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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 11/10/2024 00:56
El comportamiento social de las ratas podría influir directamente en el desarrollo de psicotrópicos y otros medicamentos lo que pone de manifiesto la importancia de estudiar sus interacciones a largo plazo en un entorno controlado El comportamiento social de las ratas podría ayudar a mejorar tratamientos médicos para humanos, incluidos medicamentos como los psicotrópicos usados en trastornos mentales. Un equipo de la Universidad Eötvös Loránd (ELTE) en Hungría, al estudiar a estos animales durante más de 10 meses, descubrió que su forma de interactuar en grupo es mucho más compleja de lo que se creía. Según el comunicado de prensa de la universidad, estos hallazgos, publicados en la revista Scientific Reports, podrían “cambiar la manera en que se desarrollan algunos tratamientos para enfermedades psiquiátricas”. Las ratas se utilizan mucho en experimentos porque su composición genética, con un 90% de genes en común con los humanos, permite extrapolar descubrimientos importantes a la medicina. Sin embargo, según informó ELTE, “la manera en que se organizan socialmente aún no se había explorado a fondo con estudios automatizados y a largo plazo”. Este proyecto, financiado por una subvención ERC, permitió a un equipo de científicos, liderado por el profesor emérito Tamás Vicsek, llenar ese vacío de información y “comprender mejor la vida social de las ratas”. El estudio tenía como objetivo principal analizar cómo se establecen las jerarquías dentro de los grupos de ratas. Para ello, los investigadores diseñaron un sistema que “permitió identificar a cada rata de manera continua, utilizando códigos de colores”, y crearon un ambiente que imitaba su hábitat natural lo más fielmente posible. Además, el experimento fue automatizado para controlar aspectos como la alimentación, el agua y los ciclos de día y noche, detalló el comunicado de ELTE. Los resultados del estudio publicado en Scientific Reports podrían tener implicaciones importantes en la investigación biomédica ya que las ratas comparten un 90 por ciento de genes con los humanos lo que las hace un modelo ideal para la ciencia. (Imagen ilustrativa Infobae) Durante el estudio, el equipo recopiló “una enorme cantidad de datos” a través de cámaras de alta resolución que captaban imágenes incluso en la oscuridad. Para procesar los terabytes de información generados, fue necesario desarrollar un algoritmo especial que rastreaba los movimientos de las ratas, explicó el ingeniero Gábor Vásárhelyi, quien diseñó el software. Con este sistema, se identificaron cambios en los comportamientos de los animales en función de la composición del grupo, un aspecto clave para entender mejor su estructura social. Una de las principales conclusiones fue que, en algunos grupos, las ratas “establecieron jerarquías claras con frecuentes enfrentamientos”, mientras que en otros “lograron convivir de manera más pacífica”, según detallaron los investigadores en el artículo de Scientific Reports. Al enfrentar a miembros de un grupo jerárquico con uno más pacífico, los resultados variaban: a veces surgían nuevas jerarquías, y en otras ocasiones se mantenía la convivencia tranquila. Sin embargo, el descubrimiento más notable fue que las características individuales, como la toma de riesgos o la indecisión, “no siempre predecían cómo se comportaban las ratas en un entorno grupal real”. El investigador Máté Nagy, responsable del diseño de los experimentos, comentó que “el comportamiento social de las ratas es mucho más complejo de lo que imaginábamos”. Este hallazgo es crucial, ya que podría influir en la manera en que se desarrollan futuros estudios sobre el comportamiento animal, especialmente en investigaciones relacionadas con medicamentos. Las ratas han sido objeto de estudio debido a la similitud de su ADN con el de los humanos pero este nuevo enfoque basado en el análisis de sus relaciones sociales revela datos más complejos que podrían influir en la ciencia médica. (Imagen ilustrativa Infobae) Según el comunicado de ELTE, “las pruebas individuales no siempre se corresponden con el comportamiento real observado en grupos”, lo que pone en duda la fiabilidad de estas pruebas para predecir resultados en entornos sociales naturales. Otro aspecto relevante del estudio fue que las jerarquías sociales entre las ratas resultaron ser difíciles de prever. A lo largo de los 10 meses de observación, los científicos reorganizaron los grupos varias veces, lo que les permitió ver cómo las ratas “adaptaban su comportamiento según la nueva composición del grupo”. En algunos casos, las jerarquías se mantenían, pero en otros se disolvían o surgían nuevas estructuras de poder, mostrando la complejidad de sus interacciones. Los resultados del estudio subrayan la importancia de tener precaución al interpretar el impacto de ciertos medicamentos psicotrópicos en experimentos con animales. Según el comunicado de prensa de ELTE, “las conclusiones sobre cómo afectan ciertos fármacos a los animales deberían extraerse con extrema cautela”, ya que el comportamiento social es más impredecible de lo que se pensaba. El comportamiento social de las ratas ha sorprendido a los científicos revelando que su vida en grupo es mucho más compleja de lo que se pensaba lo que podría influir en el desarrollo de medicamentos para trastornos psiquiátricos Además, los investigadores destacaron que estos hallazgos podrían tener aplicaciones importantes en el desarrollo de nuevos tratamientos médicos. Este innovador trabajo abre nuevas puertas para el estudio no solo de las ratas, sino también de otros animales sociales. Asimismo, invita a reflexionar sobre cómo nuestras interacciones sociales podrían estar determinadas por factores complejos que aún no comprendemos por completo, tanto en animales como en humanos.
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