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» El litoral Corrientes
Fecha: 05/10/2024 19:45
Da la impresión que a veces la ventilación de romances de verano, muestran porque lo permiten, encumbrados jefes de estado, prominentes, que no les cabe desde su jerarquía. Muestran porque se permiten darse lugar en el submundo del chisme, cuando en realidad lo importante es el cumplimiento de sus deberes para los que fueron elegidos, y no las trapisondas. No sé si quieren lograr laboriosidad para las gestiones que están abocados, o demostrar y demostrarse en cantidad sin importar mucho la calidad, más bien dejar sentado lo “macho” que son. Vemos cómo hoy se han ganado a la prensa, a los programas de la tarde de la tv, al comentario barato que no aporta sino más bien dejan la duda: son, o serán..? Más aún cuando la economía mundial ingresó a un estrecho laberinto, en que nadie hace magia, sea de izquierda, sea de derecha. Lo que importa, realmente, es las soluciones para el país que representan, denotando sus capacidades, si es que la tienen, o más bien “cartón pintado” como la mayoría. Ya no son datos contados en voz baja en él oído, sino noticias (Llamémoslas, noticias, quedan más elegantes), y hasta con la presentación en sociedad de las pretendientes, como los pretendientes. Ya, nadie busca. Se presentan solas o solos. Al pudor no lo dejaron entrar, pecan de extremos pacatos. Cualquiera con rangos se da catadura, ocupa un buen lugar de entrada, no hace cola ni espera, mejor se busca un buen medio y lo lanza como quien cuenta a los cuatro vientos su próxima candidatura. Uno se pregunta, será producto de la mishiadura. Necesidad urgente y dolorosa con que justifica lo injustificable. Es el estilo de la época, o más bien el envión que lo notorio vende trátese de políticos, deportistas, o empresarios de moda. El tango siempre se apiló del lado de los necesitados. Sus estrofas, han sido quejas, protestas, necesidades, exigencias que nadie escuchaba, hasta que Cadícamo como Discépolo salieron con dos manifestaciones contestarías difícil de manipular, pero no de callar. Como decíamos entonces, vos chito. Tus cosas personales son para dentro. Solamente lo público debe ser discutido, comentado y mejorado. Callar. No entorpecer lo uno con lo otro. Respeto absoluto y admirable. Fueron adalides, modelos, ejemplos de la voz del soberano: “Al mundo le falta un tornillo”, y “Cambalache”, con motivo de la dureza del crash mundial de Wall Street del 30´. Para ampliar el concepto, aproximamos a Ivo Pelay con música de Francisco Canaro que, también hicieron oír su voz en 1933: “Dónde hay un mango..?” “Dónde hay un mango, viejo Gómez..? / Las han limpiado con piedra pómez..? / Dónde hay un mango que yo lo he buscado / con lupa y linterna y estoy afiebrado..? / Dónde hay un mango pa´darle a la “cana”, / si es que se la dejo dar. / Dónde hay un mango, que si no se entrega / la podemos allanar..? / La notoriedad no viene mal a nadie, si es por derecha y solo busca bulla para empoderar, hacerse ver, poner el rostro. Pero que de un tiempo a esta parte, las palabras de Celedonio Flores, poeta, periodista y letrista de tango; autor –casi nada de un puñado de tangos cantados por Gardel,- ha dado en el clavo de un ascenso vertiginoso, en la impronta peleada de una instantánea que es imagen por dos, no importa cómo, cuando es necesario figurar en el álbum del personaje de moda. También, autor de los poemarios “Chapaleando barro”, y “Pasa el organito”. Y, su bagaje de tangos, retratos de una sociedad que entonces ya era como hoy, más exagerada pero menos sofisticada. El popular “Negro” Cele, contundente y veraz. Clarísimo y como un directo al mentón, revalidando sus años de boxeo, también. “Mano a mano”, “Corrientes y Esmeralda”, “El bulín de la calle Ayacucho”, etc. y su “Margot” que habla de la pobreza y de la posibilidad de poseer un trofeo con polleras si se adolece de ética, para ascender como fuere. “Yo no sé si es la mirada, / la manera de sentarte, de charlar, de estar parada / a ese cuerpo acostumbrado / a las pilchas de percal. / Ese cuerpo que hoy te marca / los compases tentadores / del “canyengue” de un buen tango / en los brazos de algún gil, / mientras triunfa tu silueta y tu traje de colores / entre risas y piropos / de muchachos seguidores, / con el bueno de los puros / y el champán de Armenonvil.” / La vida íntima es para uno, no agrega protagonismo, lo importante es llevar a cabo las funciones para las cuales fue puesto allí. Es casi, casi, como la fiestita en Olivos cuando no se debía. La misión es otra, trabajo específico y no extra que cae como un sopapo, mientras azorados hacemos el aguante con un ajuste que no deja respirar. No solo es inmoral, sino como dijo alguien agravando el juicio, más bien amoral. Es hora de poner la barba en remojo. A hacer. Dar el ejemplo. Poder sentirnos orgullosos, y no avergonzarnos de esta decadencia donde ya nada importa. Como decíamos entonces, vos, chito. Tus cosas personales son para dentro. Solamente lo público debe ser discutido, comentado y mejorado. Callar. No entorpecer lo uno con lo otro. Respeto absoluto y admirable.
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