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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 08/10/2024 05:15
FILE PHOTO: Signage is seen outside the Moody's Corporation headquarters in Manhattan, New York, U.S., November 12, 2021. REUTERS/Andrew Kelly/File Photo El mercado arrancó octubre con el pie derecho: tanto bonos como acciones mantienen una tendencia positiva, el dólar baja, lo mismo que, con algo más de resistencia, el riesgo país y el Banco Central logra estirar la imprevista racha compradora de dólares. Todo al calor del blanqueo de capitales, que aumenta la oferta de divisas y abre oportunidades de financiamiento para grandes empresas privadas. El resto de la economía, sin embargo, incluyendo no sólo a empresas medianas y chicas sino también a los estados provinciales y al propio Gobierno nacional, todavía tiene completamente vedado el acceso al mercado de capitales y, lo que es importante aun, la expectativa es que esa situación no se modifique al menos durante el próximo año. Es lo que planteó un informe ayer de la agencia de calificación Moody´s, que mantuvo sin cambios en la nota de la Argentina (”Ca” con perspectiva estable), donde se reconocen los avances en la macroeconomía argentina y las mejoras gracias a la agenda de desregulación del presidente Javier Milei, Sin embargo, advirtió que los riesgos siguen siendo “agudos” y que los primeros en percibir los beneficios son las grandes empresas de sectores con potencial. El resto, en tanto, puede esperar. “La calidad crediticia de las 24 entidades no financieras, empresas de infraestructura y gobiernos locales y regionales calificados de Argentina comenzará a recuperarse a fines de 2025, pero los riesgos macroeconómicos siguen siendo agudos”, señaló Moody’s Ratings en el reporte difundido ayer. Agregó que la Argentina está experimentando una recuperación económica gradual, acompañada de un retroceso de la inflación y “ciertos cambios regulatorios” que favorecerán a las compañías eléctricas, de servicios públicos y de petróleo y gas. Según la calificadora, “una relajación gradual de los controles de capital bajo la presidencia de Javier Milei les permite a las grandes empresas no financieras fortalecer su liquidez a través de la gestión de pasivos en los mercados internacionales de bonos. Sin embargo, a las pequeñas empresas les resultará más difícil volver a los mercados internacionales de capitales en 2025, junto con los gobiernos locales y regionales y el propio soberano”. De esa advertencia que ya se plasma en la realidad dan cuenta las últimas colocaciones de deuda en el mercado local e internacional en moneda dura que realizaron en los últimos días PAE, Pampa Energia, Vista y Banco Galicia, en todos los casos con tasas de un dígito, impensado por ahora para el Gobierno nacional. “El riesgo sistémico seguirá siendo elevado a causa de las dificultades económicas, la incertidumbre política y la escasez de divisas. El riesgo de conversión y transferencia de divisas disminuirá en 2024-2025 a medida que las reservas dejen de mermar, pero las débiles posiciones fiscales y la falta de fuentes alternativas de financiamiento mantendrán la liquidez de los gobiernos locales y regionales bajo presión”, alertó Moody´s, que no dejó escapar el punto más relevante para los inversores durante las últimas jornadas: los vencimientos de la deuda internacional supondrán una mayor carga en la medida que comiencen a amortizarse los bonos reestructurados por lo que la deuda en moneda extranjera sigue siendo un riesgo. En plan de despejar esa incertidumbre sobre la que pone el foco la agencia, desde el Ministerio de Economía dejaron trascender que se realizó el giro al Bank of New York de los dólares para hacer el pago del próximo vencimiento de los bonos de enero al tiempo que alimentan la expectativa respecto de un inminente crédito Repos por parte de un grupo de bancos internacionales. En esa foto, sin embargo, falta todavía que se sume un actor clave sobre el que el ministro de Economía Luis Caputo arrojó nuevas dudas: el Fondo Monetario. Según el funcionario, todavía no está definido que el Gobierno quiera acceder a un nuevo programa ya que sólo aceptaría si el organismo gira desembolsos de dinero fresco que permitan acelerar la salida del cepo. En otros términos, no está claro que Milei y el propio Caputo estén dispuestos a aceptar las condiciones del FMI, crítico del programa que están implementado en materia cambiaria. Esa distancia con el organismo genera, en la línea de lo que planteó Moody´s, dudas hacia adelante sobre cómo se pagará la deuda.
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