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» Sin Mordaza
Fecha: 06/10/2024 12:06
*Por Juan Carlos Millet. “Una persona sin ética es una bestia salvaje soltada a este mundo.” Albert Camus. La eliminación de contenidos esenciales que hacen a la formación ética del universitario odontólogo es sin duda un paso más en la dirección de profundizar un modelo autoritario, que resiste todo intento de reinstalación del pensamiento crítico y la autonomía intelectual en la Facultad de Odontología. Cuando me desempeñaba como rector de la Universidad Nacional de Rosario, cada vez que ocurría algo tan claramente incorrecto y que implicaba, como en este caso, un intento de daño institucional grave, era afecto a pensar en una conspiración; pero, la experiencia me fue demostrando que antes de pensar en una conspiración debía descartar la estupidez humana. Hace poco tiempo me encontré con un escrito sobre el pensamiento de Dietrich Bonhoeffer que ilustra de una manera excepcional esta presunción. Permítanme compartir una excelente síntesis del pensamiento de este filósofo alemán, quien fue perseguido y asesinado por los nazis en el campo de concentración de Flossenburg, en 1945. Según Bonhoeffer “la estupidez no es simplemente una falta de inteligencia, sino una condición moral y social; la estupidez es una forma de maldad que puede ser más peligrosa que la propia maldad consciente, ya que las personas estúpidas actúan sin comprender las consecuencias de sus acciones y son incapaces de reflexionar críticamente”. Un interesante aspecto que destaca el autor es que las personas estúpidas no logran advertir el daño que producen sus actos, y señala que este rasgo está asociado o a la ignorancia supina de la importancia de aquello sobre lo cual opera su torpeza y sus consecuencias, o la infravaloración del tema en su escala de valores, o ambas asimetrías a la vez, como en este caso. Bonhoeffer también alerta con claridad el hecho de que “la estupidez se propaga e, inexplicablemente, es aceptada por otros, especialmente en contextos de poder y dominación. Allí se enmascara y crece bajo el disfraz de la eficiencia y la eficacia, virtudes que -obviamente- dista mucho de poseer. Bonhoeffer afirma que las estructuras autoritarias fomentan la estupidez al promover la conformidad y la obediencia ciega. En tales contextos, agrega, las personas son incentivadas a renunciar a su pensamiento crítico y a aceptar sin cuestionar las órdenes y creencias impuestas. ¿Qué debe hacerse para contrarrestar la estupidez? Fomentar el pensamiento crítico y la autonomía intelectual. Para ello, es necesario que la educación universitaria se enfoque en enseñar a las personas a cuestionar y reflexionar críticamente sobre la información y las creencias. Como expone en su obra, es preciso que exista consciencia de los peligros a los que nos exponen las estructuras autoritarias que colonizan las instituciones y que promueven la obediencia ciega y la conformidad. Es legítimo proponernos que cumplamos con el compromiso ético de cuestionar y desafiar estas influencias. Y que comprendamos que la democracia y la libertad de expresión son cruciales para combatir la estupidez. La teoría de Bonhoeffer sigue siendo relevante en el mundo actual, donde la desinformación y la polarización son problemas crecientes, y la capacidad de pensar críticamente y cuestionar las narrativas dominantes es más importante que nunca para mantener sociedades libres y justas La teoría de la estupidez de Bonhoeffer ofrece una visión perspicaz y provocativa sobre cómo la falta de pensamiento crítico puede ser una fuerza destructiva para la sociedad. Al comprender y abordar las características de la estupidez, podemos trabajar para fomentar una cultura de pensamiento crítico, autonomía intelectual y responsabilidad social, previniendo así los peligros asociados con la conformidad y con la obediencia ciega sin cuestionamiento. Para finalizar se me ocurre una pregunta retórica: ¿Si en una facultad, de una universidad pública y reformista, como lo es la Facultad de Odontología de Rosario, la autoridad unipersonal impulsa proyectos dirigidos a asfixiar o suprimir espacios curriculares dirigidos a reforzar el pensamiento crítico, la libertad de expresión, la comprensión de la dimensión humana, centrado en el comportamiento ético y la ética del cuidado del otro, es estupidez o conspiración? (Fuente: mentes abiertas Madrid 2000). Fuente: sumapolitica.com.ar
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