos en la ciudad que uno que ha trabajado en el campo o ha sido taxi”. Los autos sometidos a un uso intensivo suelen mostrar signos de desgaste en partes como el volante, los pedales o los asientos, especialmente si están cubiertos de cuero o tela. “Si observás un desgaste excesivo en estos componentes, es probable que el vehículo haya sido sometido a un uso exigente, lo que puede reducir su vida útil”, añadieron. Un tema que muchas veces se pasa por alto es el estado de las cubiertas. Aunque las cubiertas pueden parecer un detalle menor, su reemplazo representa un costo considerable. Desde «Autostand» hicieron hincapié en esto: “Las cubiertas en mal estado no solo afectan la seguridad del vehículo, sino que también son un gasto importante que vas a tener que afrontar poco después de comprar el auto. Revisarlas antes de la compra es esencial”. Si las cubiertas están desgastadas, podría implicar una inversión adicional inmediata, algo que es importante considerar en el costo total de adquisición del auto. Finalmente, ambos especialistas coincidieron en que el historial de mantenimiento del vehículo es un documento que no puede faltar. Los autos que han cumplido con sus services regulares suelen estar en mejor estado general y presentan menos problemas a largo plazo. “Siempre pedimos el carnet de servicios antes de hacer una compra, porque te da una idea clara del cuidado que ha recibido el auto. Si el vehículo ha tenido un mantenimiento regular, es probable que su estado sea mucho mejor que el de uno que no lo ha tenido”, aseguraron desde «Autostand». En conclusión, comprar un auto usado puede ser una opción ventajosa, pero requiere de una evaluación exhaustiva y el asesoramiento adecuado. Contar con el respaldo de un mecánico de confianza y revisar todos los aspectos mencionados es la clave para evitar sorpresas desagradables y asegurar una compra exitosa. Fuente: Despertar Entrerriano
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