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  • Armando Losón: "Argentina necesita más inversión en generación eléctrica"

    » La Capital

    Fecha: 12/10/2024 14:48

    El miércoles pasado, el grupo Albanesi inauguró en Arroyo Seco una central de cogeneración de energía que incorporará 130 Mw de potencia al sistema eléctrico , además de proveer vapor para el funcionamiento de la vecina planta de molienda de soja de Louis Dreyfus Company . En tiempos flacos de inversiones, el plan de la compañía familiar con orígenes en Rosario , aparece como una mosca blanca. El presidente de la firma, Armando Losón (h) lo describió en el marco de un proceso de inversión que el grupo arrancó hace algo más de tres años, por u$s 600 millones, para aumentar 25% su capacidad instalada en las diez plantas térmicas que opera, llevándola a 2.000 Mw. Pero también lo consideró un hito en el camino de transición energética que emprendió la empresa. “Esta tecnología es lo más eficiente y limpio dentro de la generación térmica, cuando ponemos a disposición un Mw de energía generada con cogeneración o ciclo combinado no competimos con el renovable sino con el térmico que desplazamos”, señaló. El empresario también analizó el mercado energético, que demanda “la incorporación de 1.000 Mw por año solo para seguir el crecimiento vegetativo” y se mostró a favor de los cambios regulatorios que impulsa el gobierno nacional. “Va a brindar más condiciones para competir y ser más eficientes”, dijo. De cara a las advertencias sobre cortes en el verano, señaló que “si hace todo lo que está en carpeta, podemos pasar el verano, no de forma holgada, pero pasarlo bien”. En 2018 inauguraron una central de cogeneración de energía en Timbúes, en asociación con Renova, y el miércoles pusieron en marcha la primera etapa de la central de Arroyo Seco, que proveerá vapor a otra cerealera, en este caso, Dreyfus. ¿Qué significa para el plan estratégico de la empresa? La puesta en marcha de estas dos turbinas en Arroyo Seco cumplimenta el contrato con Cammesa para proveer los 100 primeros Mw a ciclo abierto. Y, para comienzos de 2025, se incorporarán otros 30 Mw adicionales. Adicionalmente, generará 180 toneladas por hora de vapor para la industria a través de una caldera, que será destinado al complejo industrial de Louis Dreyfus Company. Todo esto es parte de un plan de inversión que llevamos adelante hace más de tres años e incluye tres proyectos por más de u$s 600 millones. En abril de este año se puso en marcha Ezeiza y la turbina de ciclo abierto en Río Cuarto, aunque falta el ciclo combinado. La inauguración de Arroyo Seco es un hito porque es uno de los proyectos de cogeneración que encaramos en los últimos años. Los dos en Santa Fe, provincia de donde somos oriundos. El primero fue en Timbúes, en 2018, que aporta 160 Mw y demandó más de u$s 180 millones de inversión. Son esquemas que buscan entregar energía muy eficiente al sistema y vapor a la compañía asociada. La empresa tiene 112 años. Mi bisabuelo llegó a Buenos Aires pero un par de años después se mudó a Rosario, donde fundó Rafael Albanesi, en la clásica esquina de Bulevar Seguí y San Martín. Mucha gente lo recuerda porque fue el mayor distribuidor de Ferrum en el país. Cuando mi padre tomó el control de la compañía en los 70, decidió agregarle valor pasando de la venta del producto final a integrarse con otros proyectos. Primero fue con la instalación de redes de agua y gas, y sanitarios en los edificios y después pasó a la red horizontal, con obras de aguas y gasoductos chicos. En 1986, junto a una empresa de México, ganamos la licitación para construir los gasoductos de Santa Fe, que en ese momento eran la obra de infraestructura provincial más grande después del túnel subfluvial. Para el grupo fue un salto cualitativo importante. En 1992, cuando se privatizó Gas del Estado, participamos de la licitación por la distribuidora para el Litoral pero perdimos. Igual, decidimos convertirnos en comercializadores de gas. Fuimos los primeros en operar una molécula en Argentina y desde ese momento somos líderes en ese mercado. En la posconvertibilidad entran en el mercado eléctrico. Siendo los principales comercializadores de gas, las centrales térmicas eran nuestros grandes clientes. Y luego del 2000, cuando las tarifas estaban reguladas y retrasadas, varias compañías extranjeras se fueron. Decidimos comprar dos centrales que estaban proceso de quiebra en Estados Unidos. La idea era incursionar en el negocio de la energía para poder vender más gas en este proceso. La primera fue central Piedrabuena, en Bahía Blanca, en 2004, y la segunda Modesto Maranzana, en Río Cuarto, el último activo de Enron en Argentina. Años después reaparecieron grupos económicos interesados en invertir en centrales térmicas y, entonces, vendimos Piedrabuena para invertir en los nuevos contratos en dólares (PPA) de abastecimiento energético, que se firmaban primero con privados y después con Cammesa. Fue otro momento importante porque muchos apostaron por la normalización de tarifas inmediata y nosotros lo hicimos por el futuro de los contratos en dólares. En cada cambio de timón de la empresa hubo una visión y una decisión estratégica. Así fue que ampliamos la capacidad de la central de Río Cuarto, y luego fuimos incorporando nuevas centrales. Cuando terminemos el plan de inversión, entre todas las que tenemos en Argentina y Perú vamos a llegar a 2.000 Mw. Somos el quinto generador térmico del país. En el mundo el mercado energético está cambiando, por el impulso de los renovables. ¿Cómo transita la empresa este proceso? La puesta en marcha de la central Timbúes fue la punta de lanza para la cogeneración, que es clave en el proceso de transformación del mercado energético. Hoy está la dualidad entre la energía renovable versus la térmica. Para nosotros, la transición energética tiene que ver con cómo llegas desde un lugar a otro. Y la energía limpia es lo más eficiente dentro de la generación térmica. Cuando ponemos a disposición un Mw de energía con cogeneración o ciclo combinado no competimos con el renovable sino con el térmico que desplazamos. Y así mejoramos la huella de carbono. Los proyectos de cogeneración permiten usar el gas para calentar agua y generar ese vapor que, en el caso de Arroyo Seco, le entregamos a Dreyfus para su proceso industrial. Nos convertimos en la empresa con el parque eléctrico más moderno. Pasamos del 30% a 70% de energía eficiente. Y eso nos deja muy bien posicionados de cara al futuro ante una potencial desregulación del mercado. El gobierno anunció que hará cambios en el marco regulatorio. ¿Cómo lo ven? Es muy positivo. Cammesa es una compañía muy eficiente si la dejás hacer el trabajo. Una de las premisas de esta administración es que vuelva a su rol inicial: hacer un balance térmico y económico, definir la oferta energía en función de la demanda y el precio en función de lo que se genera. Esta administración está siendo cautelosa en hacer esta transición sin que se rompa lo que funciona. Deberíamos ver cambios más temprano que tarde. En los últimos meses salieron pequeños cambios que apuntan a mejorar las condiciones de inversión. Por un lado, transparentando la forma de fijar los precios pero también avanzando en una nueva estructura de mercado, que vuelva a los orígenes en los 90. Un ejemplo, para desarrollar Arroyo tuvimos que esperar una licitación de Cammesa porque, como solo le puedo vender a Dreyfus, no tenía que a quién venderle el resto de energía. Con la desregulación yo podría haber buscado clientes privados que consuman esa energía sin necesidad de esperar una licitación. Creo que un cambio regulatorio va a brindar más condiciones para competir y ser más eficiente porque todos vamos a tener que tener una mejor solución energética para ofrecer. ¿Cómo está el sistema eléctrico en Argentina en relación a desafíos como el que se viene en este verano? Argentina necesita más inversión en generación. Solo por el crecimiento vegetativo de la demanda, necesita 1.000 Mw de inyección de generación por año. Y como tenés que sacar del sistema algunas turbinas que no son eficientes, en realidad se necesita un poco más. Además, esto tiene que ser acompañado por mayor inversión en distribución y transporte. Hoy el consumo de energía es más electrointensivo. Se está trabajando para que haya mejores condiciones para realizar inversiones, pero no hay que demorarse. Del lado de las empresas todos nos estamos preparando para tener los equipos a la mayor disponibilidad posible este verano. Desde el lado del gobierno sacaron un programa con algunos incentivos para usar aquellas máquinas que con las condiciones actuales no son rentables. Como siempre, va a depender de cuán extremos sean los calores. Pero al día de hoy podemos ser optimistas. Si se hace todo lo que está en carpeta, podemos pasar el verano, no voy a decir de manera holgada, pero pasarlo bien. Y hay que trabajar en el futuro para que haya nuevas inversiones en generación de energía.

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