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  • “Hypermiling”: cuáles son las recomendaciones para ahorrar combustible al manejar tanto en la ciudad como en la ruta

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 16/10/2024 09:33

    Conducir a una velocidad constante permite un mayor ahorro de combustible (iStock) Ahorrar combustible es una preocupación cada vez mayor para los argentinos, tanto para quienes conducen en la ciudad como para quienes lo hacen en la ruta. Con el precio de los combustibles en constante aumento y el impacto ambiental que genera su uso excesivo, aprender a conducir de manera eficiente y mantener el vehículo en buen estado puede marcar una gran diferencia en el consumo diario. En ese marco, cada vez más conductores practican el “hypermiling”, tal como se conoce a la técnica de manejo que busca maximizar la eficiencia del combustible de un vehículo mediante la adopción de prácticas específicas para reducir el consumo. ¿En qué consiste? En entender la manera en que se conduce tiene un impacto directo en la eficiencia del combustible. Un primer paso consiste en llevar el automóvil a una velocidad constante, especialmente en la ruta, es clave para evitar picos de consumo. Los cambios bruscos en la aceleración y el frenado obligan al motor a trabajar más de lo necesario, elevando el gasto. Por eso, cuando se viaja a una velocidad moderada, entre 90 y 110 km/h, se logra un equilibrio entre tiempo y eficiencia en el uso de combustible. La conducción en ciudad, por otra parte, exige anticiparse a las condiciones del tráfico para evitar aceleraciones repentinas o frenadas bruscas, lo que también ayuda a preservar los frenos y otros componentes del vehículo. Para los autos con transmisión manual, resulta útil cambiar de marcha cuando el motor no ha alcanzado altas revoluciones. Al hacerlo en el rango de las 2.000 a 2.500 RPM en motores a nafta, y de 1.500 a 2.000 RPM en motores diésel, se logra un funcionamiento más económico del motor. Además, apagar el motor durante paradas prolongadas, como en semáforos largos o en situaciones de tráfico pesado, evita el desperdicio de combustible. Muchos autos modernos ya cuentan con sistemas que realizan esta tarea de forma automática. La presión de los neumáticos es clave para que el auto consuma menos combustibles (Dpa) El contexto urbano requiere otras estrategias. Evitar el tráfico mediante la planificación de rutas y el uso de aplicaciones que muestren la situación en tiempo real puede reducir considerablemente el tiempo de viaje y, con ello, el consumo. Asimismo, la reducción del peso en el vehículo es otro factor relevante; cargar objetos pesados que no sean necesarios aumenta la demanda de energía. También es conveniente limitar el uso del aire acondicionado en trayectos a baja velocidad, ya que el motor necesita esforzarse más para mantener el sistema en funcionamiento, algo que no ocurre en la misma medida cuando se circula en la ruta. Hablando de viajes largos, el ahorro en la carretera tiene sus propias reglas. Retirar portaequipajes o portabicicletas que no se estén usando mejora la aerodinámica y, por lo tanto, el consumo. El aprovechamiento de la inercia del vehículo en descensos es una técnica que permite avanzar sin acelerar, aunque debe realizarse sin poner la caja en punto muerto, para no comprometer la estabilidad del auto. El control de crucero también es útil, pero no siempre; en terrenos con pendientes pronunciadas es mejor controlarlo manualmente para evitar que el auto acelere más de lo necesario al subir. Claves en el mantenimiento Por otro lado, el mantenimiento del automóvil es crucial para asegurar que el motor funcione de manera óptima. Los neumáticos juegan un papel importante en el consumo: si la presión no es la adecuada, la resistencia al rodaje aumenta y con ello el gasto de combustible. Por eso, conviene revisarlos mensualmente y ajustarlos de acuerdo con las indicaciones del fabricante. Un motor bien cuidado, con cambios de aceite y filtros de aire en los tiempos establecidos, no solo consume menos, sino que también prolonga la vida útil del vehículo. Los filtros sucios, en particular, reducen la eficiencia del motor, lo que se refleja en un mayor uso de combustible. El sistema de escape y la inyección de combustible deben estar en perfecto estado para mejorar la eficiencia del uso de combustible Además, el sistema de escape y la inyección de combustible deben estar en perfecto estado para asegurar que el motor funcione sin contratiempos. Si el auto empieza a emitir más humo de lo habitual o el consumo aumenta sin razón aparente, es hora de llevarlo a revisión. Incluso los elementos eléctricos, como las luces y el sistema de sonido, pueden aumentar la demanda de combustible si se usan de manera excesiva. Finalmente, algunos hábitos cotidianos pueden contribuir al ahorro. Compartir el vehículo con compañeros o familiares no solo divide los gastos, sino que ayuda a reducir el número de autos en circulación. Optar por rutas con menos semáforos y rotondas también puede marcar una diferencia. Aunque estas rutas puedan ser un poco más largas en distancia, al evitar paradas frecuentes se mantiene una velocidad más constante, lo que favorece un uso eficiente del combustible.

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