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» Diario Cordoba
Fecha: 13/10/2024 20:09
Tras el verano, el otoño sumerge a Córdoba en un sosiego ambiental que propicia los paseos mañaneros, el tardeo, las caminatas largas. Es un momento para conocer con calma y hoy queremos proponerte una visita por cinco de los barrios más bonitos de la provincia. Te adelantamos que todos ellos son maravillosos patios abiertos. El embrujo de las flores convierte a estos rincones en lugares únicos. Su historia conservada los carga de valor. Paredes encaladas, callejuelas estrechas, miradores asombrosos y un patrimonio invaluable se abren paso para deleite del viajero. ¡Acompáñanos en este recorrido! Barrio de la Villa de Priego de Córdoba Probablemente sea de los pocos laberintos donde cualquiera quisiera perderse. Armonía y belleza se conjugan en las estrechas y floridas calles encaladas del barrio de la Villa, donde nació el actual municipio de Priego de Córdoba. Semejante a barrios emblemáticos como la Judería cordobesa o el Albaicín granadino, el barrio de la Villa conserva su inspiración medieval y musulmana. Su riqueza patrimonial le valió en 1972 una declaración como Conjunto Histórico-Artístico. Plaza de San Antonio, en el barrio de la Villa de Priego de Córdoba. / Ayuntamiento de Priego de Córdoba Este barrio alberga bellos tesoros como la plaza de San Antonio o el balcón del Adarve. Este último lugar, nos abre una panorámica natural única desde las alturas, con el río Salado recorriendo un horizonte de huertas, olivares y sierras. Barrio del Coso de Iznájar Las calles serpentean entre frondosos árboles. Se trata, podríamos decir, de un gran jardín. En la zona conocida como los arcos del Coso, por la que se accede al barrio del mismo nombre, en Iznájar, el viajero puede alegrarse de estar en uno de los rincones más bonitos de la provincia de Córdoba. Arcos del coso, en el barrio de Iznájar que lleva el mismo nombre. / Ayuntamiento de Iznájar De hecho, este punto, adornado con macetas y flores típicas de Córdoba, forma parte de la Ruta de los Patios y Rincones de Iznájar y la Subbética. Desde allí, además, pueden admirarse los asombrosos tajos que rodean a un pueblo que duerme abrazado por una impresionante sierra y su gran pantano. Huerta del Francés de Cañete de las Torres La dedicación de los vecinos de Cañete de las Torres y el empeño del Ayuntamiento por mantenerlo hace que el barrio Huerta del Francés sea, a día de hoy, uno de los rincones más pintorescos de la provincia cordobesa. Sea o, más bien, siga siendo. Porque la historia de esta zona es antigua. En Cañete son conscientes de la magia que las flores tienen en la localidad y, por ello, se vuelcan en mostrarlas al mundo a través de su festival Calles en Flor. El Huerto del Francés, barrio de Cañete de las Torres. / Ayuntamiento de Cañete de las Torres Según cuenta la leyenda, fue un galo quien empezó a cultivar en aquel lugar y, de ahí,heredaría el nombre actual. Las viviendas fueron aflorando alrededor, pero el tiempo afectó al estado del barrio. Sin embargo, en el año 2015 dio un giro a esta situación, revalorizando un entorno bello como pocos. El barrio no tiene nada que envidiar a un patio cordobés. Las flores se combinan con el blanco y el azul de las fachadas. El encanto de sus rincones ha sido reconocido en el Concurso Provincial de Patios, Rincones y Rejas de Córdoba. Casco Antiguo de Zuheros Zuheros rezuma encanto desde que uno se aproxima a la localidad. Enmarcada en la falda de la sierra, esta pequeña localidad cordobesa puede presumir de tener uno de los entornos naturales más impresionantes de la provincia de Córdoba. Y, concretamente, su casco antiguo se alza como protagonista de las mejores postales. Panorámica del municipio de Zuheros. / Córdob Y decimos se alza porque su parte más alta se encuentra a nada más y nada menos que 669 metros. Por encima, incluso, del castillo que corona el municipio. La sierra del Lobatejo rodea a este pueblito blanco, que mira con vértigo al desfiladero desde el que se vislumbra el arroyo Bailón. Casitas, empinadas calles, patios... Pasear por Zuheros puede ser un reto, pero, sin duda, conocer su casco histórico merece la pena porque su centro es uno de los barrios más bonitos de la geografía cordobesa. Barrio de la Villa de Cabra Tras una muralla medieval, el barrio de la Villa de Cabra que se organiza alrededor de la Plaza Vieja transporta al viajero a tiempos pretéritos. Siglos atrás, la Torre del Homenaje, de época árabe, se alzó sobre una fortaleza romana. Hablamos del Castillo de los Condes de Cabra, uno de los principales tesoros que alberga este barrio egabrense. El barrio de la Villa de Cabra, tras la muralla medieval. / Francisco Javier Arroyo Sánchez Las zonas verdes de este barrio terminan de componer un paisaje inspirador. Historia y naturaleza se mezclan en un paseo único. Si su patrimonio no es motivo suficiente para visitar este rincón, permítete un respiro por sus jardines. No cabe duda de que debe estar en esta lista.
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