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  • «Hoy hay pocos sectores en las 40 horas semanales»

    » Diario Cordoba

    Fecha: 13/10/2024 20:09

    Antonio Díaz (Córdoba, 66 años) es presidente de CECO y de la Cámara de Comercio, y vicepresidente de la CEA y del Consejo Andaluz de Cámaras. Aspira a un tercer mandato al frente de la patronal cordobesa y destaca los retos de la sostenibilidad y de la digitalización como «fundamentales» para esta organización. Toda su vida profesional ha estado ligada a la confederación y ahora cree que «es posible dar el último empujón». Tras ocho años en la presidencia de CECO, opta a un tercer mandato. ¿Qué retos se le plantean? Es un honor ser presidente de CECO y más con lo que está pasando en Córdoba y lo que queda por venir, que va a ser muy importante. Ya se están viendo movimientos de ficha, como las inversiones que están haciendo empresas que ya están aquí ubicadas, que están ampliando e incluso haciendo fábricas nuevas. Pero el reto de seguir siendo presidente, primero, es que así me lo ha pedido una grandísima mayoría de la base social de la confederación y, segundo, porque es importante terminar una serie de trabajos. ¿Incorporarán a mujeres a la cúpula de la organización? Ya tenemos mujeres y espero que cada vez haya más. Es necesario. Lo que hace falta es que haya cada vez más mujeres empresarias y dispuestas a dedicar su tiempo a una organización de una manera altruista y por solidaridad. ¿Cómo evoluciona el tejido empresarial en Córdoba? Después de todas las crisis que hemos pasado, las empresas que han podido sostener su estructura y su vida son más fuertes, si cabe. Han sabido adaptarse a las situaciones y eso está provocando que algunas estén apostando por una mayor inversión, por nuevas líneas de negocio. Otras están apostando por venir a Córdoba para invertir y otras iniciativas están constituyéndose en empresas. El futuro para el mundo empresarial es positivo en Córdoba. Está desarrollando proyectos magníficos. Posiblemente, ha sido necesario un proyecto estratégico de Estado como la base logística para cambiar el chip al mundo empresarial y ver oportunidades de negocio nuevas. ¿El tejido productivo de Córdoba necesitaba una ilusión? Sin lugar a dudas, y creo que ha habido un punto de inflexión. Los jóvenes andaluces opositan por encima de la media española. ¿Es difícil ser empresario? Entiendo a los jóvenes que quieran opositar y los respeto, además, necesitamos buenos funcionarios en este país, hay que ir reemplazando al personal. Ser empresario es una carrera de mucho riesgo y todo el mundo no sirve. Cada vez nos lo están poniendo más difícil para ser empresarios. Ahí tendría que remitirme a decisiones de las administraciones, que cada vez están apretando más la presión fiscal en el caso de este país, los costes salariales, una serie de exigencias que lo hacen complicado. Las empresas industriales y sus trabajadores crecen en Córdoba. ¿Está asistiendo al tan ansiado cambio de modelo productivo? Los modelos productivos caen por su propio peso. Es verdad que se está produciendo un incremento industrial en la provincia, de manera sosegada, pero continua. Dicen los economistas que, para que una economía prospere adecuadamente, lo que representa el mundo industrial en el PIB debe ser un 20%. Estamos muy lejos, pero se está produciendo una toma de decisiones en las empresas, tanto las que tenemos como las que quieren venir a Córdoba, que son apuestas industriales. ¿Cómo va el impulso del clúster logístico andaluz? El clúster sigue su camino. Se sigue hablando con empresas para que puedan llegar a su constitución. Es verdad que antes del verano, por fin, publicó la Consejería de Universidades la orden por la que establecía las reglas mínimas de funcionamiento y de representatividad que tienen que darse en los clústeres de ámbito andaluz. Sigue siendo una exigencia importante, hay que aportar un producto interior bruto muy elevado para llegar a la constitución del clúster, pero será una meta que se conseguirá. ¿Hay fecha para eso? No, las cosas de palacio tienen sus tiempos. ¿Se plantean nuevos suelos para la logística en la provincia? Sí. Cada vez son más los alcaldes que están apostando por la logística. El otro día venía una información importantísima de la nueva ordenación urbana que está prevista en Villafranca, muy próxima a la base logística, de suelos industriales y para la logística. En La Carlota, exactamente igual. Cada vez hay más municipios que ven no el polígono industrial a la antigua usanza de pequeñas naves, sino los polígonos industriales logísticos, donde haya grandes parcelas que puedan ser segregadas y adaptadas a las necesidades. La futura ley de espacios productivos, que está desarrollando la Junta de Andalucía, vendrá a dar un impulso a todo el suelo empresarial. ¿Cómo va la actividad de la Oficina de Apoyo al Inversor? La actividad es muy importante, muy positiva. Aparte de ser una oficina de asesoramiento a posibles proyectos empresariales de inversión, que lo estamos haciendo, y de consultas, es una oficina de promoción de Córdoba para invertir. Hay que salir a vender Córdoba, pero para invertir, para que vengan aquí empresas, para que vean la posibilidad de instalarse y la oportunidad que ahora mismo está poniendo. Hoy hay una noticia y es que en el corredor central ferroviario, esa autovía ferroviaria entre Algeciras y Zaragoza, parece que se prevé que habrá 360 camiones diarios que, en vez de ir por las carreteras, irán sobre los trenes, y van a pasar por Córdoba y a tener parada en Córdoba. Eso supondrá una transformación fundamental para el suelo logístico y el transporte de mercancías por ferrocarril, que es el futuro. Es el presente, pero tiene que ser el futuro. ¿Se ha trasladado a la provincia la Oficina de Apoyo al Inversor? Hemos presentado un proyecto a Iprodeco, a la Diputación. Empezaremos a hacer sesiones informativas a los empresarios de la provincia sobre lo que supone la base logística del Ejército de Tierra en Córdoba y las oportunidades de negocio que se abren a las empresas. Espero que para finales de año o para primeros de año podamos desarrollar ese proyecto ya directamente desde la confederación con nuestras asociaciones de la provincia. También está previsto para noviembre estar en Zaragoza y, luego, en Valencia. Córdoba continúa teniendo problemas en el acceso al agua y la energía eléctrica. ¿Se están dando pasos en este sentido? Sí se están dando pasos, lo que ocurre es que son lentos. Hay islas de falta de potencia eléctrica en nuestra provincia, no sólo en el norte, en la zona del Guadiato y el Valle de Los Pedroches, sino que también en la Subbética y en el sur hay auténticas carencias de potencia. Eso está impidiendo que empresarios con proyectos, con presupuesto y con ganas puedan desarrollar sus proyectos de inversión, porque no tienen energía suficiente para implantar maquinaria de producción. Confío en lo que me ha trasladado la subdelegada del Gobierno en Córdoba de que están puestas las bases para que Red Eléctrica Española tome decisiones para desbloquear esta situación. No se puede pedir progreso si no hay condiciones para su desarrollo. ¿Le preocupa que se produzca un nuevo parón de los vuelos comerciales en el aeropuerto de Córdoba? Me preocupa, por supuesto. Una vez que se ha hecho lo más importante, que es la inversión y poner el aeropuerto en carga y en estado óptimo para que operen las líneas aéreas, los parones nunca son bienvenidos. Confío en que más pronto que tarde se vuelvan a restablecer los vuelos comerciales desde el aeropuerto de Córdoba. Hay proyectos serios que están ahí y que necesitan un impulso final. Así me lo han trasladado tanto desde el Ayuntamiento como desde la Diputación. Y, por supuesto, quien tiene la última palabra es AENA, que es la Administración central. Pero en Córdoba habrá vuelos, estoy convencido. ¿Habría que ordenar la oferta de plazas de alojamientos turíticos y limitarla? La ordenación negociada y pactada entre la Administración y el mundo empresarial es absolutamente necesaria. Al final, habrá que tomar las medidas que correspondan. El presidente de Asaja, Fernando Adell, reivindica que los trabajadores del campo ya se han equiparado a los de otras industrias. Sin embargo, parece que este año será necesario un contingente de profesionales extranjeros. ¿Por qué tenemos 57.483 parados y hay que buscar trabajadores fuera? Posiblemente, está sucediendo un cambio de mentalidad en la población y se aspira a encontrar otro tipo de empleo, que no sea el empleo agrícola puro y duro. Las sociedades van cambiando. Pero eso no quita que también hay que hacer políticas que ayuden y fomenten el ejercicio del trabajo. Algún sindicato apunta que en el campo cordobés se cobra menos que en otras provincias andaluzas. Esto podría hacer quizá que los trabajadores decidan marcharse a otros lugares. Aquí lo que se cobra es lo que se pacta entre los sindicatos y los empresarios en el convenio colectivo. Precisamente, se ha firmado este año el convenio, hace escasos días, y ahí se ha pactado cuál es el salario y el incremento salarial. Es verdad que CCOO no lo ha firmado, pero lo ha firmado el sindicato que tiene la máxima representatividad, UGT. Antonio Díaz, presidente de CECO / Manuel Murillo Desde hace tiempo mutuas y empresarios denuncian el aumento del absentismo laboral. Córdoba está a la cola de España, pero se está incrementando. ¿Esta situación preocupa entre los empresarios? Sí preocupa. Cuando hablamos de absentismo, todos pensamos en la gran empresa, donde hay 500 personas y 50 con problemas de absentismo, por poner un ejemplo, pero la realidad es la pequeña y mediana empresa. Una empresa con cinco trabajadores donde una persona tiene un problema de absentismo, te rompe la cadena de producción y el servicio empresarial. Habría que dotar a las mutuas de accidentes de trabajo de la posibilidad de hacer ese seguimiento y que puedan dar también las altas cuando realmente la persona esté en condiciones de ello. Los accidentes laborales también preocupan, porque bajan en líneas generales pero aumentan los siniestros graves. ¿Se pueden tomar otras medidas? El accidente laboral que más se está produciendo, desgraciadamente, es el llamado accidente in itinere. Y después, los accidentes cardiovasculares. Para eso, hemos puesto en marcha, de acuerdo con las centrales sindicales y la Junta de Andalucía, un proyecto que ha tenido una aceptación tremenda entre nuestros asociados. Hemos puesto, en colaboración con la Junta de Andalucía, unas subvenciones directas para que las empresas instalen desfibriladores. En esta ocasión, han sido más de 30 o 40 empresas en Córdoba las que han solicitado la ayuda. La salud mental también es un problema destacado por los sindicatos. ¿Los empresarios lo están detectando? Córdoba no es una excepción. Efectivamente, la patología salud mental es tremendamente importante y está creciendo, posiblemente, por nuestra forma de vida. ¿Se podrían tomar medidas? Siempre se podrían tomar medidas, pero para eso hacen falta los especialistas. Yo, en esa materia, no lo soy. La construcción, la joyería, el metal, la hostelería, el campo o el transporte acusan la falta de trabajadores. ¿Se está haciendo algo mal? Más que la pregunta de si se está haciendo algo mal yo diría, ¿se está dejando de hacer algo? Creo que sí. Desde la Junta se están tomando medidas importantes en materia de Formación Profesional para el empleo, pero hay que forzar todavía más la situación y los perfiles que haya que buscar, hay que hacerlo de la mano del mundo empresarial. Se está haciendo, pero posiblemente no lo suficiente. Estos días se negocia a nivel nacional la reducción de la jornada a 37,5 horas semanales, ¿lo ve viable? Café para todos no es viable. No es lo mismo un sector que otro, no es lo mismo una empresa que otra. Hay empresas que ya están en las 37 horas y media. Hay sectores que incluso también están en las 37 horas y media. Hasta menos. En las 40 horas semanales hay pocos sectores, hoy día, que estén en sus convenios colectivos. Cualquier modificación no hay que hacerla, desde mi punto de vista, por una ley o por un decreto ley, café para todos, hay que hacerlo en las mesas de negociación colectiva. Tampoco es lo mismo un territorio que otro. ¿Las crisis bélicas están afectando a las exportaciones? Cada vez más. Y a los costes de los fletes. Transportar un contenedor de mercancía desde el puerto de Algeciras a Asia o a países árabes tiene un coste que se ha multiplicado por tres en los últimos tiempos. Todas las cuestiones bélicas, de seguridad, de colapso de paso por los canales, son costes cada vez más elevados y eso repercute en el producto final, sin lugar a dudas. Suscríbete para seguir leyendo

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