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Parana » InfoParana
Fecha: 16/10/2024 18:02
Rogelio Frigerio encontró en Concordia, la otrora capital del peronismo entrerriano, tierra fértil para la construcción de su triunfo electoral en las elecciones que lo depositaron en el sillón de Justo José de Urquiza. Sin transparentarlo, por lo bajo, los derrotados en la interna peronista en las PASO 2023 comenzaron a poner su esfuerzo en congraciarse con el incipiente frigerismo que asomaba como promesa electoral. Hoy, muchos de los dirigentes ya cuentan con un espacio donde abrevar en la gestión. Esos ejemplos, los abandónicos de su origen que lograron el cobijo frigerista, fueron quizás el disparador para acercar a dirigentes del peronismo sin una conducción provincial clara a las huestes del jefe comarcal. Ariel Stuker, de La Criolla, y Javier Goldín, de Estancia Grande, dejan la liga de jefes comunales del PJ y se suman al espacio plural de amplia sustentación política que representa hoy el frigerismo. Para colectar peronistas, Frigerio cuenta con el espertiz político de un peronista que conduce la cartera política, Manuel Troncoso. El jefe del ministerio peronista, como lo adjetiva la interna ministerial. El peronismo no se ha manifestado. Prefieren evaluar en silencio la sangría, que por ahora es más simbólica que representativa en términos electorales. De La Criolla podemos decir que aportó, en el padrón electoral del 2023, 2831 electores, Estancia Grande 3373 y que tienen 189 y 442 afiliados al peronismo respectivamente. De nuevo, aporta más desde lo simbólico que de lo electoral. Sin embargo, el gobierno de Frigerio lo celebra. Lo que parecía hasta hace poco tiempo casi imposible, hoy se traduce en un armado multifacético desde el origen y lo ideológico. La premura por abandonar las huestes peronistas que evidencian algunos dirigentes podríamos sintetizarlas en un término. Pragmatismo. Como decía Maquiavelo, “la tardanza nos roba a menudo la oportunidad y roba nuestras fuerzas” el tiempo dirá si actuaron con timing político y la fuerza les permite transitar sus últimos tres años de gestión como intendentes. Sabido es que los hombres se conducen principalmente por dos impulsos; o por amor o por miedo describe en su obra el florentino. Los jefes comunales, o se enamoraron de la gestión provincial o temen no poder llevar adelante la de sus pagos chicos con éxito y actuaron por temor. En cualquier caso, hay algo de presunta traición en la conversión. Tan cierto como que es mejor actuar y arrepentirse que no actuar y arrepentirse. De los seres humanos en general, se puede decir que son hipócritas y codiciosos; la incógnita que deberá develar el líder de este nuevo tiempo político en Entre Ríos es hasta donde llegarán “las lealtades de los traidores”. Un riesgo que Frigerio parece estar dispuesto a asumir para derrotar al status quo a sabiendas de que no hay nada más difícil de emprender, ni más dudoso de hacer triunfar, ni más peligroso de administrar que la elaboración de un nuevo orden.
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