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  • Agua dulce, agua salada: así es este singular río de Córdoba

    » Diario Cordoba

    Fecha: 12/10/2024 18:18

    Probablemente se trate del río más singular de Córdoba. Discurre por la provincia cargado de agua dulce y... salada. No estamos descubriendo nada nuevo, pero a veces pasamos por alto las maravillas y curiosidades que la naturaleza nos brinda. Y lo atípico de este curso fluvial merece una lectura detenida. ¿Quieres saber de qué río se trata y qué esconde? No es frecuente encontrar un río de agua salada. Pero en España hay varios casos: en Navarra, en Guadalajara... En Andalucía existen unos cuantos más. En Cádiz hay tres. En Sevilla, dos. Y en Jaén, otro par. Si bien, uno de ellos, el río Salado de Porcuna se introduce en los límites de Córdoba. Pero exclusivamente por nuestra provincia, solo discurre uno. La sal de este río En el mundo se dan más casos. Y, normalmente, suelen coincidir en que son bautizados con esta característica. Del que hablaremos hoy transcurre por el término municipal de Priego de Córdoba, tras nacer junto a Las Lagunillas, recogiendo agua de La Tiñosa y de la Sierra de Albayate. El río Salado de Priego tiene la particularidad de que, en su tramo más alto, va cargado de agua dulce. Un caudal que, más tarde, pasa junto al municipio prieguense ya salado. Ese cambio de las condiciones del agua se produce cuando atraviesa un estrato de sal que puede tener su origen en el mar que cubría la península en la prehistoria, como ha explicado el biólogo José Aumente en artículos escritos para Diario CÓRDOBA. En las proximidades, brota un manantial de aguas salinas. Panorámica de Priego de Córdoba. / Córdoba ¿Hay vida en sus aguas? El lector podría estar preguntándose si es posible que exista vida en las aguas de este río. La respuesta rápida es: sí, la hay. Pero, si sigues leyendo, descubrirás que no como normalmente habría en un río de agua dulce. La sal es un condicionante. La diversidad de especies de peces de este río no tiene nada que ver con los cursos fluviales de los alrededores. En su tramo salado, no habitan los barbos o los cachos que sí se observan a medida que se aleja de Priego, superando un tramo más contaminado, y las aguas empiezan a depurarse. Uno de los animales más interesantes detectados en este entorno es un tipo de escarabajo que tolera la sal. También habitan sus aguas anfibios, como la rana común o el sapo corredor, y reptiles, como la culebra viperina o el galápago leproso. Son comunes también aves acuáticas. Un enclave especial Si bien la fauna es más limitada que en otros cursos, hay que destacar la riqueza floral de los sotos que rodean al río. Su belleza se aviva en otoño, cuando los colores de los álamos, los olmos o los fresnos adquieren tonos ocres y amarillos. Desde el Balcón del Adarve, hay una fantástica vista del río con la sierra de fondo y las huertas a los lados. Como es lógico, estos recursos salinos han sido explotados históricamente y aún pueden apreciarse restos de las instalaciones de épocas pasadas. Más curioso resulta, sin duda, una desaparecida tradición que habla de los efectos curativos que tenían las aguas de las salinas para las úlceras y otros males.

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