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  • “Las desastrosas estadísticas demográficas de Putin”: un informe revela graves consecuencias de la invasión a Ucrania

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 10/10/2024 14:34

    La población rusa podría reducirse hasta un 20% para el año 2100, según la ONU (Reuters) Rusia se enfrenta a un declive poblacional irreversible tras más de dos décadas de políticas demográficas fallidas y el devastador impacto de la guerra en Ucrania. La combinación de baja natalidad, alta mortalidad y un éxodo masivo de jóvenes amenaza con transformar a Rusia en una nación más pequeña, envejecida y étnicamente diversa, según revela un informe del Atlantic Council. El estudio señala que la herencia demográfica de la Unión Soviética, marcada por migraciones masivas y caídas en las tasas de natalidad, sufrió un impacto severo tras la Segunda Guerra Mundial y la disolución de la Unión Soviética, el cual se agravó durante el mandato de Vladimir Putin. Recuerda, además, que la ONU advierte que para el año 2100, la población rusa podría caer entre 74 y 112 millones, una reducción del 25% al 50% con respecto a los 146 millones actuales. La tasa de fecundidad, que aumentó de 1,3 a 1,8 entre 2007 y 2015, volvió a caer a 1,5 en 2019. Además, la expectativa de vida se mantuvo baja, agravada por una deficiente respuesta a la pandemia de COVID-19. El Kremlin moviliza a mercenarios y migrantes para compensar la escasez de soldados, afectando aún más a minorías étnicas y comunidades rurales (Reuters) La invasión de Ucrania en 2022 empeoró la situación. Según Harley Balzer, autor del informe, “las consecuencias demográficas de la guerra serán aún más devastadoras que las de la Segunda Guerra Mundial”. Entre 2012 y 2021, el número de científicos emigrantes pasó de 14.000 a 70.000, y la guerra ha intensificado aún más el éxodo de jóvenes y profesionales cualificados. “Putin está preocupado por aumentar la tasa de natalidad a toda costa, pero hay pocos indicios de que esto pueda cambiar. Una sociedad rusa modernizada y urbana no producirá tantos niños como necesita Putin para alimentar el complejo militar-industrial. Además, ¿cómo puede una familia rusa planificar el futuro en un estado permanente de guerra?”, se pregunta un Kolesnikov, académico destacado y experto en la vida política rusa. La guerra afectó especialmente las demográficas de las minorías étnicas y las comunidades rurales de Rusia, quienes son movilizadas para combatir en mayor proporción que los habitantes de Moscú y San Petersburgo. Hombres de Buriatia, por ejemplo, tienen entre un 50% y un 100% más de probabilidades de ser enviados al frente, generando la percepción de que se les utiliza como carne de cañón, detalla el Atlantic Council. En respuesta a la falta de soldados, el Kremlin también ha recurrido al reclutamiento de migrantes de Asia Central y mercenarios de países como Cuba y Siria, así como a la movilización de miles de presos a través del Grupo Wagner, muchos de los cuales han muerto en combate. Esta movilización forzada, junto con la caída del valor del rublo y la inseguridad laboral, ha reducido el atractivo de Rusia para trabajadores extranjeros. La guerra en Ucrania intensificó la emigración de jóvenes y profesionales cualificados, complicando aún más el panorama demográfico ruso (AP) A la par, el país enfrenta graves problemas de natalidad, especialmente entre la población étnicamente rusa, cuyas tasas son muy bajas en comparación con las comunidades no rusas. El Atlantic Council subraya que las principales ciudades rusas tienen tasas de natalidad similares a las de Europa Central, predominando las familias con un solo hijo. En contraste, las regiones rurales y repúblicas como Chechenia presentan tasas de natalidad más altas, causando que las minorías no rusas representen el 30% de la población total. Esto plantea un desafío político y demográfico para el Kremlin, que ve cómo las comunidades étnicas y religiosas no rusas crecen mientras la población rusa disminuye. En palabras del académico checheno Marat Ilyasov, los chechenos, tras su deportación a Asia Central durante la Segunda Guerra Mundial, han respondido con un ethos pronatalista para garantizar la supervivencia de su comunidad. Mientras estas minorías enfrentan un reclutamiento militar desproporcionado que amenaza su continuidad, también luchan por mantener su crecimiento poblacional. La caída del rublo y la inseguridad laboral contribuyen a reducir el atractivo de Rusia para trabajadores extranjeros (EFE) El impacto de estas políticas también se refleja en la economía. Según el Atlantic Council, Rusia enfrenta “serias carencias de mano de obra en casi todos los sectores”, lo que debilita la sostenibilidad del modelo económico actual. Aunque el gobierno ha intentado atraer inmigración de Asia y África, su reputación de tácticas coercitivas y la militarización de la población han obstaculizado estos esfuerzos. El Atlantic Council concluye que “los rusos y sus líderes deben aprender a valorar la diversidad, o Rusia enfrentará una población cada vez más pequeña y anciana”. La estrategia actual, mientras tanto, parece ser la de priorizar medidas a corto plazo sin abordar las causas subyacentes del declive.

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