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  • Paro docente al rincón, la batalla que celebra el gobierno provincial

    » La Capital

    Fecha: 14/10/2024 19:30

    Amsafé rechazó la oferta salarial pero, de manera inédita, no adoptó medidas de fuerza. Cambio en la dinámica de negociación con el descuento como eje rector El gobierno provincial podrá fechar en octubre de 2024 el momento en que logró torcer la metodología de los gremios docentes frente a la discusión paritaria por la cual acudían al paro como primera y, hasta en algunas oportundiades, única opción de negociación. Ahora el conflicto es sin paros . Con algunas cartas jugadas a nivel salarial y el manual de “eficiencia” sobre la mesa, el gobierno celebra una batalla grande porque su discurso inicial era que los chicos tuvieran clases y no queden involucrados en la discusión salarial . De ese modo, parece haber barrido la dinámica histórica de negociación que se reducía en los paros y apuntaba a un efecto desgaste. Esta vez, los docentes de Amsafé votaron la moción de rechazo a la oferta salarial pero, en lugar de faltar al aula como es habitual, optaron por medidas alternativas como el cese de algunas horas de la jornada escolar. Parar no es la primera reacción. Claro que todos los conflictos son distintos y la medida de fuerza total no está descartada para el futuro porque la huelga es un derecho constitucional y resorte imprescindible. Sin embargo, en el gobierno entienden que, más allá de eventuales paros, el precedente será fuerte y hasta hablan de un nuevo cambio social en marcha, que comenzó, entienden, con el agotamiento de las familias a la falta de clases. Al ver que los gremios de la administración estatal aceptaron la propuesta y los docentes privados van en ese camino, la Casa Gris volverá a dar el aumento para los maestros públicos por decreto, como hizo meses atrás. Otro mecanismo que parece haber llegado para quedarse. Método El gobierno de Maximiliano Pullaro no logró este cambio de metodología en base a un conformismo con salarios por encima de las expectativas sindicales por más que el Ejecutivo provincial tenga pequeños superávits. En términos cuantitativos, la administración central pagó incrementos acordes al índice inflacionario, con algunos retoques, sin ningún tipo de cláusula gatillo. Aún hoy los gremios le reprochan haber pasado por alto un porcentaje de la paritaria 2023 que firmó el exgobernador Omar Perotti y argumentan que, por eso, el Ejecutivo partió de una mejor situación para ofertar. Para salir del laberinto, los funcionarios no se enfocaron en la oferta sino en el recibo de sueldo. Apelaron a activar los descuentos por los días de paro, una herramienta legal que estaba a disposición, pero que los gobiernos preferían evitar para no profundizar el conflicto. En la Casa Gris lo simplifican: “Decidimos dejar de vivir pagando para conseguir la paz”. image.jpg Los ministros de Gobierno e Innovación Pública, Fabián Bastía; de Economía, Pablo Olivares, y de Educación, José Goity, anunciaron el descuento del día a quienes adhieran al paro. Foto: Archivo / La Capital. En estas circunstancias, donde los ingresos rinden lo justo por más actualización al ritmo inflacionario se otorgue, un descuento tiene impacto a fin de mes. No hubo lugar para ningún tabú y se avanzó con los descuentos. El ministro de Gobierno, Fabián Bastía, fue el brazo armado de esa batalla discursiva. Lo cierto es que un docente puede optar perder 25 mil pesos por una jornada de paro, pero más de una vez ya no cierra en ninguna ecuación. Incluso también con medidas de fuerza se pierden el premio de la Asistencia Perfecta, que significa un plus. Fue una jugada de pinzas de parte del gobierno. “Más que el impacto de Asistencia Perfecta hay un impacto con la política de descontar el día de huelga”, reconoció en LT8 Juan Pablo Casiello, secretario general de Amsafé Rosario, a la hora de encontrar las explicaciones del rechazo sin paro. >>Leer más: El reajuste del ajuste de Maximiliano Pullaro Conflicto sin paro “Tenemos la necesidad de buscar medidas alternativas sin tener que afectar directamente el salario”, dijo Casiello. Vale destacar que puntualizó en la afectación del salario, no de las clases. Ese es el punto en el que se diferencian con el gobierno. El secretario general de Amsafé provincial, Rodrigo Alonso, lanzó una declaración que muestra el cambio de posición, incluso frente a la sociedad: "Vamos a mantener actividades con la comunidad educativa para que nos acompañen en esta pelea, pero también tiene que ver con fortalecer la escuela pública". Esas medidas alternativas serán cese parcial de tareas, movilizaciones, sin paro tradicional. Es una forma de decir “estamos en la escuela como reclamaban, ahora cumplan con estos reclamos”. Sin embargo, aún no está clara la metodología a aplicar y sus implicancias. En caso de avanzar con una jornada recortada generaría desorganización familiar -y descuentos-, mientras que menos horas de clases dictadas de la currícula también tendría su perjuicio en el aprendizaje. En el gobierno avisan que tratarán de reducir esa “capacidad de daño” en el futuro por más que no tengan el poder de fuego de un paro. En esta oportunidad, el gobierno santafesino se enfocó en darle volumen al contraste con la Casa Rosada, que quedó en offside al vetar el financiamiento universitario. “La provincia ha aumentado todos los meses los salarios a sus trabajadores, al compás de la inflación. Mientras, a nivel nacional, la discusión se genera porque no se les permite a los docentes universitarios tener una actualización digna”, explican. Lo que viene El gobierno encaró a fondo el tema docente desde el principio y puso en la cancha no sólo al mencionado Bastía como punta de lanza, junto al titular de Educación, José Goity, sino al ministro de Economía, Pablo Olivares, quien no se encierra en las finanzas provinciales sino que tiene incidencia en el abordaje de las disputas políticas como ocurrió con el Iapos, Assa y la EPE, y hasta el presupuesto de la Corte Suprema. Finalmente, la reforma previsional no tuvo el impacto en la discusión que se auguraba en la primera reunión paritaria por el descuento que implica en salarios. Hay un punto que puede tener incidencia en lo que viene: en 2024, después del inicio de clases, Amsafé entra en proceso electoral y el abordaje de un cortocircuito futuro puede ser encarado distinto por los dirigentes gremiales. Se trata del último frente de tormenta esperable de 2024 para el gobierno. Tendrá otras disputas, con distintos orígenes y dinámicas, como el de la renovación de la Corte Suprema y hasta la discusión de la reforma constitucional. Por lo pronto, se allanó el camino con un conflicto importante que, cuando se descontrola, puede generar daño.

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