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Federal » El Federaense
Fecha: 17/10/2024 04:52
En un movimiento político inesperado, Macri decidió ceder a la presión ejercida por Milei, contribuyendo con los votos de sus diputados para ratificar el veto a la ley de financiamiento universitario. La noticia se había vuelto un asunto delicado en la Casa Rosada, donde el silencio prolongado del ex presidente había generado nerviosismo y avivó rumores sobre una posible derrota del oficialismo. Macri, quien había mostrado reticencia a involucrarse en la política activa durante varios años, demostró que su influencia en el Congreso sigue siendo vital para Milei. A pesar de las presiones provenientes de las universidades, donde varios diputados del PRO fueron instados a rebelarse, la mayoría se alineó tras la decisión del ex presidente, dejando a algunas figuras del partido aisladas. Un control férreo Se percibe un control absoluto de Macri sobre su bancada: al menos 30 de los 38 diputados esperaron su señal antes de pronunciarse, evidenciando la fuerza que aún ejerce en el bloque. Aun cuando algunos de sus correligionarios, como Álvaro González y Héctor Baldassi, desafiaron su autoridad, la resistencia fue mínima. La batalla interna del PRO Las tensiones crecieron entre Macri y Bullrich, que quedó claramente debilitada tras la reunión de la mesa legislativa donde se discutieron potenciales alianzas entre el PRO y el kirchnerismo. La oportunidad se tornó un campo de batalla para justificar el veto a la ley de financiamiento. Macri deja entrever que no facilitaría los votos. Milei, presionado, pidió una reunión urgente con el ex presidente. Los problemas dentro del PRO se hicieron evidentes cuando su líder de bloque, Cristian Ritondo, reclamó más disciplina. Santiago Caputo, el funcionario cercano a Milei, fue quien solicitó la reunión con Macri, a quien consideraba la última esperanza para lograr un consenso. Sin embargo, la relación entre ambos repite tensiones previas, y la influencia de Macri sobre el PRO sigue siendo cuestionada. Condiciones y exigencias El PRO se comprometió a apoyar el veto a la ley del presupuesto universitario, pero no sin exigir ciertas condiciones. Necesitaba que se realizaran auditorías en las universidades y un incremento en los salarios mínimos, lo que obligó a Milei a maniobrar cuidadosamente en sus decisiones para no incomodar a Macri. A pesar de que Milei diagrama un frente electoral ambicioso para 2025, la incertidumbre persiste, ya que Macri busca afianzar posiciones en listas legislativas y asegurar que su partido no quede marginado. La invitación de Milei a fuerzas no kirchneristas para unirse se convierte en un reto para Macri, quien teme ser utilizado como un simple ‘furgón de cola’. Las próximas semanas definirán la naturaleza de este tenso pacto entre ambos líderes y marcarán la dirección política del país hacia el futuro. La colaboración es necesaria, pero el desafío de equilibrar poder e influencias es inminente.
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