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» Misioneslider
Fecha: 10/10/2024 16:11
Una carrera deslumbrante Élisabeth Platel (1959) se formó en la Escuela de ballet de la Ópera de París y luego ingresó a la compañía. Con sólo 22 años accedió al rango más alto en la escala jerárquica del Ballet de la Ópera y dos años después fue elegida por Rudolf Nureyev para interpretar su versión de Raymonda de Marius Petipa (nota: Nureyev hizo sus propias versiones de varias obras de Petipa, aunque sin apartarse de la tradición académica). La intimidad de un ballet Los ensayos ocurren en la enorme sala 9 de julio, tercer subsuelo del teatro Colón. Élisabeth Platel hace indicaciones muy precisas a todo el cuerpo de baile y luego muestra con la misma solidez tanto el rol de Giselle a Camila Bocca como el de Albrecht a Juan Pablo Ledo. Tres parejas y tres interpretaciones distintas En la función de estreno Giselle y del duque Albrecht estarán encarnados por Camila Bocca y Juan Pablo Ledo; en las funciones siguientes, por Rocío Agüero y Beatriz Boss y Gerardo Wyss y Federico Fernández, respectivamente. Su opinión sobre la Giselle de Marianela Núñez En mayo de este año, la bailarina argentina Marianela Núñez del Royal Ballet de Londres encarnó el personaje de Giselle con el Ballet de la Ópera de Paris y fue su debut en ese escenario. Élisabeth Platel estuvo allí: Información Giselle se estrena en el Teatro Colón el 15 de octubre. Y hará un ciclo de nueve funciones, los días 16, 17, 18, 19, 20, 22, 23 y 25. Las funciones dominicales serán a las 17, las demás a las 20. Élisabeth Platel, estrella histórica del Ballet de la Ópera de París y actual directora de su Escuela, llegó a Buenos Aires para preparar a los bailarines que encarnarán los roles protagónicos. Recordemos que el estreno original de este ballet ocurrió en 1841 en la Ópera de París. La coreografía había sido creada por Jules Perrot sobre un libreto del famoso escritor y teórico del romanticismo Téophile Gautier. Lo que por supuesto no habrá visto el espectador son las muchas jornadas y horas y horas de ensayo previas a que la obra suba al escenario; de repeticiones incansables, de un ajuste extremo de detalles que pueden parecer ínfimos a quien no esté familiarizado con el trabajo minucioso de montar un ballet como Giselle. Asistir en estos días a ensayos conducidos por alguien de la talla artística de Élisabeth Platel es un auténtico privilegio, tal es su profundo conocimiento y su experiencia -como intérprete y luego directora- de esta joya del periodo romántico. Élisabeth Platel se formó en la Escuela de ballet de la Ópera de París y luego ingresó a la compañía. Con sólo 22 años accedió al rango más alto en la escala jerárquica del Ballet de la Ópera y dos años después fue elegida por Rudolf Nureyev para interpretar su versión de Raymonda de Marius Petipa. Los ensayos ocurren en la enorme sala 9 de julio, tercer subsuelo del teatro Colón. Élisabeth Platel hace indicaciones muy precisas a todo el cuerpo de baile y luego muestra con la misma solidez tanto el rol de Giselle a Camila Bocca como el de Albrecht a Juan Pablo Ledo. En la función de estreno Giselle y del duque Albrecht estarán encarnados por Camila Bocca y Juan Pablo Ledo; en las funciones siguientes, por Rocío Agüero y Beatriz Boss y Gerardo Wyss y Federico Fernández, respectivamente. En mayo de este año, la bailarina argentina Marianela Núñez del Royal Ballet de Londres encarnó el personaje de Giselle con el Ballet de la Ópera de Paris y fue su debut en ese escenario. Élisabeth Platel estuvo allí: Giselle se estrena en el Teatro Colón el 15 de octubre. Y hará un ciclo de nueve funciones, los días 16, 17, 18, 19, 20, 22, 23 y 25. Las funciones dominicales serán a las 17, las demás a las 20. En resumen, Élisabeth Platel, una figura icónica del ballet, ha llegado a Buenos Aires para preparar a los bailarines del Teatro Colón en la obra clásica «Giselle». Con su profundo conocimiento y experiencia, Platel busca transmitir la esencia y la magia de esta joya del ballet romántico a través de intensos ensayos y cuidadosos detalles. Cada pareja de bailarines tiene la libertad de interpretar los roles de Giselle y Albrecht de manera única, manteniendo viva la tradición pero adaptándola a los tiempos actuales. La puesta en escena promete ser un espectáculo emocionante y lleno de pasión, donde la danza y la narrativa se fusionan para crear una experiencia inolvidable para el público.
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