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» Elterritorio
Fecha: 11/10/2024 20:43
Con momentos reflexivos sobre la producción, homenajes, conversatorios y defensa a la educación pública en un momento de desfinanciación de toda la cultura, el festival de cine obereño continúa generando espacios de debate viernes 11 de octubre de 2024 | 12:45hs. Hoy, el Cine comunitario se apodera de las pantallas del Festival Internacional Oberá en Cortos. Desde las 15 un conversatorio abrirá el debate de cómo producir desde las márgenes, en comunidad, de manera colectiva, algo que bien podría aplicarse a todas las áreas de la vida, según auguran los entusiastas de ese sistema productivo. Luego se exhibirán los cortometrajes ganadores del Concurso “Reflejos en el Azar: Cortometrajes para la Reflexión. El certamen -organizado por la Defensoría del Pueblo de Posadas, el IPLyC y el IAAVIM, con el apoyo del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, el Consejo General de Educación y el Servicio Provincial de Enseñanza Privada de Misiones (SPEPM)- propuso abordar la problemática del juego patológico online en adolescentes a través del audiovisual y las TICs como herramientas educativas. Anoche, en tanto, en el acto oficial de apertura del festival resonó un mismo mensaje en cada uno de los oradores: la defensa de la educación pública y la necesidad de seguir construyendo lazos para resistir en estos momentos de desidia política. Sergio Katogui, virrector de la Unam deslizó que si bien “no es quizás el mejor momento para los individuos y colectivos de la cultura, no es momento de quejarnos ni de bajar los brazos”, sino de seguir trabajando en conjunto. “Las palabras sobran en estos tiempos difíciles, pero tenemos que dejar el pesimismo para tiempos mejores”, sumó Joselo Schuap. En tanto, Juan Ferreira, de la Productora de la Tierra, organizadora del festival, sostuvo que sin caer en romanticismos “la incomodidad es lo que nos mueve”. “Este festival surge a partir de que no había nada y había que generar algo. Y cuando las cosas faltaban empezamos a pensar cómo, desde este espacio, hacer que las cosas pasaran. Es un momento incómodo y pueden salir grandes cosas”, recordó al remarcar la importancia de trabajar en comunidad y apoyarse mutuamente. En coincidencia, su compañero Axel Monsú, especificó que la firma en el acto inaugural tuvo que ver con sumar a las facultades de Humanidades y Arte y Diseño al Programa Oberá Siembra Cine, un convenio vigente, que motoriza, entre otras cosas al Oberá en Cortos. “Queremos destacar la importancia de la universidad pública. La universidad pública nos cobijó cuando todavía no había una carrera de audiovisual”, comenzó diciendo. "Venimos conversando que este es un tiempo muy parecido al 2001 o al post 2001 que fue cuando empezamos organizar este festival y llegamos hasta aquí, con el lema Identidad y comunidad. Entonces, fortalezcamos nuestros vínculos, nuestros lazos porque estar acá significa que podemos hacerlo,que lo hemos hecho y lo seguiremos haciendo", remató. Sergio Acosta, realizador hoy director del Iaavim, arengó "Tenemos la responsabilidad de traer a alguien cuando venimos al cine, porque la idea es compartir en comunidad. Es eso, ver películas lo que nos va a salvar. Compartirlas como acto comunitario de generosidad para que el arte, la cultura argentina siga viva" Recuerdo, resistencia y arte vivo Las producciones protagonistas de la apertura fueron el corto Rio Arriba de Amancay Stumpfs y el largo La transformación de Canuto de Ariel Kuaray Ortega y Ernesto de Carvalho. Allí, el recuerdo de Amancay cobró fuerza hasta emocionar a todos los presentes en la sala. Colegas y compañeros como Sergio Acosta y Juan Ferreira marcaron que la realizadora no pasó desapercibida en ningún espacio y siempre dejó huella. Alicia, su madre, se fortaleció sobre el escenario subrayando que la joven recientemente fallecida encontró su lugar en esta provincia y en el cine. “Cuando se habla de identidad y comunidad, Amancay construyó una identidad desde Oberá que la marcó profesional y emocionalmente de una manera extraordinaria. Aquí tuvo esa familia del cine que amó profundamente. Estoy inmensamente agradecida, Amancay vive en cada uno de ustedes”, reflejó Alicia. Tras la proyección, La transformación de Canuto abrió un necesario debate que se extendió en un ida y vuelta con los espectadores y marcó la necesidad de tener más cine originario en las pantallas. "Queríamos entrar en otro mundo ficción documental, queríamos contar la historia de mi abuelo, la lucha de mi abuelo", reflejó Ariel Kuararay Ortega sobre el filme que dirigió. También graficó cómo fue el de construir el relato de manera colectiva y de la mano de toda la comunidad de Tamanduá. "A pesar de que usamos una cámara que no es de nuestra cultura y respetamos las reglas universales del cine, lo queríamos hacer con nuestra forma", remarcó. "Colocamos lo espiritual en la cámara, respetando el silencio, los tiempos de nuestra cultura. Por eso tardó mucho en hacer la película, pero la diferencia es este cine directo que hacemos", agregó Kuaray. Luego del debate, la distención y camaradería se potenciaron con los Escenarios Vivos. Vivac y su potencia de power trío llenó de rock el bar Clock, cercano al Cine Teatro. Después de medianoche los sonidos hilarantes de Dj Zencilia hicieron bailar a los más entusiastas.
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