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» Diario Cordoba
Fecha: 08/10/2024 19:15
A punto de cumplir 50 años, el currículo de Héctor Dominguis es como el de un atleta que acude a sus segundos Juegos Olímpicos. Así que, tras años de preparación y dejando atrás la novedad y los nervios de la primera prueba, llega a la gran cita deportiva consciente de la importancia de lo que representa y lo que quiere. De hecho, este empresario, nacido en Valencia en 1974 y educado en el Reino Unido, declara que su principal afición es "hacer deporte" y no sentarse a verlo. Su voz es una de las autorizadas en el sector energético en España por dos motivos principales: el primero, porque ostentó la presidencia de la Asociación Nacional Nuclear entre 2021-2023, cuando la guerra de Ucrania reseteó el debate sobre las fuentes de energía en Europa, y segundo, porque ha liderado junto a su padre el conocido como Grupo Dominguis Energy Services (GDES) durante los últimos años, una compañía referente que cerró 2023 con un volumen de negocio de 90 millones de euros y presencia en nueve países, confirmando un crecimiento de actividad del 6% respecto a 2022 y con una perspectiva de crecimiento medio anual superior al 10% durante los próximos tres años, gracias a su estrategia de diversificación y apertura a nuevos mercados. Él mismo define el relevo como un momento "agridulce", porque supuso para José Dominguis dar un paso al lado. Él fue la segunda generación y quien en los años 70 viró el negocio de la pintura hacia la energía nuclear y posteriormente fue ampliando miras hacia las renovables. En la actualidad, el porfolio de la compañía crece sobre los ejes de la energía y la tecnología, y cuenta con ejemplos ilustrativos como el hecho de formar parte del accionariado de la vasca Xabet. La sostenibilidad es uno de los valores de la empresa y del empresario que destaca, aplicando lo que le enseñaron sus antecesores, la importancia del respeto a la palabra dada en los acuerdos y en los negocios y el respeto a las personas. Lidera la estructura de una plantilla de más de 1.000 profesionales. Dominguis pone el acento en la energía como palanca laboral. La motivación es una permanente en una persona que ahora ha aceptado el reto de la Fundación Lab Mediterráneo promovida por la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) con el naviero Vicente Boluda de presidente, porque entiende que es vital que los empresarios entiendan la "necesidad del cambio". Habla, pues, del binomio innovación-tecnología como un punto de partida hacia la supervivencia y el futuro. Modelo sueco Todo cambia tan rápido que no duda en situar entre sus libros de cabecera el de Alicia al otro lado del espejo. Dominguis tiene clara que la imagen de Alicia y la Reina Roja corriendo rápidamente y llegando al mismo punto de partida es una metáfora de la actual coyuntura económica y, seguramente, vital. En esa búsqueda de constante adaptación, ha diseñado una compañía abierta a los cambios, a la flexibilidad, al dato y al análisis. El ejemplo que visualiza esa idea es Ble Ventures, un vehículo inversor familiar sobre el que se ha levantado una plataforma para captar proyectos y alianzas como Solatom, las calderas de vapor solar para descarbonizar. Como buen conocedor del sector energético, el máximo responsable de GDES está convencido de que la apuesta energética es la que abandera Suecia con un modelo mixto de seis a tres entre renovables y nuclear. No hay más que escuchar una de sus intervenciones para apreciar que su enfoque es siempre didáctico, como el que sabe que es percibido como el bicho raro. Ahí la experiencia de la vicepresidencia y posterior presidencia de la Asociación Nacional Nuclear (2021-2023) ha jugado un papel importante. Quizá, por eso y por convicción propia como ingeniero de materiales, considera que la sostenibilidad es un concepto mucho más amplio en la que cabe la energía nuclear como "imprescindible para los objetivos de descarbonización" y todas aquellas que se puedan generar sin dejar hipotecas. De hecho, confía en que la empresa familiar, que acaba de cumplir los 92 años, quede con el paso del tiempo como actor relevante en esa transformación sostenible. Su deseo no es coyuntural, sino todo lo contrario, forma parte del legado que aspira dejar, porque el mundo y los negocios podrán ser convulsos, pero Dominguis anhela que esta multinacional sea la empresa a la que sus hijos puedan aprender a querer y cuidar.
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