Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Jenna Segal, la magnate de Broadway que reivindica la figura de Peggy Guggenheim y las mujeres olvidadas en el arte

    » Diario Cordoba

    Fecha: 30/09/2024 09:08

    A pesar de que en su juventud pasó medio año estudiando en Sevilla, allá por los 90, Jenna Segal apenas recuerda algunas frases en español. Por eso utiliza su lengua materna para contar que aprovechó aquella estancia, como tantos estudiantes americanos, para viajar por Europa armada con un ejemplar de Let's Go Europe, la biblia viajera para mochileros de la era pre-smartphone. Cuando recaló en Venecia, la guía decía que no se podía perder la colección de arte de Peggy Guggenheim (1898-1979) que se exhibía en la casa ("entonces no era todavía un museo", recuerda) en la que la millonaria, mecenas y coleccionista norteamericana había vivido durante las tres décadas que siguieron a la Segunda Guerra Mundial. Fue en aquel espectacular palazzo a orillas del Gran Canal donde la sobrina de Solomon R. Guggenheim, el magnate y filántropo al que debemos la Fundación que daría lugar a los museos de Nueva York o Bilbao, reunió su propia colección con lo mejor del arte de su época, que fue básicamente el de las vanguardias del siglo XX. "Fui a verlo, y al instante me sentí muy conectada con la casa y con las obras de arte que había allí. ¡[El escultor Alexander] Calder había diseñado la cama donde dormía ella!", cuenta divertida. Enseguida se compró la autobiografía de Peggy Guggenheim, sorprendida porque nunca antes había oído hablar de ella. "Ahí me di cuenta de lo poco que aprendemos en la cultura estadounidense sobre la historia de las mujeres", explica. Más de dos décadas después, durante los meses de confinamiento por la pandemia y mientras empeñaba la mayor parte de su tiempo educando en casa a sus hijos, Segal recuperó de su biblioteca aquel viejo ejemplar de las memorias de Guggenheim. Por entonces ya era una reputada productora de musicales en Broadway. "Comencé a leer el libro de nuevo -recuerda-, y me fijé en lo que contaba sobre 31 mujeres". Se refiere a la célebre exposición Exhibition by 31 Women que la coleccionista organizó en Nueva York en 1943, una de las primeras que acogió su galería Art of This Century y también una de las primeras en reunir solamente arte producido por mujeres. "Al mirar la lista me di cuenta de que no conocía a la mayoría de ellas. Pensé que sería divertido investigar en internet para ver si podía encontrar alguna de sus obras, y así es como empezó todo". Ese "todo" es la colección de unas 300 piezas de las mismas artistas reunidas en la muestra de 1943 que Segal ha ido recolectando en los últimos cuatro años. La bautizó The 31 Women Collection y comprende obras de arte, objetos y documentos diversos. Y esa colección es la fuente de la que se nutre la exposición 31 mujeres. Una exposición de Peggy Guggenheim que hace unos días Segal presentaba en la Fundación Mapfre, cuando se sentó a hablar con este diario. La muestra se podrá visitar hasta el 5 de enero. Algunas conocidas, la mayoría olvidadas En la muestra originaria figuraban artistas que han acabado siendo muy populares y reconocidas, como Frida Kahlo, Leonora Carrington, Dorothea Tanning o Djuna Barnes. Pero también muchas que han sido, fundamentalmente, víctimas del olvido. De algunas se ha vuelto a hablar en los últimos años, otras continúan en un ostracismo casi absoluto. Allí estaban, y vuelven a estar ahora, surrealistas como Leonor Fini y Meret Oppenheim, la pionera del expresionismo abstracto Buffie Johnson, o incluso la hija de Peggy, la pintora Pegeen Vail Guggenheim, con una vida marcada por la depresión que acabó demasiado pronto por una sobredosis de traquilizantes, un golpe del que Peggy nunca se recuperó. De todas ellas Segal ha podido ir consiguiendo piezas diversas, pero que no son las que figuraron en la exposición original, o al menos no está claro. "Hay un par que podrían ser, pero no estamos seguros. La lista de obras solo la tenemos escrita, nunca fue fotografiada -señala-. Y cuando tienes algunas que se llaman simplemente Composición o Autorretrato es imposible saber si son las mismas. De Los caballos de Lord Candlestick [una obra de Leonora Carrington que se exhibe en la Fundación Mapfre ] hay más de una versión, y es difícil saber cuál es la correcta". La de la Madrid es la segunda muestra que se organiza con los fondos de la colección. La primera tuvo lugar el año pasado en Nueva York. Segal se metió tanto en la historia de Guggenheim y de su exposición que encontró vacío el espacio de la calle 57 donde estuvo Art of this Century e instaló en él sus oficinas. Fue allí donde por primera vez se pudieron ver esas obras recopiladas. Sin una labor curatorial, simplemente cogieron y las colocaron en el espacio. Unas 2.000 personas pasaron a verla. Para la muestra madrileña, en cambio, se ha contado con la profesora e investigadora Patricia Mayayo como comisaria. Durante la presentación de la muestra de la Fundación Mapfre hace unos días, Mayayo hablaba de Peggy Guggenheim como "una coleccionista y mecenas esencial para la renovación del arte moderno y contemporáneo en Estados Unidos", y de la labor de Segal recuperando la obra de las '31 mujeres' como "un trabajo de coleccionismo e investigación muy notable, porque algunas de las artistas hoy en día son muy poco conocidas y es muy difícil rastrear sus obras". Respecto a su trabajo, la selección e interpretación se han hecho atendiendo a un discurso expositivo que subraya "las estrategias que desarrollaron estas mujeres para afirmarse como artistas y para cuestionar los estereotipos de género", explicaba. De la televisión al arte pasando por Broadway Jenna Segal comenzó su carrera en Washington, produciendo programas de entrevistas políticas en la cadena CNN. "Fue justo en la época del escándalo de Bill Clinton y Monica Lewinski, y aquello era más entretenimiento que otra cosa. Así que decidí mudarme a Los Ángeles y dedicarme precisamente a eso, al entretenimiento. Trabajé para MTV durante una década haciendo todo tipo de programas de noticias y muchos pilotos. Por eso, montar cosas, como he hecho con esta exposición, es algo muy familiar para mí: coger una idea de la nada y hacerla realidad". Cuando regresó a Nueva York, Segal se entregó a los musicales, produciendo títulos clásicos como Gigi o modernos como Hadestown. Sus producciones suman hoy casi una treintena de nominaciones a los Tony, varias transformadas en premio, y algún Grammy. Pero pronto se cansó de dedicarse solo a eso y volvió a embarcarse en proyectos audiovisuales. Entre los más recientes, es productora ejecutiva de Leonora in the Morning Light, una película sobre Leonora Carrington, y de Eternal Return, una historia de amor y viajes en el tiempo que protagonizan Naomi Scott (Aladdin), Kit Harington (Juego de tronos) y Jeremy Irons. Sus inversiones abarcan también el deporte (el equipo de fútbol femenino Angel City, en el que también participan actrices como Natalie Portman, Jessica Chastain o Eva Longoria) o las empresas de bebidas. Para ella, todo forma parte de lo mismo, de lo que llama 'entretenimiento', pero siempre con el foco en "que haya mujeres en el equipo y que atraiga a una audiencia femenina". Respecto a su vínculo con el arte, antes de embarcarse en este proyecto Segal ya había comprado algunas obras, "pero esta es la primera vez que puedo decir que colecciono. Otras piezas las compré simplemente porque me gustaban, o porque pensé que quedarían bien en mi salón. Coleccionar es algo muy diferente". Cuando se le pregunta si todavía considera necesario organizar este tipo de exposiciones exclusivamente de mujeres, responde con otra pregunta: "¿De cuántas de estas mujeres has oído hablar alguna vez? En cambio, la mayoría de ellas trabajaron muy de cerca con hombres de los que seguro que sí has oído hablar", dice. Un ejemplo: una de las artistas de la lista es Sophie Taeuber-Arp, pareja del mucho más célebre Jean Arp: a él se atribuyó una de las obras que adquirió Segal, y gracias al trabajo de la coleccionista y de los expertos en los que se apoyó se ha podido aclarar su autoría. Explica también que la ventaja de trabajar con mujeres es que el precio de las obras es sensiblemente más bajo que el de sus colegas masculinos. "Con ellos no hubiera podido permitirme hacerlo", subraya. Otra cosa fue dar con ellas. Menciona el ejemplo de Gypsy Rose Lee, una actriz de burlesque y de cine que también brilló como escritora y, en menor medida, como pintora. Lee fue una personalidad muy popular en su momento, una especie de "Kim Kardashian de su época" que tuvo entre sus amantes a Otto Preminger o Carson McCullers. Su obra plástica hoy está casi totalmente perdida: una parte, de hecho, se incendió en un almacén. Después de muchas dificultades, Segal consiguió hacerse con uno de sus cuadros, un bodegón con un plato lleno de pechos femeninos. Ha sido estos días, en Madrid, cuando lo ha visto frente a frente por primera vez. "¿Te imaginas que el trabajo de Kim Kardashian se evaporara por completo? Por eso es tan importante que sigamos contando la historia de las mujeres, y que nos aseguremos de que sus contribuciones a la sociedad queden registradas en los libros de historia". Volviendo a Peggy Guggenheim, ¿veremos en algún momento un musical o película sobre su vida que tenga a Segal detrás? "Sí -responde segura-. Me gustaría hacer una película o una serie de televisión. Pero estoy buscando a las personas adecuadas. Yo ya he reunido toda la información que he podido sobre estas mujeres y sobre Peggy. Es el momento de que otras personas lo cuenten".

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por