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» Diario Cordoba
Fecha: 30/09/2024 08:23
Måneskin ha congelado sus actividades tras la gira de este verano. Su cantante, Damiano David, usa la palabra ‘hiatus’ (interrupción o pausa), y no ruptura o disolución, para referirse al momento actual de esta banda que, en 2021, atrajo las miradas internacionales tras ganar el Festival de Eurovisión con el tema ‘Zitti e buoni’. Su primer paso es una canción, ‘Silverlines’, la primera del camino que conducirá a un álbum de cara al año que viene. Un tema cuya letra habla de dejar atrás el dolor, de encontrar “la calma después de la tormenta”, de dejar atrás “los días oscuros”, sin “zombies en la morgue”. Texto que “se explica por sí solo, bastante literalmente”, indica a este diario el cantante y compositor romano, de 25 años. “Tiene relación con mi proyecto actual, el viaje que representa, salir de la oscuridad y encontrar el lado positivo y la belleza de las cosas”. Pero, ¿tiene algo que ver con Måneskin esa alusión a las tinieblas? “La canción se refiere a toda mi vida, a las consecuencias de las responsabilidades que he asumido, a decisiones equivocadas y al peso que sientes a continuación”, explica. “Llegué a un punto en el que mi cerebro comenzó a protestar y transmitirme infelicidad. Debía arreglar una serie de cosas en mi vida, tomándome mi tiempo y restableciendo prioridades”. Hacer algo distinto De ‘Silverlines’ puede sorprender su complexión de balada épica basada en el piano, distanciada del rock guitarrero y con ecos glam de Måneskin. “He hecho un rock’n’roll muy directo durante diez años y ahora emprendo este proyecto para hacer algo distinto. Repetir lo mismo habría sido un disparate y no voy a competir con mi propia banda”, observa Damiano David, que en esta composición ha trabajado con tres autores, entre ellos el también productor Labrinth, británico con tres álbumes propios y créditos en trabajos de figuras como Ed Sheeran, Beyoncé o The Weeknd. “Siempre he tenido muchas influencias y eso me ha ayudado a tener la mente abierta en materia musical. En este álbum se puede respirar algo de Keane, los primeros The Killers, Elton John, Billy Joel, algo del musical teatral… Está basado en el piano, pero hay guitarras también, incluso distorsionadas en un par de canciones”. Damiano David dice “respetar y admirar” a los artistas que “son versátiles y que se reinventan y reformulan”, y asume el salto que representa pasar de ser el ‘front man’ de una banda a artista en solitario, centrando todos los focos. “En un grupo compartes responsabilidades y estás más blindado. Pero nadie me obligó a emprender este proyecto en solitario. Soy yo quien lo ha decidido, y estoy listo”. Ve igualmente la música que hizo con Måneskin y la nueva en solitario como “portadora de esperanza”, aun sabiendo que siempre habrá opiniones y sentimientos para todos los gustos, y expresiones de amor y odio. “Cuando haces salgo memorable, siempre va a ser divisivo. Espero seguir haciéndolo, porque significará que estoy haciendo bien mi trabajo. Gustar a todo el mundo tiene algo de falsedad”, observa. Hace poco más de un mes, el 22 de agosto, ofrecía su último concierto con Måneskin, en París, tras una intensa gira que en julio pasó por el Mad Cool. Todo va muy rápido en su trayectoria, ¿no es cierto? Ahí, Damiano David parece sentirse bruscamente contrariado. “¿Quieres una entrevista con Måneskin? Haces muchas preguntas sobre la banda”. Y da por terminada la entrevista a los once minutos. “Que tengas un buen día”.
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