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Parana » Pagina Politica
Fecha: 30/09/2024 15:05
En la reunión de Villaguay de hace 10 días, donde se resolvió convocar al congreso partidario para el 9 de noviembre, estaban representados todos sectores internos de la UCR entrerriana. Hubo una decisión de garantizar la participación de todos, sin restricciones. El interés de la dirigencia radical, que en su amplia mayoría está integrada al gobierno de Rogelio Frigerio, es abrir el debate interno a través de los canales institucionales haciendo el menor ruido posible. No por casualidad se eligió como sede del congreso a la Escuela Agrotécnica de Villaguay, ubicada en las afueras de la ciudad y lejos de la presencia mediática que podría tener la sede central en la capital provincial. “Paraná está siempre más politizada, a muchos le queda lejos y van ya de mala gana. En cambio Villaguay es otra cosa, una escuela, en medio del campo, más distendido, se come todos juntos. Y le queda cerca a todos”, argumenta un dirigente partidario que peina canas. El congreso no tiene en principio nada que definir. Está, en este sentido, muy lejos del reciente congreso del PJ, ya que los radicales tienen conformada su mesa de conducción del congreso, su tribunal de disciplina, su tribunal electoral. Nadie está pidiendo tampoco alguna reforma a la carta orgánica. Lo que tienen en común con el PJ es un atraso en el debate interno. Aunque no han pasado 13 años, como ocurrió en el peronismo, el último congreso radical se reunió el 3 de junio de 2023. Ha transcurrido más de un año y eso es mucho para la tradición radical. En especial tomando en cuenta todo lo que ocurrió en ese tiempo. Desde el ascenso a la presidencia de Javier Milei con su disruptivo ajuste, pasando por el triunfo de Frigerio en la provincia y la integración de los distintos sectores internos de la UCR a su gobierno, hasta la reciente renuncia de Pedro Galimberti a su banca de diputado, que vino a poner un broche final al proceso que en 2021 se había propuesto “construir” un gobernador radical. Sin asuntos resolutivos en carpeta, el congreso partidario será más que nunca una asamblea de debate en torno a la “situación política de la Unión Cívica Radical, su rol a nivel provincial y nacional, y su posición dentro del gobierno provincial”, según se encargó de informar UCR Activa, uno de los espacios más críticos a Frigerio, que no tiene en sus filas a funcionarios del gobierno provincial y que confía en que el congreso pueda generar un “debate amplio y sin restricciones” para lo que será el primer espacio asambleario que tendrá el partido en esta etapa oficialista. Así planteado, el marco del debate es muy amplio. Caben ahí desde posiciones sobre la reforma política que trabaja la Legislatura, hasta reproches por el modo en que determinados sectores internos se integraron a la gestión provincial, pasando por los aportes económicos adeudados al partido y la renuncia de Galimberti a la Cámara de Diputados. El malestar con Galimberti se expresó con contundencia en las redes sociales, de parte de dirigentes y militantes que apuntalaron su postulación a la gobernación. Viven su decisión de cambiar el Congreso por un cargo en la Delegación Argentina de la Comisión Técnica Mixta (CTM) de Salto Grande, con sueldo en dólares, como una clara defección. Agravada, porque su salida implicó cederle una banca al PRO (con Nancy Ballejos como reemplazo) que además significó, en el mismo acto, un voto más para defender el veto de Javier Milei a la reforma previsional que garantizaba, entre otros puntos, una mejora en los haberes de los jubilados nacionales y el giro de los fondos de Anses a las provincias que no han transferido las cajas como Entre Ríos. La dirigencia radical que en las dos últimas internas de Juntos por Entre Ríos jugó con Frigerio no tendrá inconvenientes en abrir el micrófono del congreso para esta catarsis. Referentes de la primera línea del espacio que sostuvo a Galimberti, como Darío Schneider y Gustavo Cusinato, ocupan, desde diciembre, altos cargos en el gobierno de Frigerio. Y el diputado Atilio Benedetti, que fue el primer y principal apoyo que recibió Frigerio dentro de la UCR, que jugó con Patricia Bullrich en la interna y que ha acompañado muchas iniciativas de Milei, viene de votar a favor de los jubilados, en contra del veto presidencial. Por fuera de los reproches de la interna provincial, los radicales tienen un punto de cohesión en la crítica a Milei, que sigue acumulando méritos con una inflación que no termina de frenar, pero ahora sobre una recesión que provocó un vertiginoso incremento de la pobreza. En seis meses, Milei subió la pobreza lo mismo que Mauricio Macri y Alberto Fernández en ocho años. La caída en las encuestas del Presidente le suelta la lengua a una franja de la dirigencia radical que se movía con cautela, temerosa de pagar costos frente a su propio electorado, que en Entre Ríos votó masivamente a Milei en 2023. La crítica a Milei puede operar como un fusible para descomprimir la tensión interna. No tiene efectos prácticos, porque no se discute en este congreso la alianza electoral de 2025 y no puede afectar la sociedad con un Gobernador que cada tanto manda decir a legisladores radicales lo que, por una razón estratégica, él no se permite sobre el histórico y brutal desfinanciamiento al que Milei viene sometiendo a las provincias. Fuente: Página Política
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