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  • El oficio de encordar: las habilidades y los secretos de los luthiers del tenis

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 10/10/2024 05:04

    Leandro Gaich es uno de los encordadores del Sport Social Club de Villa María donde se desarrolla el AAT Challenger Santander (Foto: Omar Rasjido/Prensa AAT) El elemento más preciado para todo jugador de tenis es la raqueta. Es la que lo acompaña desde el primer día que la sostiene entre sus manos. Es su herramienta de trabajo. Juntos, trascienden victorias y derrotas, alegrías y tristezas, éxitos y fracasos, fama y poder. Sin ellas, no serían nada. Todo torneo profesional requiere de una sala de encordado, y el AAT Challenger Santander edición Villa María que se disputa en el Sport Social Club no es la excepción. Lisandro Bachiochi y Leandro Gaich son los encargados de poner a punto los instrumentos de los 32 jugadores del cuadro principal y de sus entrenadores, como si fueran luthiers. En el certamen cordobés, Infobae accedió a la que por esta semana es la oficina de los encordadores -artesanos- para que cuenten sobre la importancia de su trabajo para los protagonistas y lo que ellos buscan en cada caso. “Las raquetas a los profesionales se las hacen a pedido, en lo que es el largo y el peso. A su vez, cuando le llegan las raquetas, ellos mismos las prueban, se encargan de modificarle ciertos detalles, como agregar más peso y cambiar el balance, entre otras cosas. Eso la hace mucho más personalizada y les da una calidad de juego totalmente distinta a lo que son las raquetas que puede utilizar una persona que lo hace de manera amateur. Son muy distintas a las que se venden en una casa de deportes”, sostuvo Leandro. Lisandro Bachiochi es uno de los dos encordadores del AAT Challenger Santander de Villa María y cuenta cómo es el oficio (Foto: Omar Rasjido/Prensa AAT) Como los pilotos de Fórmula 1 tienen sus estrategias con sus autos, los tenistas tienen las suyas con sus raquetas. Con el correr de las temporadas, deben contemplar la carga de las mismas para evitar futuras lesiones. Se vuelven expertos en la materia, dado que le agregan tensión, balance y libras. “Otra característica a tener en cuenta es que las raquetas de estos jugadores vienen bien pesadas, pero tienen que tener un cierto límite; si se agrega demasiado peso, puede perder su balance y confort. Los pesos de estas raquetas van de 320 a 340 gramos, lo que haría que una raqueta de ellos sería imposible de dominar para un jugador amateur, dado que las de ellos van de los 280 a 310 gramos”, agregó el especialista. Son los primeros en llegar al club y se quedan hasta que finalice el último encuentro de la jornada. Siempre están preparados; normalmente, acondicionar una raqueta les demora unos 15 minutos. Pero si el jugador se encuentra en pleno partido y pide que le retoquen su herramienta para volver a utilizarla, podrían bajar ese tiempo hasta los 12 minutos. El peso, la tensión, las cuerdas y las libras, entre otros factores, son clave para que cada raqueta sea la ideal para su dueño. Eso es un elemento clave del arte de encordar (Foto: Omar Rasjido/Prensa AAT) El encargado de hacer el pedido, si no es el propio jugador, tiene la rigurosa misión de indicar el tipo de tensión y cuerda que necesita: “En este torneo nos encontramos con distintos tipos. Por lo general, van de 55 a 40 libras -de tensión-, lo que proporciona una raqueta con más tensión y genera más control. Mientras que aquellos que buscan un poco menos de tensión quieren más potencia dentro de las características principales de cada raqueta. Por citar un ejemplo, hasta el momento la raqueta más rígida que nos pidieron encordar fue con 55 libras y la más blanda con 37”, reveló Lisandro. En cuanto a los diferentes tipos de cuerdas: “Cada raqueta tiene un patrón de cuerdas distinto; por lo general, estos tenistas juegan con un patrón de 18-20, que son los jugadores que buscan tener más potencia. También encontramos el patrón 16-19, que generalmente utilizan cuerdas más gruesas, dado que es un patrón que se corta más rápido. El grosor de la cuerda suele ser de 1,25 milímetros, y aquellos que juegan con un grosor mayor de 1,30 o 1,35 milímetros, buscan un poco más de durabilidad en sus raquetas”, explicó. Leandro y Lisandro en su ámbito de trabajo. Son los primeros en llegar y los últimos en irse, para que todo esté listo (Foto: Omar Rasjido/Prensa AAT) La empuñadura de los tenistas también es muy importante. Así lo explica Gaich: “El tamaño del grip estándar para un jugador de club es uno en particular. Sin embargo, entre los profesionales, algunos utilizan un grip un poco más ancho, mientras que otros optan por uno más fino. El grip más fino permite una mejor manejabilidad de la raqueta, y el grip más grueso proporciona un mayor control”. Ya es de noche en el Sport Social Club de Villa María, donde se desarrolla el AAT Challenger Santander. Leandro y Lisandro saben que falta un rato para volver a casa. Pueden ser la clave para que un profesional cumpla el sueño de avanzar en el torneo más importante que organiza la Asociación Argentina de Tenis en todo el año.

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