13/10/2024 18:16
13/10/2024 18:07
13/10/2024 18:06
13/10/2024 18:06
13/10/2024 18:05
13/10/2024 18:05
13/10/2024 18:05
13/10/2024 18:04
13/10/2024 18:04
13/10/2024 18:04
» Elterritorio
Fecha: 13/10/2024 14:53
Los comportamientos a través de las redes sociales y el doble plano que existe entre la vida real y la virtualidad domingo 13 de octubre de 2024 | 6:05hs. La provincia de Misiones fue noticia en agosto cuando la Justicia local decidió detener al entonces diputado Germán Kiczka acusado de comercializar material de abuso sexual infantil, una actividad delictiva que crece no sólo en la provincia sino en todo el país y que obliga a las comunidades a estar informadas y alertas para prevenir estos casos. Por ese motivo El Territorio diálogo con el psiquiatra Sergio Grosman para entender algunas cuestiones del comportamiento de las personas cuando se relacionan a través de redes sociales o de la tecnología que permite la comunicación a distancia, que es el medio que eligen este tipo de delincuentes para captar y abusar a sus víctimas. Al inicio de la entrevista el psiquiatra que preside actualmente el capítulo Psicoterapias de la Asociación de Psiquiatras de la Argentina (Apsa) advirtió que para entender cómo operan las conductas de las personas abusadoras es necesario “comprender que actualmente nos movemos en una especie de doble plano. Uno es el presencial, que habitamos siempre y donde vemos físicamente a quienes nos rodean y de alguna manera estamos más acostumbrados a cuidarnos. Y el otro es el plano de la virtualidad que empezamos a conocer en las últimas décadas donde hay otras formas de comunicación y donde el anonimato juega un rol fundamental para que se pueda lastimar a otra persona con total impunidad como lo vemos a diario”. El doble plano que habitamos “En los últimos 20 años la humanidad comenzó a experimentar la vida en un doble plano. Uno es el plano del mundo presencial que conocemos desde siempre y otro es el plano del mundo virtual que fuimos aprendiendo a habitar en estos años y que tiene características propias”, explicó Grosman. Seguidamente, explicó que “en ese mundo virtual se repiten conductas humanas que ya existían en el mundo real, como por ejemplo los abusos a niños y adolescentes, que no son novedad porque lamentablemente estas conductas delictivas siempre existieron, pero ahora a través de las tecnologías se pueden replicar a gran escala y generan un daño amplificado en tiempo y espacio.” Antes, para conocer a una persona era necesario tener la cercanía física. Es decir, nadie podía mantener un vínculo cotidiano con alguien que por ejemplo viviese en otra ciudad o país, porque las interrelaciones entre las personas se daban exclusivamente en la presencialidad de un mismo espacio físico. “Hoy eso cambió totalmente. Cualquier individuo en cualquier lugar del mundo puede relacionarse con quien quiera porque con internet y las nuevas, tecnologías ya no hace falta vivir en la misma ciudad. Y ese mundo de la virtualidad se extiende en redes, entonces se puede conectar con el amigo del amigo del amigo y así infinitas veces. Y justamente esta característica de multiplicación de anonimatos genera situaciones de mucho peligro para niños y jóvenes que inocentemente creen que esos perfiles son usuarios como ellos cuando en realidad son pedófilos o delincuentes”, advirtió el profesional. Seguidamente, Grosman observó que “el anonimato es fuertemente explotado en los abusos a través de la virtualidad. Y en el delito de producción, consumo y comercialización de material de abuso sexual contra infantes y adolescentes se usan perfiles falsos y se avanza siempre desde el anonimato para evitar ser descubiertos. Esto le da al abusador la creencia de que puede cometer delitos sin que se sepa de quién se trata”. La prevención es informar Al momento de pensar de qué manera se puede trabajar socialmente para prevenir estos abusos, explicó que “la información sobre estas situaciones tiene que circular fuertemente en tres direcciones: hacia los niños y adolescentes para que sepan de qué se trata y cómo cuidarse, hacia los padres para que estén alertas sobre este peligro que les puede pasar a sus hijos y también hacia docentes y profesionales de la salud, para que tengan protocolos de acción claros que ayuden a evitar estos abusos y a poder denunciarlos con rapidez cuando los detecten”. El profesional se mostró a favor de comunicar estas cuestiones con las palabras indicadas para evitar confusiones, “porque cuando decimos pornografia infantil suena como que es algo de niños y en realidad es un daño severo a los niños que les hacen los adultos, por eso está bueno ser claro en cómo referimos esta situación, que de infantil no tiene nada”. También puso el foco en que la sanción legal y social debe caer fuerte no sólo en el acto típico del abuso en sí, sino también en el que distribuye y consume ese tipo de material de abuso sexual contra infantes y jóvenes. “Es necesario entender la responsabilidad de estos hechos donde no vale eso de ‘yo sólo compartí las imágenes o los videos’.” Sostuvo que "hay que trabajar mucho a nivel de formación en la responsabilidad que también debe regir el mundo de las comunicaciones en redes. Debemos erradicar esa idea de que ahí vale todo. El daño que se hace en esos sitios es terriblemente duro para las víctimas, porque se expone de manera permanente en tiempo y espacio”. Compartí esta nota:
Ver noticia original
 (1).png)
 (1).jpg)
Examedia © 2024
Desarrollado por