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  • Irisina, la hormona secreta del ejercicio que revoluciona la salud cardiovascular

    » Sin Mordaza

    Fecha: 30/09/2024 21:05

    La irisina es una hormona que despierta un creciente interés en el campo de la salud y el bienestar debido a su estrecha relación con el ejercicio físico y sus efectos beneficiosos sobre diversas funciones metabólicas y cardiovasculares. Descubierta en 2012 por un equipo de investigadores dirigido por el Dr. Boström, esta hormona es secretada por el músculo esquelético durante la actividad física y se le atribuyen propiedades que ayudan a transformar el tejido adiposo blanco en tejido adiposo marrón, lo que promueve la quema de calorías y la mejora del metabolismo. Beneficios metabólicos y cardíacos La irisina mostró en un estudio, ser clave en la regulación del metabolismo energético, ayudando a reducir la resistencia a la insulina y mejorar la homeostasis de la glucosa, lo que la convierte en una hormona prometedora para el tratamiento de enfermedades como la obesidad y la diabetes. Los niveles de irisina tienden a aumentar con el ejercicio regular, lo que ayuda a reducir la acumulación de grasa en el hígado y mejora la sensibilidad a la insulina. Además, tiene un papel importante en la prevención de enfermedades cardiovasculares al mejorar la función vascular y reducir el riesgo de hipertensión y enfermedad coronaria. Según un estudio publicado en Frontiers in Endocrinology, la irisina podría convertirse en un biomarcador para diagnosticar enfermedades cardiovasculares, y su administración sistémica podría mejorar el estado patológico de pacientes con problemas cardíacos. Esto abre nuevas oportunidades para el desarrollo de tratamientos basados en esta hormona. Relación con la actividad física La secreción de irisina se desencadena principalmente durante el ejercicio físico, lo que refuerza la importancia de la actividad regular para mantener una buena salud. Según investigadores del College of Health Science de la Universidad de Wuhan, esta hormona no solo beneficia al músculo esquelético, sino que también actúa como un mediador clave en la comunicación entre los músculos y otros órganos, especialmente en lo relacionado con la salud cardiovascular. Además, la irisina tiene un papel en el “browning” de los adipocitos blancos, un proceso en el que las células de grasa blanca se transforman en células de grasa marrón, las cuales son metabólicamente más activas y pueden ayudar a quemar calorías con mayor eficacia. Perspectivas futuras La investigación sobre la irisina aún está en sus primeras fases, pero los expertos creen que tiene el potencial de ser utilizada como una herramienta terapéutica en el futuro. A medida que se realicen más estudios, se espera que la hormona pueda ser una pieza clave en el tratamiento no solo de enfermedades metabólicas y cardiovasculares, sino también en la mejora general del bienestar a través de intervenciones basadas en el ejercicio. En resumen, la irisina es un claro ejemplo de cómo el ejercicio físico no solo fortalece los músculos, sino que también mejora múltiples aspectos de la salud, desde el metabolismo hasta la función cardiovascular. Con más estudios y evidencia científica, esta hormona podría revolucionar la forma en que se abordan diversas enfermedades crónicas. Fuente: TN Tecno

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