Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Kamala Harris y Donald Trump encaran en empate técnico el último mes antes de las elecciones en EEUU

    » Diario Cordoba

    Fecha: 05/10/2024 23:21

    El huracán más letal y devastador en dos décadas. Oriente Próximo en llamas. El recuerdo del abismo democrático al que Donald Trump asomó Estados Unidos hace cuatro años vivamente refrescado en un documento judicial. Y las encuestas en los siete estados decisivos en un empate técnico, con el futuro del país en manos de nuevo de unas decenas de miles de votantes en Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Nevada, Arizona, Georgia y Carolina del Norte. La lucha por la Casa Blanca entre la vicepresidenta demócrata Kamala Harris y el expresidente republicano Donald Trump entra este sábado en su recta final. A un mes justo para el 5 de noviembre, la campaña y un país que se ha asentado en la polarización están en el filo, con la incertidumbre y la volatilidad integradas ya en su ADN. Este sábado Trump vuelve para un mitin a Butler, en Pensilvania, donde el 13 de julio vivió el primero de sus dos intentos de asesinato. Ese retorno recuerda lo extraordinario de un ciclo electoral donde todo se sucede a un ritmo aún más vertiginoso de lo habitual desde el 27 de junio, cuando la desastrosa actuación de Joe Biden en su debate con el republicano hizo evidente que el esfuerzo del octogenario por la reelección estaba tocado de muerte. Parece que fueron hace un siglo la convención republicana en Milwaukee, el relevo en la candidatura demócrata que convirtió la pelea en el ajustadísimo duelo que es hoy, la convención demócrata de Chicago y el primer debate entre Harris y Trump, que será el último, donde el republicano implosionó ante las cámaras sin que haya cambiado nada. Trump, en control Pese al espejismo de civismo y el retrato falsamente endulzado de Trump y de su presidencia que esta misma semana realizaba con magistral exposición de sus dotes de comunicación en el debate de vicepresidentes J.D. Vance, el expresidente ha apostado por recuperar su discurso más agresivo, insultante y apocalíptico, uno en el que coloca la inmigración como causa y centro de todos los males. Es una estrategia que difícilmente le ganará votantes moderados pero con la que de nuevo está consiguiendo manejar y dominar la atención de unos medios de comunicación que, en muchos casos, no parecen haber aprendido lecciones de 2016. Con mentiras, bulos o excesos, Trump domina el mensaje. Y la campaña de Harris y Tim Walz sigue sin encontrar la manera de no cederle terreno en algo tan determinante. Los frentes abiertos de Harris La vicepresidenta tiene puntos fuertes. Su defensa del aborto y los derechos reproductivos son vitales en una movilización de votantes que abre a su favor una profunda brecha de género, que posiblemente se va a mantener pese a los esfuerzos de Trump por moderar públicamente su mensaje sobre esta cuestión, donde de forma sorprendente también ha entrado la encendida defensa del aborto que realiza Melania Trump en el libro que publica el martes. Pero Harris lucha también con múltiples frentes abiertos que recuerdan su difícil equilibrio como parte de la Administración Biden y el planteamiento como una candidata de cambio. El huracán Helene, que ha dejado más de 200 muertos y se ha cebado en los trascendentales estados péndulo de Georgia y Carolina del Norte, ya está inevitablemente politizado. Con el acuerdo el jueves que ha puesto fin a una huelga de estibadores que amenazaba con sacudir de nuevo a la economía la demócrata obtiene un respiro, y otro recuerdo del papel fundamental de los sindicatos, a los que Biden ha dado durante su mandato un apoyo público sin precedentes entre ocupantes del Despacho Oval. Pero ni siquiera eso garantiza que Harris haga todos los avances que necesita entre afiliados y, en general, entre la clase trabajadora, esa a la que Hillary Clinton desatendió en 2016, que muestra una creciente desafección con un partido demócrata que ve entregado a las élites y a políticas identitarias y entre la que Trump cosecha amplio apoyo. Harris está teniendo también problemas para superar la desconexión entre la situación real de EEUU, la economía global que ha tenido una recuperación más fuerte tras la pandemia, con un profundo descontento ciudadano con el legado de la inflación. Y eso explica en parte la consistente huida hacia Trump de votos de partes del electorado como los latinos o los hombres negros, un trasvase que debilita las aspiraciones de la demócrata. La entrada en campaña a partir del jueves del expresidente Barack Obama, la más influyente figura en el partido, señala al esfuerzo por insuflar vida a esas y otras partes de la coalición que le llevó a él a la Casa Blanca en 2008. Y será parte de una traca final, donde los actos de campaña y las inversiones millonarias de los dos partidos se centran exclusivamente en los siete estados bisagra. Caos y estabilidad La tensión que escala en Oriente Próximo, con la guerra abierta en Gaza por Israel tras los ataques de Hamás del 7 de octubre ya extendida al Líbano y el choque con Irán elevando el riesgo de un conflicto regional de consecuencias globales también pone en una posición incómoda a Harris. No solo acentúa los problemas que ya tiene entre votantes musulmanes y árabe-estadounidenses por el apoyo de la Casa Blanca a Israel mientras se agudiza la tragedia humanitaria, sino que alimenta el mensaje de Trump de un mundo en caos por la debilidad de Biden y Harris en el que él, por usar las palabras de Vance en el debate, se presenta como un "candidato de estabilidad". No es la palabra que viene a la mente al leer el documento judicial de 165 páginas presentado esta semana por el fiscal especial Jack Smith en el caso penal federal contra el expresidente en Washington por sus intentos de revertir los resultados legales del 2020, que este mismo jueves seguía negando proclamando: "gané, gané". Ese escrito revela nuevos detalles de las acciones de Trump (ya condenado por lo penal en Nueva York) y de su desprecio por el proceso democrático. "No importa si has ganado o perdido, tienes que luchar a muerte", dijo entonces, cuando ya sabía que había sido derrotado aunque públicamente mantuviera "la gran mentira" que acabó con una turba asaltando el Capitolio. Son palabras con algo más que un eco hoy: el republicano, con ayuda del Comité Nacional Republicano y bien financiados aliados, ha intensificado su campaña legal y política y abona el terreno para retar los resultados el 5 de noviembre si no le son favorables. Lo que sucedió hace cuatro años fue lo que hizo que para algunos votantes y líderes republicanos seguir apoyándolo fuera imposible y eso ha abierto las puertas a Harris a acumular respaldos como el de Liz Cheney y a envolver su campaña en un manto de patriotismo que pone "al país por delante del partido". Pero aquello no fue suficiente para evitar que Trump sea otra vez candidato en esta elección trascendental, en la que el voto anticipado ya está en marcha en 20 estados. Los ciudadanos tienen la última palabra.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por