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  • Por qué los problemas de visión pueden anticipar la pérdida de memoria, según un estudio científico reciente

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 10/10/2024 23:24

    Investigaciones ponen énfasis en el uso de pruebas oculares innovadoras que podrían mejorar la identificación temprana de demencias frente a métodos cognitivos tradicionales - (Imagen Ilustrativa Infobae) La memoria es la capacidad de los seres humanos para aprender, evocar y almacenar la información aprendida, y su pérdida siempre es una señal de alarma en salud, ya que depende del tipo de olvido, sea propio del envejecimiento o patológico, puede estar relacionado con enfermedades como el Alzheimer. Como anticipó Infobae, según un reciente informe publicado por The Lancet, la pérdida de visión no tratada en edades avanzadas, entre otros factores de riesgo, se asocia con el desarrollo de demencias y se suma a otras doce causas ya conocidas. El 2% de los casos de la enfermedad neurodegenerativa son atribuibles a esta causa. La evidencia muestra ahora que la visión podría anticipar la demencia hasta 12 años antes de que se diagnostique, según un estudio reciente publicado en Scientific Reports. La investigación, realizada en Norfolk, Inglaterra, siguió a 8.623 personas sanas a lo largo de varios años y descubrió que una reducción en la sensibilidad visual puede ser un primer signo de demencia. Al concluir el estudio, 537 participantes habían desarrollado esa enfermedad, lo que permitió a los investigadores identificar factores previos al diagnóstico. Los descubrimientos del estudio Un estudio reciente indica que la sensibilidad visual disminuida puede anticipar la pérdida de memoria, sugiriendo nuevos enfoques en diagnósticos anticipados de enfermedades cognitivas como la demencia - (Imagen Ilustrativa Infobae) Una de las pruebas clave fue la de sensibilidad visual, en la que los participantes debían identificar un triángulo en un campo de puntos en movimiento. Aquellos que posteriormente desarrollaron demencia mostraron una significativa demora en detectar el triángulo comparado con aquellos que no desarrollaron la enfermedad. Los investigadores sugieren que estas diferencias pueden tener relación con la presencia de placas amiloides, una característica propia del Alzheimer. Estas pueden afectar áreas del cerebro asociadas con la visión antes de dañar las regiones relacionadas con la memoria. Además de la pérdida de la vista, otros estudios han destacado aspectos que pueden estar asociados al Alzheimer, como la pérdida de sensibilidad al contraste y la capacidad para diferenciar colores. Otro trabajo proporcionó más investigación sobre el seguimiento ocular como un biomarcador de diagnóstico útil en la evaluación de la demencia. Deficiencias en reconocer rostros nuevos sugieren problemas de memoria, relacionados con patrones anormales de movimientos oculares (Imagen Ilustrativa Infobae) Se observó que los participantes con Alzheimer tenían dificultades para ignorar distracciones, lo que podría aumentar el riesgo de accidentes. La investigación también destacó que las personas en las primeras etapas de esta demencia presentan sutiles alteraciones en la inhibición cognitiva, que pueden ser detectadas mediante paradigmas de seguimiento ocular. Estas alteraciones suelen pasar desapercibidas en las evaluaciones cognitivas tradicionales, lo que subraya la importancia de métodos alternativos para el diagnóstico temprano. Los expertos también vieron que las personas con demencia tienden a procesar de manera ineficiente los rostros de personas nuevas. En lugar de seguir el patrón habitual de escanear los ojos, nariz y boca, los pacientes con Alzheimer no “graban” correctamente los rostros, lo que afecta su capacidad de reconocer a las personas posteriormente. Este problema inicial de reconocimiento facial puede estar relacionado con movimientos oculares ineficaces en lugar de un trastorno de la memoria per se, dijeron los investigadores. Algunos estudios sugieren una posible asociación entre los ojos y el rendimiento cognitivo. Ante esto, se explora la posibilidad de mejorar el movimiento ocular, ya que podría tener un efecto positivo en la memoria. Los síntomas de la pérdida de memoria Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Cambridge reveló una relación entre la vista y el desarrollo de demencia (Imagen Ilustrativa Infobae) Ciertas formas de fallas al recordar son anormales y pueden ser indicativas de problemas mayores: Dificultad para aprender cosas nuevas. Problemas para hacer y comprender cosas que antes eran fáciles. Olvidar conversaciones rápidamente. Perderse en lugares familiares. Repetir historias con frecuencia. Los seres queridos señalan que algo anda mal. Es más probable que un ser querido pueda detectar tempranamente problemas como la repetición de historias en el día a día. Una investigación, basada en el seguimiento de más de 8 mil personas saludables descubrió que la vista podría ser indicador del deterioro cognitivo (Imagen ilustrativa Infobae) ¿Cuándo es preocupante la pérdida de memoria? La pérdida de memoria suele ser uno de los primeros o más reconocibles signos de demencia. Otros signos tempranos pueden incluir: Hacer las mismas preguntas repetidamente. Olvidar palabras comunes al hablar. Mezclar palabras, como decir “cama” en lugar de “mesa”. Tomar más tiempo para completar tareas familiares, como seguir una receta. Extraviar objetos en lugares inapropiados, como poner una billetera en un cajón de la cocina. Perderse mientras camina o conduce en un área conocida. Tener cambios de humor o de comportamiento sin motivo aparente. Hacer ejercicios impacta en el cerebro y lo mantiene oxigenado (Imagen ilustrativa Infobae) Cómo retrasar la pérdida de memoria Practicar actividad física. Es fundamental, ya que estimula al sistema circulatorio y, por ende, al flujo sanguíneo en todo el cuerpo. Lo más importante es que este factor también impacta en el cerebro y lo mantiene oxigenado, lo que ayuda a evitar su deterioro. Estimular el cerebro. Toda acción que requiera un esfuerzo mental, como leer, hacer crucigramas, aprender nuevos idiomas o aprender a tocar instrumentos, incentiva al cerebro y lo mantiene activo. Dormir entre 7 y 9 horas, sin interrupciones, es fundamental para una buena memoria (Imagen Ilustrativa Infobae) Mantener relaciones sociales. El entablar conversaciones y pasar tiempo con seres queridos ayuda a bajar los niveles de estrés y a combatir la depresión, que suelen empeorar la calidad de la memoria. Tener una buena rutina de descanso y acostarse temprano para lograr dormir entre 7 y 9 horas, sin interrupciones, es importante para una buena memoria. Seguir una dieta saludable. La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos recomienda consumir frutas, verduras, cereales integrales y carnes bajas en grasa. En contraposición, desalienta el consumo de alcohol que “puede llevar a confusión y pérdida de memoria”.

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