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  • Conectados pero vulnerables: el problema de las redes en la infancia

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 14/10/2024 04:52

    Las redes sociales pueden ser un terreno de comparación; la autoconfianza ayuda a establecer límites saludables. (Imagen ilustrativa Infobae) Si bien el uso del internet puede ser una fuente de conocimiento y conexión instantánea, también, y como ya sabemos, presenta riesgos significativos para nuestros hijos, como el ciberacoso, la exposición a contenido inapropiado y la manipulación emocional. Ante estos desafíos, intentar cerrarles la puerta a estas plataformas puede parecer una solución tentadora, pero podría resultar ser un enfoque erróneo y sumamente difícil. En lugar de levantar barreras, ¿qué pasaría si exploramos una estrategia más profunda pero mucho más efectiva? Imaginemos un recurso interno capaz de actuar como un escudo ante las adversidades digitales. Esa clave, aunque quizás no lo parezca a primera vista, reside en fortalecer la autoestima de nuestros hijos. La autoestima es la percepción que cada persona tiene de sí misma, y su desarrollo es crucial durante la infancia y la adolescencia. Los chicos con alta autoestima son más propensos a tomar decisiones saludables y a resistir la presión social. Al fortalecer su autoconfianza, les estamos proporcionando herramientas para navegar por el mundo digital de manera más segura y consciente. Los adolescentes pasan muchas horas al día en actividades en línea, y este tiempo puede estar lleno de influencias tanto positivas como negativas. Las redes sociales, por ejemplo, pueden convertirse en un terreno fértil para la comparación y la inseguridad. Los jóvenes que no se sienten seguros de sí mismos pueden ser más susceptibles a los comentarios negativos, al ciberacoso o a la presión para encajar en ciertos estándares. Por el contrario, aquellos que se valoran y se respetan son más capaces de establecer límites saludables y rechazar comportamientos dañinos. Muchas veces hemos escuchado historias de chicos que, debido a la presión de las redes, terminan con más inseguridades que confianza en sí mismos. Las redes sociales, con su constante flujo de comparaciones y estándares inalcanzables, pueden convertirse en un terreno fértil para la auto duda. Muchos jóvenes se ven atrapados en un ciclo de validación externa, donde cada “me gusta” parece definir su valía. Imaginemos a Carla, una adolescente que comparte sus dibujos en las redes. Si su autoestima es alta, podrá recibir críticas constructivas sin desmoronarse. En cambio, si su percepción de sí misma es baja, cualquier comentario negativo puede afectarla profundamente, llevándola a dudar de su talento y a abandonar su pasión. Esta dinámica no solo afecta su creatividad, sino que también puede desencadenar problemas de salud mental, como ansiedad y depresión. En este contexto, es fundamental preguntarnos: ¿cómo podemos romper este ciclo destructivo y ayudarlos a encontrar un sentido de identidad que no dependa de la aprobación ajena? Parte de la respuesta podría estar en cultivar un sentido profundo de autoestima, que les permita enfrentar los retos del mundo digital con una mirada crítica y resiliente. Te comparto algunas estrategias para fortalecer la autoestima de los chicos: Permitir que los niños y adolescentes se expresen libremente es esencial. Animarlos a compartir sus pensamientos, intereses y pasiones ayuda a construir su identidad. Por ejemplo, si a tu hijo le gusta escribir, podrías incentivarlo a escribir un blog personal. Esto no solo desarrollará su habilidad de escritura, sino que también le proporcionará una plataforma para expresar sus ideas y recibir retroalimentación positiva. Muchas veces los jóvenes enfrentan emociones intensas que pueden parecerles abrumadoras. Validar sus sentimientos y demostrar empatía los ayuda a sentirse comprendidos y aceptados. Pregúntales cómo se sienten respecto a sus experiencias en las redes y escúchalos sin juzgar. Esto crea un espacio seguro donde pueden hablar sobre sus preocupaciones, como el ciberacoso o la presión de las redes sociales. La resiliencia es la capacidad de recuperarse ante las adversidades. Enseñarles a los niños a manejar el fracaso y a aprender de los errores es crucial. Por ejemplo, si un niño recibe una crítica negativa en un juego online, o en un partido deportivo, en lugar de desalentarlo, se le puede enseñar a analizar la situación, aprender de ella y seguir adelante. Esto no solo fortalece su autoestima, sino que también les enseña a manejar situaciones difíciles de manera constructiva. La tecnología puede ser abrumadora, por lo que establecer límites saludables en relación a qué plataformas usar, cuándo y cómo es una forma de proteger a nuestros hijos. En lugar de imponer restricciones, es mejor colaborar con ellos para definir juntos el uso del internet. Resulta muy importante asegurarnos de que nuestros hijos también pasen tiempo de calidad con amigos y familiares en un entorno fuera de línea. Las relaciones interpersonales reales son fundamentales para la autoestima. Un niño que se siente amado y apoyado en su entorno familiar y social tendrá una base sólida desde la cual enfrentar los desafíos del mundo digital. Por otro lado, crear un ambiente donde se celebre el esfuerzo y no solo el resultado es esencial. Aplaudir los logros, grandes o pequeños, y resaltar las cualidades únicas de cada niño los ayuda a ver su propio valor. Esto no solo fortalece su autoestima, sino que también les proporciona la confianza necesaria para enfrentar cualquier adversidad, ya sea en la vida real o en el entorno digital. El camino para proteger a nuestros hijos de los peligros del internet no se encuentra en el miedo ni en la prohibición, sino en la construcción de una autoestima sólida. Cuando nuestros hijos se sienten seguros y valorados, tienen más chances de tomar decisiones informadas y saludables, tanto en línea como fuera de ella. Nuestro rol, por lo tanto, es guiarlos en este proceso, ayudándolos a transitar el mundo digital con confianza y responsabilidad. Tal vez podríamos preguntarnos si estamos trabajando para desarrollar la autoestima de nuestros hijos o si podríamos estar tan ocupados que dejamos que las circunstancias los moldeen sin nuestra guía. Reflexionemos sobre si estamos dedicando el tiempo y la atención necesarios para fomentar su autoconfianza, o si simplemente estamos reaccionando a los desafíos que surgen en su camino. La construcción de una autoestima sólida no es solo un objetivo, sino una necesidad en este complejo mundo digital.

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