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» Diario Cordoba
Fecha: 16/10/2024 04:18
La publicidad no es información contrastada, altruista y objetiva. Por definición hay un interés, el que siempre tiene el vendedor y, ocasionalmente, algún comprador. A mí, además, me llama la atención cómo van corriendo las campañas publicitarias por épocas. No sé si se han dado cuenta de lo temprano que han comenzado este año los anuncios de perfumes y colonias. Más de una Pilar habrá recibido ‘Devotio’, de Dolce &Gabbana, gracias al omnipresente spot. Guapa moza Kety Perry, por cierto. Sin embargo, lo que más ha sorprendido es la avalancha publicitaria de bancos, toda muy ajustada al sector de población con el que busca trabajar cada entidad financiera. El ‘target’, en lenguaje publicitario. ING, con su simpático José, es un anuncio muy pensado para recién instalados en un bloque que siempre necesitan un vecino mañoso; Revoluts, con cifras objetivas y concretas y anuncios cortitos; el Sabadell, con una estética muy bonita de los 90 que lo mismo sirve para vender un banco que una compañía sanitaria o un seguro; Kutxabank, épico y para quienes aspiran a triunfar; Bankinter, con macrocifras de sus logros, quizá pensando que se lo agradecerán; BBVA, captando filósofos con la pregunta «¿qué banco necesita el mundo ahora?», o Abanca, con un canto a la juventud... O a los que quisieran ser jóvenes. Al menos no hay ningún anuncio bobalicón, como hace años, de gente que tras oír una cifra relacionada con un rendimiento financiero (el 2, el 3 o el 4%, no me acuerdo) perdían el control y salían bailando entusiastas a la calle camino de una sucursal, como si los beneficios bancarios se los hubieran dado ya en especie, en anfetaminas. Así que nada que objetar a estas campañas ni a los sufridos publicistas, que lo tienen crudo porque, a fin de cuentas, es muy difícil ‘vender’ un producto como es el dinero para obtener justo eso... más dinero. Como máximo, y barriendo descaradamente para casa, solo puedo reprocharles a los bancos que no aprovechen más este magnífico y leído periódico, Diario CÓRDOBA, para poner sus anuncios. Ahí lo dejo, haciendo también publicidad. Pero volvamos a esta vorágine de anuncios de bancos. Me preguntaba a qué se debía hasta que leí varios titulares sobre los beneficios de las entidades, bajada de tipos y la necesidad de captación de nuevos clientes hipotecarios. «!Ah!» Me dije, «ya lo entiendo». Así que acabo como empecé la columna: «La publicidad no es información». Aunque también es cierto que ambas tienen algo en común: muchas veces se conoce más por lo que no te cuentan que por lo que te dicen. Suscríbete para seguir leyendo
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