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» Diario Cordoba
Fecha: 01/10/2024 23:25
Fue en su trato con los enfermos, a través de Cruz Roja, cuando Lola Pérez sintió que "Dios la llamaba a entregar su vida por los más pobres en tierras de misión". Conoció a las misioneras Hijas del Calvario y optó por ingresar en la vida religiosa. Corría el año 1970. Doce después, en 1982, fue enviada a Zimbabue, donde ha pasado casi media vida (36 años) trabajando principalmente desde el campo de la salud, como enfermera y matrona. Es una de las tantas personas misioneras -hoy más de 196- que salen desde Córdoba con la labor de ayudar a los más necesitados en los cinco continentes del mundo. La imagen y la historia de Lola Pérez se puede ver ahora en la exposición El Domund al Descubierto, instalada en el patio de los Naranjos de la Mezquita-Catedral hasta el próximo 20 de octubre. Lola desempeñó su labor entre el pueblo tonga, una de las tribus más primitivas del país. Allí prestó atención sanitaria en el hospital de la misión, que atiende a cerca de 20.000 habitantes. Lo más duro, dice, es "ver morir a niños por falta de medios". Varias personas miran la exposición en el Patio de los Naranjos. / Víctor Castro "Cuando llegué a la misión y al hospital, fue un aprendizaje total. Solo sabía que Dios me había traído allí y que Él me iba a sostener. Creí que iba bien preparada, pero la realidad fue muy distinta. No conocía los tratamientos de la malaria, lepra, tuberculosis... Era enfermera, pero no médico, y allí no había médicos. Fueron mis monjas y los enfermeros los que me enseñaron", cuenta y agrega, sobre la experiencia, que "el agradecimiento, la alegría y la generosidad de la gente, a pesar de no tener nada, han fortalecido mi fe y me han hecho entender la vida de forma diferente". Esta vecina de El Naranjo ahora está en España, cumpliendo con otras labores, pero de ser llamada no dudaría en volver a Zimbabue, donde dejó amistades y personas que se convirtieron como en su familia. Recuerda con nostalgia y a la vez alegría cómo los niños la llamaban banene, que en lengua tonga significa abuela. La exposición La exposición en la que la labor de la iglesia, la evangelización y la solidaridad son protagonistas ha sido inaugurada este martes por el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, el director nacional de las Obras Misionales Pontificias (OMP) en España, José María Calderón Castro, el delegado de misiones de la diócesis de Córdoba, Antonio Evans, el alcalde de la ciudad, José María Bellido, y el presidente de la Diputación, Salvador Fuentes. Desde hace 11 años, OMP ha apostado por llevar el Domund a pie de calle, a través de El Domund al descubierto, una exposición acompañada de actos misioneros en el mes de octubre, que se celebran cada año en una zona de España, para que los ciudadanos de las diferentes diócesis puedan visitarla y conocer más a fondo la historia misionera del país. Este año, el patio de los Naranjos de la Mezquita-Catedral de Córdoba acoge esta muestra del 1 al 20 de octubre. Las autoridades en la inauguración de 'El Domund al Descubierto'. / Víctor Castro La exposición consta de paneles explicativos sobre la historia del Domund, y una radiografía de la actualidad de la misión de la Iglesia, acompañada de fotografías de misioneros. Además, las clásicas huchas del Domund están expuestas en varias vitrinas, junto con otros objetos de la misión y representaciones de la Virgen María de diversas culturas. La exposición hace también un homenaje a los misioneros cordobeses, con datos actuales de su paradero y testimonios. Y tiene un guiño con los más pequeños, que tendrán que encontrar entre los paneles a un cangrejo, en referencia al milagro de San Francisco Javier y el crustáceo que le devolvió al santo su crucifijo recuperado de las aguas del océano.
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