Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 13/10/2024 19:40
El trabajo de un Defensor Oficial es fundamental para garantizar la defensa en juicio y el acceso a la justicia de aquellas personas que no pueden costear los servicios de un abogado privado. Es por esto que desde Despertar Entrerriano, nos comunicamos con Alejandro Giorgio, coordinador y Defensor Oficial en Concordia, para conocer más sobre esta figura clave en el sistema penal y los desafíos que enfrenta día a día en su tarea profesional. La labor del defensor penal público Un defensor penal público es un abogado provisto por el Estado que representa a personas imputadas por delitos que no tienen los recursos para contratar un abogado privado. Alejandro Giorgio describe su trabajo como un compromiso constante con los derechos de quienes enfrentan procesos judiciales, especialmente aquellos en situaciones de vulnerabilidad. «Nosotros defendemos a personas que muchas veces están luchando con adicciones, problemas familiares y una vida marcada por la marginalidad», señaló. En estos casos, la defensa no solo busca minimizar la pena, sino también ofrecer oportunidades de rehabilitación. Giorgio explicó que, cuando el delito no es grave, en ocasiones se intenta suspender el proceso penal para priorizar la recuperación del individuo a los fines de que se pueda someter a un tratamiento de rehabilitación. «Cuando una persona entra en el circuito judicial por adicciones, nuestra prioridad es tratar de conseguir un tratamiento antes que una condena», mencionó Giorgio, “esto hace que nuestra tarea muchas veces implique, no solo asistir a la persona en el proceso judicial, sino también coordinar con las instituciones de rehabilitación, y con sus familiares para ofrecer la oportunidad de solucionar “de raíz» la problemática”. Las diferentes áreas de intervención del Defensor Oficial El trabajo de un defensor público, no se limita al ámbito penal, también existen profesionales que se dedican a cuestiones civiles, comerciales, de familia, etc.- Desafíos y propuestas de mejora Giorgio también resaltó las dificultades que enfrenta en su trabajo debido, muchas veces, a la falta de apoyo estatal. “El Estado no acompaña como debería en determinadas situaciones. Muchas veces no tenemos los recursos ni el respaldo para ofrecer soluciones integrales a los problemas de adicción de nuestros defendidos», aseguró. Por su parte, a lo largo de su carrera, han existido muchas propuestas – entre ellas, varias iniciativas de crear una nueva «cárcel granja» en la ciudad para aquellos condenados jóvenes, con penas de corta duración, donde lo prioritario sea la enseñanza, y capacitación laboral, en lugar de transitar su condena en las cárceles y con los métodos tradicionales, que suelen tener muy poco de re socialización. Sin embargo, estas propuestas hasta la fecha no se han podido concretar en esta región. Contexto social y económico en la defensa pública El contexto social y económico tiene un impacto directo en la problemática. Al respecto Giorgio señaló que, “durante las crisis económicas, se observa un aumento de delitos menores, como lo son los hurtos y robos, motivados la mayoría de ellos por las carencias económicas”. Aunque no se puede establecer una relación exacta en términos porcentuales, el defensor subrayó que «cuando la situación económica empeora, se siente un incremento en las detenciones por delitos menores, muchos de ellos relacionados lisa y llanamente con el hambre». ¿Cree que la cantidad de casos asignados a los Defensores Oficiales afecta la calidad de la defensa que se brinda? “Seguro. Es decir, cuando mayor incremento de trabajo existe, el tiempo que uno le dedica a cada causa es menor, pero eso es una cuestión natural, lógica. No es lo mismo tener 100 causas, que tener 500. A pesar de la dedicación que se le pueda dispensar, el tiempo siempre es el mismo, el día sigue teniendo 24 horas, y cuando existen más causas hay que repartirlo mejor, es así de simple. Entonces, por supuesto que en algún grado afecta”. “Pero también, puedo decir que uno va adquiriendo experiencia con el correr del tiempo, y eso hace que a pesar de la cantidad y complejidad de las causas, se las pueda ir analizando en forma más rápida y segura, lo que compensa un poco la problemática”. ¿Qué medidas se toman para garantizar que todos los imputados tengan acceso a una defensa justa? “La defensa pública es esencial en todo proceso. En cualquier juicio penal debe haber tres partes mínimas: Un juez, un fiscal y un defensor. El defensor puede ser público o privado. Sin esas partes, no hay juicio, es decir, el imputado no puede ir al juicio. Desde el inicio del procedimiento siempre se debe garantizar que la persona imputada tenga un defensor”, así lo explicó el profesional. En este sentido Giorgio aclaró que, “si un imputado no puede costear un defensor privado, el Estado le designa a un defensor oficial, asegurando que siempre esté asistido por un defensor para proteger los derechos del acusado”. ”Nosotros estamos para eso. Y nosotros, salvo que tengamos una relación comercial, personal, o de amistad, con alguna parte involucrada, etc., no podemos elegir las causas. Estamos obligados a atender a todos”. Y recalcó: “Durante todo el procedimiento, la persona imputada no puede estar sola, debe estar asistida por un abogado con el rol de defensor. Es más, si él juez, llega a observar que el abogado defensor está actuando en forma negligente a los intereses del imputado, puede apartarlo inmediatamente para que se designe a otro defensor; hasta esos extremos se intentan resguardar los derechos del imputado”. ¿Qué mensaje le daría a las personas que consideran que la defensa pública es menos efectiva que la privada? Al respecto, Giorgio, con experiencia tanto en la defensoría pública como en la práctica privada, sostiene que «no hay una respuesta clara sobre cuál es mejor o peor. La calidad de la defensa depende más de la dedicación y capacitación personal del abogado que esté interviniendo, que si cumple una función pública o no lo hace”. “También es cierto, que en la función pública, estamos más habituados a actuar con ciertos tipos de delitos, como pueden ser los casos de hurtos, robos, homicidios, amenazas, etc. que con otros ilícitos. Nosotros estamos para defender a toda persona que no esté en condiciones de contratar un abogado, cualquiera sea el delito por el que venga imputado “. “Vuelvo a tu pregunta inicial, ¿es mejor una defensa privada? No puedo decir qué lo sea”. Sobre la relación con los familiares de los imputados Al respecto dijo que “generalmente tenemos buena relación con los familiares. Hay una buena relación con aquellos que se acercan a la defensoría, aunque también es verdad, que esa relación en ocasiones se hace más difícil cuando el imputado es condenado”. “Otras veces te lo agradecen, por quedar absueltos o porque reconocen que se le podría haber impuesto una pena mayor. Lo cierto es que uno los atiende en la medida de lo posible. Muchas veces los familiares concurren a la defensoría, y los defensores están en audiencias, por lo que no se los puede atender como es debido”. “Si vos venís hoy, y el defensor está ocupado, no los puede atender, no porque no quiera, y muchas veces la gente se molesta. Es más, cuando vienen de otras jurisdicciones, como ser de San Salvador, de Chajarí, de Federación, etc, intentamos que al menos sean atendidos por otros defensores para evacuarles las dudas urgentes que tengan, aunque no conozca en profundidad la causa”. Agregó el Dr. Giorgio: “Nosotros una vez terminado el juicio, si existe un imputado que fue condenado, continuamos asistiendo o durante toda la etapa de ejecución de la pena, y habitualmente seguimos teniendo contacto con los familiares más cercanos. Esa relación puede durar muchos años, dependiendo de la pena impuesta”. Alejandro Giorgio, Defensor Público en la Cámara de Casación Penal de Concordia
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